Si bien toda empresa se desempeña dentro de un marco regulatorio laboral cuando paga el sueldo de sus empleados contratados, no es tarea sencilla calcular con exactitud el tiempo trabajado en el mes, en orden a derivar el resto de haberes y descuentos que finalmente constituyen el sueldo mensual de cada funcionario. Eso, sin detallar que el proceso termina con una liquidación para aclarar el pago y un depósito bancario, en algunos casos. Todo debe ser lo más perfecto y ordenado posible.
Este proceso administrativo es una tarea compleja y no excenta de diversas dificultades, más todavía cuando existen compañías, muchas de ellas pymes, con un número significativo de empleados que sensiblemente esperan el día que podrán disponer del dinero ganado por su trabajo en el mes. Para hacer más automática, y por cierto más sencilla, la gestión de remuneración actualmente se utilizan los sistemas de información de recursos humanos que se conectan con modernos sistemas electrónicos de captura de las marcas de entrada y salida de los empleados en sus recintos de trabajo. Sin embargo, en ese contexto de tanta modernidad, lo primero que hay que preguntarse es si se trata de lo que realmente las empresas necesitan como apoyo a su gestión de remuneración, en especial para cuantificar el ausentismo laboral. En principio buena parte de una audiencia diría que sí. No obstante, analizando con más detención la respuesta es lo que mínimamente algunas corporaciones deben implantar. La verdadera pregunta debe ser otra: ¿sabemos cuánto cuesta el ausentismo en nuestra empresa?
Un estudio realizado en Estados Unidos, arrojó que el ausentismo de los empleados a jornada completa, según los costos directos por sueldos pagados a los empleados ausentes (vacaciones), costos indirectos por pérdidas de productividad en reemplazo de trabajadores especializados ausentes y gastos administrativos alcanzaba a un 36% de la planilla.
Otro análisis, esta vez de Mercer/Marsh, determinó que los costos directos de la ausencia laboral llegaba al 14,2% de la nómina de pago, incluyendo el 10,2% para las vacaciones y días festivos (regulares o días administrativos) y el 4% de los enfermos, discapacitados y beneficios por concepto de compensación del trabajador. Este estudio fue probablemente la primera gran iniciativa para tratar de identificar los costos totales de la ausencia laboral al interior de las empresas, incluyendo los costos indirectos y el impacto financiero de las ausencias (tipos de empleados y clases de ausencia).
Por tanto, cuando se mide, se gestiona y administra. Cuando se automatiza, únicamente se agilizan procesos y disminuyen errores. Hoy existen aplicaciones tecnológicas de alta flexibilidad que permiten realizar gestión del tiempo laboral, dando visibilidad a la información y permitiendo tomar decisiones efectivas sobre la fuerza laboral. En la actualidad ya se puede contratar a los mejores, tener dotaciones adecuadas y tomar acciones para disminuir los costos que ocasiona el ausentismo laboral.
