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Se seca la plaza de dólares y obliga a los bancos a subir las tasas de interés

Los bancos privados se pusieron en guardia ante la renovada dolarización que vienen realizando particulares y empresas, y reaccionaron, tal como era de esperar, aumentando las tasas de interés.

Según dicen los expertos, esa es su mejor artillería para enfrentar una mayor salida de fondos que temen venir de la mano de un tipo de cambio más alto y de un mercado menos abundante de moneda norteamericana.

“Hay un aumento de compra de dólares para ahorrar, guardarlos en las casas o cajas de seguridad y esto implica que los bancos busquen defenderse y para ello se vean obligados a aumentar las tasas”, sostuvo Aldo Abram, director de la consultora Exante

Un plazo fijo a 30 días, hoy rinde cerca de un 12% anual (TNA), un porcentaje aún bajo frente a la devaluación que se espera para la moneda local tras las elecciones.

El dólar futuro (que se negocia en el Rofex) se ubica en los $4,097 a un año y posee una tasa implícita del 10,43%. Sin embargo, ese menor rendimiento frente al plazo fijo no es tenido en cuenta por los inversores, que entienden que la tasa está “subvaluada” por el propio Banco Central que interviene en ese mercado para acotar dicho porcentaje.

De este modo, el mercado descuenta que, como el dólar seguirá su carrera ascendente, los tipos de interés no tendrán otro camino que seguir esa misma tendencia.

“En este momento, hay un desplazamiento del público de pesos al dólar que va a implicar una caída leve del nivel de depósitos, pero todavía no se puede hablar de una corrida”, señaló Manuel Solanet, director de la consultora Infupa.

Un dato que tienen presente en la city porteña tiene que ver con el crecimiento, lento pero a paso firme, de los plazos fijos en dólares, que pasaron del 13,9% en 2008 (participación en el total de colocaciones), a 17,7% en 2009, y se estima que seguirán su carrera ascendente.

Circulo vicioso
El problema que se le presenta a las entidades viene dado por el hecho de que al pagar más por las colocaciones para hacerlas atractivas frente a la escalada de la divisa, también deberán subir el costo del dinero que prestan.

Pero, a diferencia de otros años, esta vez la sociedad está alejada de los mostradores de los bancos y, en consecuencia, encarecer el costo de los préstamos se transforma en un circulo vicioso que -según opinan los analistas – carecería de sentido práctico.

En otras palabras, sería como aumentar el precio de un bien sin que éste tenga la suficiente demanda.

Según estimaciones de consultoras, la caída del consumo originó un derrumbe significativo en la colocación de los préstamos personales.

Durante el primer trimestre, el volumen de dinero prestado mediante esta línea de crédito destinada a financiar el consumo se redujo un 40% en términos reales, de acuerdo con los datos aportados por Finsoport.

También diminuyó la cantidad de operaciones, que en el mismo período cayeron cerca de un 20 por ciento. Esta cifra marca el peor descenso de los últimos años.

“Hay temor de las empresas a endeudarse y de los bancos a prestar”, afirmó Andrés Mendez analista de Finsoport. Y añadió: “La gente piensa en comprar menos autos, no proyecta cambiar su vivienda ni tampoco refaccionarla.”

La situación del mercado revela que los otorgamientos se están equiparando con los vencimientos.

“Los nuevos fondos que se vuelcan a esta operatoria son la resultante de los que se recuperan a través de las cuotas de financiaciones otorgadas en períodos precedentes”, subrayaron en la consultora.

Esto significa que los particulares toman créditos en la medida que cancelan los anteriores.

En el último mes el crecimiento fue casi nulo, marcando esto el fuerte escepticismo de la sociedad a contraer nuevas deudas e indicando que el rubro de los préstamos personales enfrentará el peor año del último lustro.

Préstamos bailando al compás de la crisis
Es de destacar la marcada sensibilidad de esta línea de créditos y como sus abruptos descensos acompañaron los momentos de mayor incertidumbre que tuvieron lugar a partir de la segunda mitad de 2007.

(1): inicio de la crisis subprime
(2): crisis con el campo
(3): quiebra de Lehman Brothers y profundización de la crisis global

Según estimaciones de la consultora, la incertidumbre que se generó en el país a partir de mayo de 2008 (y hasta el mes en curso) hizo que se perdieran de prestar cerca de $9.000 millones en créditos al consumo (respecto a lo que se debería haber destinado de haberse continuado continuado por una senda de mayor certidumbre).

