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¿Qué hago si me critican en el trabajo?

Nadie dijo que trabajar fuera fácil. Y no nos referimos al hecho en sí de llevar a cabo una tarea, que también puede ser complicado, sino a todo lo que rodea al trabajo en sí: ambiente, compañeros, empresa, jefes… Se establecen unos vínculos que obviamente pueden generar todo tipo de reacciones, entre ellas las críticas. Asumir una crítica constructiva, bienintencionada, no es complicado pero, ¿qué pasa con las críticas negativas? Vamos a intentar canalizarlas para que no nos afecten.

1. La respuesta, mejor en frío.
Hay muchas personas que son muy aprehensivas con respecto a las críticas. Disgustos monumentales, llantos, sofocos… si eres de esos/as, te recomendamos algo: espera 24 horas para dar una respuesta a la crítica. Cuando las personas reciben críticas, suelen aparecer sentimientos fuertes que pueden ser difíciles de controlar, así que lo mejor es dejarlos pasar para intentar contestar, si procede, de manera más calmada. Y es que puede ser difícil controlar una respuesta emotiva, especialmente si uno “está genuinamente sorprendido y está experimentando el flujo de adrenalina y pánico”, según explica Douglas Stone, un catedrático en la Escuela de Derecho de Harvard y experto en la materia.

2. Elimina posibles distorsiones.
Durante ese momento de calma y reflexión antes de actuar de cualquier manera, trata de analizar la crítica y elimina toda la distorsión posible. Porque algunas personas distorsionan los comentarios, y los convierten en una devastadora crítica personal. Así, hay que separar eso de la verdadera crítica, la que se refiere a aspectos concretos de tu desempeño en el trabajo.

3. No niegues la crítica.
No podemos reaccionar ante una crítica negándola directamente. ¿Y si es una crítica fundada? Si la negamos categóricamente, nuestros jefes o compañeros podrían dudar de nuestra credibilidad así que lo mejor es simplemente pedir de manera educada y sin enfadarse algunos ejemplos que sostengan la crítica. Si lo niegas, aún puedes arreglarlo: pide una reunión y explica que en un principio no has sabido verlo y pide esos ejemplos de los que te hablábamos antes.

4. No culpes a otros.
Se trata de algo muy parecido a lo anterior. Culpar a otros provocará que tu jefe y compañeros pierdan el respeto por ti, así que céntrate y pregunta: “No lo había visto de esa forma, ¿cómo lo ves tú?”.

5. Recibir bien los comentarios negativos.
A nadie le gusta escuchar críticas, eso está claro, pero puede ser una oportunidad de demostrar una aptitud poco común: transformar en positivos los comentarios negativos. Requiere práctica, humildad y un gran nivel de autoconocimiento. Pero la recompensa al esfuerzo merece la pena ya que esta habilidad impulsará la creatividad en tu trabajo.

6. Deja el resentimiento a un lado.
Antes hemos hablado de las personas a las que les afectan mucho las críticas, bien porque se enfadan mucho o bien porque se llevan un disgusto. De una manera u otra, es importante que sepas dejar atrás el resentimiento y el rencor porque eso solo te acarrearía problemas laborales en el futuro.

7. La crítica destructiva: oídos sordos.
Tenemos que identificar bien las críticas. Una cosa es una crítica negativa y otra muy diferente es una destructiva. Esta última es malintencionada, hecha con mala fe y ganas de hacer daño. Cuando tengamos esa crítica identificada y sepamos que es así claramente, debemos dejarla pasar sin que nos afecte lo más mínimo. Lo mejor es no entrar al trapo y menos preguntar ‘¿por qué?’. Así solo lograríamos enredar más la madeja.