Conformación de equipos para correr carreras atléticas o de aventuras, expediciones a la montaña o rafting . Combates en el esquema de guerra con armas de juguete que lanzan pintura, programas de experiencia de conducción avanzada de automóviles deportivos o no, programas de supervivencia en equipos y hasta huertas en las que los clientes cocinan su propia comida con lo que cosechan. Toda clase de programa son ofrecidos a empresas con diferentes objetivos. Consolidar o preparar liderazgos, fomentar la cultura empresarial, fortificar el trabajo en equipo.
También estos programas pueden ser utilizados para premiar a los colaboradores y ejecutivos más eficientes o para agasajar y recompensar a consumidores o clientes.
Las empresas que venden esta clase de servicios a grandes compañías se han multiplicado. Las hay de las más variadas. Desde las que ofrecen esquemas espectaculares y glamorosos hasta las que tienen un perfil más bajo y desarrollan actividades menos expansivas.
Algunos de estos emprendimientos están relacionados con actividades ligadas a otro negocio, como el turismo de aventura o la práctica de algún deporte. Otros directamente han sido creados para brindar servicios a empresas y no trabajan en otro segmento.
Los programas pueden aparecer como premios en concursos, cuando se trata de clientes o consumidores, como recompensa por el desempeño, cuando se trata de, por ejemplo, una compañía con cadenas de revendedores o concesionarios. O puede tratarse de agasajos seleccionando a los clientes más importantes y con mayor potencial de crecimiento.
Por ejemplo, algunas automotrices incluyen programas de entrenamiento avanzado a los compradores de sus modelos más costosos. En general, las escuelas que brindan esa clase de servicios también presentan desarrollos de manejo avanzado para personas que quieran adquirir habilidades deportivas o para entrenar a choferes y guardaespaldas.
Otras compañías, por ejemplo, agasajan a sus invitados con partidos de fútbol con viejas glorias de los equipos más famosos. Los elegidos integran un equipo, tienen una charla técnica con profesionales muy conocidos y juegan en alguna de las canchas emblemáticas con la ropa oficial, que luego se llevan de regalo. Todo sea por construir prestigio para la marca.
