Los jóvenes argentinos de entre 24 y 30 años tienen ciertas exigencias y expectativas a la hora de buscar trabajo que hacen que no se vean interesados en estar en una misma empresa durante toda su vida, según las investigaciones de los últimos años.
A la premisa que antes se pregonaba de “ponerse la camiseta” de una compañía le surgió su antónimo: “Saltar de un empleo a otro”. Esto surge porque los jóvenes profesionales de la Argentina pretenden desafíos profesionales, adquirir experiencia, trabajos mejores pagos, seguridad contractual, horarios flexibles y un ambiente agradable para desempeñar sus tareas.
Ante esto, Ana Miranda, investigadora del Conicet y coordinadora académica del Programa de Investigaciones de Juventud de FLACSO, reconoció al diario Clarín que los jóvenes sí valoran el trabajo “pero esta valoración está relacionada con el ingreso y no con la permanencia como fuente de identidad”.
En tanto, para Fernanda Grasso, gerente de Marketing para el Cono Sur de Meta4, “como las empresas no ofrecen posibilidades de crecimiento rápido y un buen salario, no resisten y se van”.
Y Gustavo Aquino, de la comisión directiva de la Asociación de Recursos Humanos de Argentina (ADRHA), señaló al matutino que si un joven busca trabajo en dos empresas simultáneamente, entrará a la primera que lo cita. “Pero si la otra lo demanda con mejores condiciones laborales, renunciará. Puede estar dos semanas e irse”, añadió.
Además, Aquino destacó que ante jefes que no escuchan ni motivan, los jóvenes terminan renunciando, por lo que muchas empresas trabajan en acciones para volver más amigable el ambiente laboral.
