Así lo afirmó el ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, Carlos Tomada, en el último desayuno del año organizado por la Asociación Argentina de Logística Empresaria (ARLOG), el 23 de noviembre en el Sheraton Hotel de la ciudad de Buenos Aires, en una disertación moderada por Marcelo Arce, presidente de ARLOG, y José Luis Losada, ex presidente.
Tomada subrayó que “durante muchos años, se buscó la competitividad por el lado de la baja de salario y la degradación de las condiciones laborales”. Sin embargo, advirtió que “el proceso de reindustrialización implica cambiar el eje. La competitividad que debemos alcanzar es aquella que se basa en la innovación tecnológica, en la calificación de los recursos humanos y en la generación los puestos de trabajo de mayor calidad”.
En ese sentido, aseveró que si bien “el Estado tiene una competencia indelegable en materia de capacitación, la actual brecha requiere de un esfuerzo colectivo”. En ese sentido, apuntó: “En el Ministerio de Trabajo creamos consejos sectoriales desde los que se planifica y ejercita la política sectorial en materia de formación profesional”. Al mismo tiempo, indicó que “las empresas deben hacer un esfuerzo mayor para formar gente que, aunque no quede dentro” de la compañía en cuestión, “sea devuelta al mercado laboral con mayores habilidades y capacidades”.
Con relación a la tercerización, el ministro sostuvo que se trata de “una forma de organizar la producción de bienes y servicios que debe ser preservada”. No obstante, señaló que “la tercerización no debe constituir una forma del fraude laboral ni un mecanismo para precarizar la situación laboral”. Al respecto enfatizó: “Si logramos reducir los niveles de fraude laboral extendido a la tercerización, damos un paso muy fuerte”.
La conflictividad laboral
Con respecto a las disputas intrasindicales y extrasindicales, Tomada señaló que “a partir del 2005, el conflicto social fue reemplazado por el conflicto laboral en la medida que reaparece el trabajo”. Pero al respecto afirmó que, “primero, se debe plantear ir al Ministerio de Trabajo y después plantear el conflicto, y no viceversa. No justifico los hechos de violencia, pero las empresas que impiden la libertad sindical y van en contra de las leyes también generan violencia”.
En ese sentido, abundó en que, en nuestro país, hay un 36 por ciento de trabajadores no registrados: “Esta cifra está mal, ya que debería haber más trabajadores en blanco, pero venimos de un 50 por ciento. Desde el 2004, bajamos un 14 por ciento”.
Participación en las ganancias
El ministro de Trabajo se refirió al proyecto de ley de participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas. En ese sentido, señaló que “es un derecho constitucional programático, que debe ser reglamentado por una ley debatida en el Parlamento”.
Al respecto, también afirmó que “no me parece bueno un debate que se plantee desde la postura de que es un proyecto expropiatorio. La participación de las ganancias nace como una propuesta de la Iglesia para fortalecer el vínculo entre el capital y el trabajo de modo que haya actitudes cooperativas entre trabajadores y empresarios en aras de un beneficio económico compartido. Después si el proyecto que presentó el diputado (Héctor) Recalde es judicializable o le da más injerencia a los sindicatos es un tema de debate”.
Para finalizar, se refirió a las próximas paritarias: “Estamos trabajando para tratar de que haya un acuerdo entre empresarios y trabajadores que modere la carrera entre precios y salarios. Si los precios se moderan, los salarios se pueden moderar. Si los precios se disparan, lo salarios recuperan lo que pierden. No queremos ir en contra de un proceso de crecimiento económico. Somos optimistas y esperemos tener novedades en esta materia”.
