Al principio, sólo conocíamos al CEO (chief executive officer). Después llegó el CFO (chief financial officer).
Y, con el tiempo, más “chief officers” se fueron agregando a las estructuras corporativas (de hecho, una empresa estadounidense hasta tiene un “chief receptionist officer”)
Ahora, el último grito de la moda es el CSO (chief strategy officer), un puesto que muchas organizaciones está adoptando para lidiar con las dificultades de los ambientes de negocios ultra dinámicos, los ciclos estratégicos cortos, la globalización de las operaciones y la necesidad de tomar rápidas decisiones.
Ante la complejización del panorama, el CEO no puede ocuparse de todas las cuestiones estratégicas.
Así, muchas corporaciones están creando la figura del CSO para asistir al número uno en cuestiones vinculadas con la ejecución y comunicación de la estrategia desde el top management hacia las distintas unidades de negocios.
Pero, ¿cuáles son exactamente las funciones del CSO?
Según una investigación de Accenture, sus responsabilidades pueden distinguirse entre el corto, el mediano y el largo plazo.
1) Corto plazo: el hombre de consulta
Imagine que usted es el líder de una unidad de negocios y se le ha presentado una situación en que debe decidir rápidamente sobre un asunto crucial con cuestiones estratégicas en juego.
El CSO, es sin dudas, la persona a la que usted debe acudir en busca de asesoramiento.
Este ejecutivo, gracias a su “vista de pájaro” sobre la organización, se encuentra en inmejorable posición para comprender las implicancias estratégicas de la decisión.
Incluso, el CSO es capaz de convocar, en poco tiempo, a todos los altos ejecutivos que deberían participar de la reunión de asesoramiento.
2) Mediano plazo: estructuración de los procesos
En el mediano plazo, el CSO es una pieza fundamental a consultar para estructurar la organización.
Este ejecutivo puede ofrecer un buena perspectiva sobre cuáles deberían ser las funciones de las distintas áreas, sus interconexiones y la clase de trabajadores que deberían contratarse en cada una de ellas.
3) Largo plazo: ¿el futuro CEO?
En el largo plazo, el CSO es un excelente candidato para suceder al número uno porque, desde su posición, ha ido adquiriendo una visión global del negocio.
De hecho, antes de ocupar el puesto máximo, la actual CEO de Pepsi fue la encargada de la ejecución estratégica durante siete años.
En definitiva, el CSO ocupa un lugar clave dentro la organización como una especie de comodín útil para asesorar a distintos ejecutivos sobre una amplia gama de cuestiones con implicancias estratégicas.
Por lo tanto, encontrar un buen CSO no es tarea sencilla. Los procesos de selección suelen ser largos y tediosos por el perfil específico que se requiere para el puesto.
