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Si usted apuesta a un cambio laboral sea muy cauto y sobre todo paciente

La crisis entre el Gobierno y el campo, una inflación real no menor al 25% anual, la puja por el aumento de los salarios, el desabastecimiento producto del lockout agropecuario, el aumento de los costos, la caída del consumo y, sobre todo, el clima de incertidumbre que se respira en la Argentina impactaron e impactan en los directivos de las empresas a la hora de decidir si aumentar o no su personal.

La luz amarilla sobre el mercado laboral está encendida. Hoy el escenario no es el mismo desde hace unos meses. Muchas empresas frenaron sus búsquedas laborales, mientras que otras –sobre todo las vinculadas directamente o indirectamente al sector agropecuario- redujeron horas extras, adelantaron las vacaciones de su personal y en el peor de los casos suspendieron empleados.

Este es el caso de una cadena de restaurants con presencia en todo el país. Su gerente de Recursos Humanos explicó que en las sucursales del interior se notó mucho la baja de la clientela y que si bien trataron de no llegar a las desvinculaciones optando por suspender parte del personal entre los lunes y los jueves, a principios de julio los despidos fueron inevitables.

La incertidumbre acerca del rumbo que tomará la economía argentina en los próximos meses también frenó inversiones por parte de las empresas, la realización de proyectos y retrasó la llegada de compañías al país, como por ejemplo la chilena Tienda París. Un “parate” que influye de manera negativa en la creación de nuevos puestos de trabajo.

Si bien las empresas apretaron el botón de “pausa” respecto a las contrataciones, no son las únicas “cautelosas”. Por el lado de oferta la inseguridad también se siente y hoy la mayoría de la gente lo piensa dos veces al momento de cambiar su realidad laboral.

“Las compañías están siendo mucho más cautas y bajaron sus expectativas. Hay un marco de mayor incertidumbre que hace que las empresas no se embarquen en nuevos proyectos, que les cueste mucho invertir, tienen presiones inflacionarias y de costos que les cuesta pasar a precios, sobre todo las que venden en el interior”, afirma Alejo Cantón, presidente de Vistage Argentina, una organización que nuclea a 200 CEO de Pyme de Capital Federal y Gran Buenos Aires.

De hecho, según los resultados del último Índice de Confianza Vistage, el 77% de los directivos de empresas consultados dice que “la economía empeoró respecto de un año atrás”. En tanto, 17% afirma que se mantuvieron iguales las condiciones económicas argentinas y sólo 7% dijo que habían mejorado.

Y la misma perspectiva pesimista se manifiesta en relación con las expectativas de la economía para los próximos 12 meses: 67% de los consultados espera peores condiciones económicas, 23% similares y apenas 10% tiene expectativas favorables para 2009.

Con relación a la ocupación de mano de obra, la encuesta revela a su vez que sólo un 39% espera que aumente (contra un 56% del trimestre anterior) y un 57% que se mantenga (contra un 42% del trimestre anterior).

La preocupación, en alza
En este sentido, Cantón señala que “las empresas no están tan optimistas como antes en cuanto a la necesidad de contratar gente y esto también se refleja en lo que piensan hacer en inversiones de bienes de uso. El 58% cree que se van a mantener sin cambios, y esto influye en la contratación de personal.”

Gloria Cassano asegura que hay preocupación de las empresas y que si bien en la consultora de Recursos Humanos de la que es titular tienen búsquedas, la cantidad bajó.

“Este año las compañías tenían previsto incrementar su dotación de personal. Pero lo que es crecimiento se paró. Estamos en la etapa en que se cancelan las búsquedas nuevas pero no aun las que son para cubrir vacantes”, señala.

Y cuenta que algunas empresas ya le comentaron que “dado como venían las cosas se iban a ver obligadas a reducir personal”.

Desde la consultora de Recursos Humanos García Santas, Jorge Dinard manifiesta que como trabajan con empresas cuya producción está vinculada al campo de manera directa como la industria del azúcar, la sal y el ácido clorhídrico, es notorio que sus clientes están parando ingresos, aunque no los reemplazos. “Un 40% de mis clientes atraviesan muchas dificultades, dado que tienen un problema importante con la cadena de pagos”, explica.