Préstamos al sector privado
El primer trimestre de este año – respecto al primer trimestre de 2008 – marcó una profunda desaceleración de los préstamos al sector privado.

De acuerdo con datos del propio Banco Central, el incremento se redujo a la cuarta parte, ya que pasó del 6,2% al 1,5%. Medidos marzo contra marzo, el derrumbe fue del 16,4 por ciento.

Se destaca además la caída de los prendarios, que marca una menor inversión por parte de los particulares y las empresas en bienes durables.

Crecen los descubiertos
El único segmento que muestra crecimiento frente al año anterior es el de “Adelantos en cuenta corriente”, lo que marca que las empresas prefieren pagar un poco más de tasa pero moverse con líneas flotantes de crédito.

”El crecimiento en los descubiertos bancarios junto al de los Descuentos de Documentos son las dos únicas líneas que mantienen a flote el financiamiento bancario hacia el sector privado”, sostuvo Mendez.

Esto marca a las claras, la mayor necesidad de las compañías para mantener el giro operativo de sus negocios, es decir, el capital de trabajo. Y podría mostrar un manejo muy ajustado de su caja, en especial de sus posiciones en moneda extranjera (vale decir, evitan desprenderse de sus dólares).

En la actualidad el costo de una línea de descubierto o descuento de cheques se acerca al 25% anual para empresas de primera línea. Esa cifra trepa al 30% para empresas de menor cumplimiento.

Para compañías de baja calificación crediticia, pueden alcanzar o incluso superar el 35%, según fuentes del mercado.

“El amesetamiento en la colocación de otras líneas de créditos se corresponde con una desaceleración en la tasa de crecimiento del nivel de la actividad industrial”, apuntaron desde CEFIDAR.

Plaza seca
En las últimas semanas la oferta de dólares comenzó a secarse y eso puso una mayor presión alcista sobre la divisa.

Uno de los motivos es la fuerte caída en las exportaciones, principalmente las agrícolas. Uno de los factores que influyen es la dramática caída de la producción de trigo, que dejó un magro saldo para vender en el exterior. A esto se suma el acopio por parte de los productores de unas 5,5 millones de toneladas de soja, a la espera de una mejora del precio internacional de la oleaginosa, una eventual baja en las retenciones o una mayor devaluación del peso.

Según datos oficiales a los que accedió en exclusiva iProfesional.com -que serán dados a conocer por el INDEC a fines de abril- durante el primer trimestre del año las exportaciones del complejo sojero, maicero y triguero alcanzaron los u$s3.263 M.

Esto implica un derrumbe del 40% frente a los u$s5.410 M del mismo período de 2008.

A esto hay que sumarle la incesante fuga de capitales, que se ha convertido en el Talón de Aquiles de la economía, se encarga de hacer el resto. Mientras que a principios de año la salida de fondos rondaba los u$s700 millones mensuales, este último mes se acerca, peligrosamente, a los u$s1.500 millones por mes.

Perspectivas
Según los analistas, el “dinero caro” llegó para quedarse por largo tiempo. “El crédito que ya está caro va a seguir siendo caro”, afirmó Mendez.

“Las tasas suben por el traspaso hacia el dólar que se está notando a medida que se acercan las elecciones”, anticipó Gustavo Giraldez de Notibancos.

También Ricardo Delgado, director de Analytica, opinó en igual sentido: “Si la dolarización continúa deberán subir las tasas y encarecerse el crédito”, dijo.

Para Abram, el cambio vendrá después de los comicios de junio. “Hasta el momento de las elecciones la suba del dólar será bajo un esquema moderado, y luego se disparará y las tasas acompañarán el alza”, anticipó.

En este sentido, “mientras las países afectados por la crisis tratan de bajar la tasa de interés para abaratar el crédito, nosotros vamos en la dirección opuesta” advirtió Delgado.

Como contrapartida, los especialistas señalan que la ANSES está actuando como un amortiguador para morigerar la suba en las tipos de interés. Al prestar a valores mucho más bajos que los de mercado, de alguna manera desacelera el ritmo de crecimiento.

“Las sensación es que el Gobierno hasta antes de adelantar las elecciones podía mantener en el corto plazo un dólar a $3,70. Ahora en los últimos días el dólar se disparó por conflictos internos y la gente teme que se venga el ajuste, acompañando las devaluaciones regionales”, señaló Delgado.

De profundizarse esta tendencia, el director de Analytica consideró que “deberíamos empezar a ver una caída de depósitos y una suba de tasas para poder frenar la fuga y competir con el implacable movimiento alcista del dólar”.