Después de idas y venidas y en tiempo de descuento, el consorcio italiano Fiat firmó un acuerdo con su competidor norteamericano Chrysler, salvando de esta manera a la empresa que atraviesa una gran crisis.
El presidente norteamericano, Barack Obama, explicará los detalles de la medida teniendo en cuenta que Fiat se considera un probable socio para rescatar a la automotriz norteamericana, según publica el diario milanés Corriere Della Sera.
Mientras tanto, debido al fracaso de la negociaciones con el gobierno para su rescate financiero, Chrysler será declarada en bancarrota probablemente hoy mismo, según The Wall Street Journal en su versión digital, que cita a fuentes del gobierno. En ese proceso de insolvencia, Fiat podría entonces intervenir en primer lugar.
El Ejecutivo norteamericano se prepara desde hace varias semanas para la posible bancarrota de Chrysler. Aunque Fiat está dispuesta a hacerse cargo de la automotriz norteamericana e incluso a asumir la mayoría de participaciones a mediano plazo, el grupo automotor italiano no quiere desembolsar dinero en ello.
Por eso, la declaración de bancarrota era considerada como un paso intermedio necesario en los Estados Unidos para que los italianos puedan hacerse cargo de Chrysler.
Chrysler tiene deudas con unos 45 bancos y “hedge funds” (fondos de inversión libre) por unos 6.900 millones de dólares. Washington quería reducir éstas a un máximo de 2.250 millones de dólares, apunta el diario.
Por otro lado, hay confianza en las palabras del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, quien dijo que las concesiones de los sindicatos de Chrysler y de los principales bancos acreedores le daban más esperanzas que hace un mes de que la tambaleante automotriz podría ser viable.
La tercera automotriz de los Estados Unidos ha obtenido concesiones de recortes de gastos de sus trabajadores sindicalizados en los Estados Unidos y Canadá, y está a punto de cerrar un acuerdo con Fiat, contó a Reuters una persona involucrada en esas negociaciones.
