Inicio Empresas y Negocios Sectores sensibles acusan a importadores de perjudicar a la industria nacional

Sectores sensibles acusan a importadores de perjudicar a la industria nacional

Ante las declaraciones de algunos sectores empresarios que desconocen la importancia de las políticas comerciales para defender la industria nacional, sectores sensibles de la producción desmienten que haya desabastecimiento y respaldan la aplicación de barreras a la importaciones mediante licencias no automáticas porque “previenen el desempleo, privilegian la mano de obra local, y realizan un control exhaustivo de las importaciones para no desabastecer el mercado interno”.

La Fundación Pro Tejer dio a conocer una encuesta cualitativa, realizada en julio pasado a 120 empresas del sector, donde revela que la cadena de valor de la agro industria textil y de indumentaria de la Argentina comenzó a reflejar, en el último trimestre de este año –mayo, junio y julio-, “signos de reactivación productiva”, a pesar de la crisis económica internacional.

La encuesta deja en claro que el principal determinante del aumento de las ventas fue el desplazamiento de competidor de los productos importados (32%), junto con la calidad de sus productos (21,95%).

Sobre este punto la Fundación Pro Tejer, que representa a la cadena textil argentina, aseguró que “luego de haber atravesado un primer cuatrimestre de 2009 con una caída en el nivel de actividad de hasta un 30% respecto al mismo período del año pasado, hoy se observa una reanimación especialmente en la producción de artículos vinculados al proceso de sustitución de importaciones –fundamentalmente confecciones para el hogar e indumentaria-, alentados por la política industrial del gobierno nacional para enfrentar la crisis económica internacional”.

“La estrategia del Ministerio de la Producción de preservar la actividad productiva de la cadena de valor, en el marco de la peor crisis económica internacional desde 1930, ha reanimado la actividad, que en los últimos meses ha podido alcanzar niveles de utilización de su capacidad productiva cercanos al 75% y ha permitido mantener activos a los 460 mil trabajadores contratados por el sector”, recalcó el Presidente de la Fundación Pro Tejer, Pedro Bergaglio.

El secretario general de la Asociación Obrera Textil (AOT), Jorge Lobais, sostuvo que “parece que muchos se olvidaron o no les importa cómo, en la década pasada, la importación destruyó indiscriminadamente puestos de trabajo y precarizó las condiciones laborales, con secuelas que han llevado muchos años poder recuperar los trabajadores con oficio”.

“La voracidad de los importadores, que se quieren llenar sus bolsillos a costa de los trabajadores en la Argentina debe tener un freno”, agregó Lobais.

La Cámara de la Industria del Juguete indicó que “la política del Gobierno nacional para sostener los puestos de trabajo en la industria juguetera dio resultado, ya que no sólo no hubo despidos sino que se incorporó personal a las empresas. Las estadísticas del sector reflejan que las importaciones ingresadas en el período de mayo a julio de 2009 – U$S 30 millones y 5,4 millones de kilogramos – permitieron una importante oferta de variedad importada, evitando así el desabastecimiento”.

Por su parte, el titular de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC), Alberto Sellaro, sostuvo que “las importaciones significan un puesto de trabajo menos para un argentino” y desmintió las versiones sobre un posible desabastecimiento interno: “No falta calzado, por lo tanto no hace falta importar para abastecer el mercado interno. La producción del sector creció de 35 millones de pares en 2002 a 90 millones en la actualidad”.

Para rectificar las versiones infundadas de algunos sectores industriales, Sellaro manifestó que durante el 2009 esperan “mantener el buen nivel del 2008”. Sobre las importaciones detalló que “a julio de 2009 ingresaron casi 11 millones de pares, lo que representa un 22% menos, respecto al mismo periodo de 2008”.

Sobre este punto, aseguró que un informe que realizó la CIC reveló que gracias a la implementación de las licencias no automáticas, “los importadores de calzado terminado se redujeron de 342 en el año 2006, a 256 en el 2008, lo que representa casi un 26%”.

El presidente de la Cámara Industrial de las Manufacturas del Cuero y Afines (CIMA), Raúl Zylbersztein, sostuvo que en marroquinería, donde muchos importadores se quejaban por las medidas e incluso pronosticaban falta de mercadería, las importaciones hoy son un 23% más altas en kilos que en el pico de la convertibilidad”, y analizó que “muchos importadores, verdaderos atletas de la evasión, se quejan ahora porque se les acabó el negocio de traer mercadería de otros países sin pensar en la industria nacional”.

“No entendemos cómo industriales piden mayores importaciones cuando sabemos que todos los países cuidan el trabajo de sus ciudadanos”, dijo Zylbersztein, y afirmó que “quienes tenemos experiencia en exportación de bienes manufacturados conocemos muy bien las trabas que existen en los países para ingresar nuestros productos, y muchos de los que antes se decían ´abiertos´, ante la crisis mundial desatada el año pasado, se dieron cuenta de su error al ver la cantidad de desocupados que esa política les generó”.

Además, el empresario marroquinero sostuvo que “las importaciones son beneficiosas y necesarias, solo si son complementarias de nuestra producción; si las sustituyen son destructivas.”Además, aseguró que en su sector “con las licencias no automáticas las importaciones cayeron a la mitad”.

La Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA) subrayó que “todas las pymes que nuclea la entidad empresaria se vieron beneficiadas por las licencias no automáticas porque pudieron mantener el nivel de ventas y permitieron conservar los puestos de trabajo directos”.

“El resultado de las licencias no automáticas de importación aplicadas a los sectores industriales es celebrado por quienes queremos defender los puestos de trabajo y no desabastecer el mercado interno”, afirmó su presidente, Marcelo Fernández.

Por su parte, Víctor Hugo Benyakar, titular de la Cámara Argentina de la Indumentaria de Bebés y Niños (CAIBYN) afirmó que, si bien los resultados en el sector que representa se verán recién en el verano ya que las licencias no automáticas comenzaron a regir a principio de año, “ya se está viendo una reactivación en el mercado y estamos totalmente convencidos de que éste es el camino correcto para defender nuestra industria”.