Dinard sostiene que las empresas no pueden evitar realizar reemplazos en las posiciones gerenciales, jefaturas, mandos medios y altos. No obstante, las compañías muchas veces optan por cubrir los vacíos mediante promociones a nivel interno en vez de salir a buscar al mercado posibles candidatos.

Y coincide con Cassano en que “si tienen que buscar un gerente de proyecto o ingeniería que no es una posición a cubrir sino una nueva, no lo buscan porque los planes de inversión a futuro no se están decidiendo ahora sino que los empresarios están esperando ver que pasa en los próximos meses”.

Para este tercer trimestre la expectativa de creación de puestos de trabajo se ubicó en 25% y disminuyó siete puntos tanto en relación con el trimestre anterior como con el mismo período de 2007, según una encuesta realizada entre 800 empresarios argentinos por la consultora de Recursos Humanos Manpower.

En diálogo con infobaeprofesional.com, el director general de Manpower, Alfredo Fagalde, afirmó: “Hubo retracción en la demanda laboral. De hecho, nuestras expectativas para los primeros cuatro meses del año se cumplieron sin problema, pero mayo y junio fue otra historia. Estamos levemente superior al 2007 pero diez puntos por debajo de lo que habíamos proyectado a fines del año pasado”.

Fagalde no cree que esta situación sea sólo producto de la crisis entre el Gobierno y el campo. En su opinión, “es consecuencia de una sumatoria de cosas como el menor consumo, percepción negativa de la situación y la suba de los costos laborales para las empresas, entre otras causas”.

A su vez, el director de Manpower reconoció que están “muy intrigados sobre lo que va dar la encuesta cuando la realicemos en agosto”, y agregó: “Sin tener una situación de alarma, la tendencia es a la baja.”

Aunque pidió no ser mencionado, el director de Recursos Humanos de una conocida empresa alimenticia contó a infobaeprofesional.com que en mayo, tras una reunión con el directorio de la compañía, se decidó frenar las incorporaciones de personal hasta que “se aclare el panorama.”

Otros datos pocos alentadores
El Índice de Demanda Ejecutiva (IDE) de PortalRH registró en junio un descenso de 2.9% respecto de mayo, continuando con la tendencia negativa que también se observa en los cortes semestral e interanual contra el 2007.

En tal sentido, durante el transcurso de este año, el relevamiento da cuenta que la demanda de ejecutivos disminuyó 20.1% mientras que en el mismo período del 2007 había aumentado 33.9 por ciento.

Otros datos corroboran esta desaceleración de la dinámica del mercado laboral: según los resultados de junio del Índice de Tendencia de Demanda Laboral Publicada (ITDLP) elaborado por la Federación Argentina de Empresas de Trabajo Temporario (FAETT), la demanda de empleo por avisos en Clasificados disminuyó 10,08% en junio, en relación a mayo.

Siguiendo la tendencia de Clasificados, la demanda de personal para cubrir posiciones de mandos medios, profesionales, administrativos y gerenciales, canalizada a través de avisos en Agrupados, descendió un 7,53% en el mes, contabilizando un promedio de 204 avisos por fin de semana.

De acuerdo con el trabajo de la FAETT, “uno de los descensos más importantes y llamativos, dado el auge que estas profesiones están teniendo en el mercado laboral, es el de las búsquedas de profesionales de informática y tecnología (-60,19 por ciento).”

Todos los rubros marcaron descenso en la demanda, excepto Comercial que ascendió 3,72%. El rubro de Administración tuvo una variación negativa del 31,03%, seguido por la demanda de personal para Servicios (-7,01%), la demanda de Profesionales (-6,09%) y el pedido de Técnicos (-3,64 por ciento).

No obstante, desde Bumeran.com, su gerente general, Nicolás Tejerina, comenta que la escasez de talentos es tan alta en determinados sectores -como IT- que, frente a la dificultad de encontrarlos, las empresas no postergan planes de contratación.

Si bien Tejerina asegura que en el caso del portal creció la cantidad de clasificados entre 50 y 60%, aclara que uno de los factores de este salto es el movimiento de la industria de clasificados del papel a los medios online y que el conflicto entre el Gobierno y el campo no los afectó porque la agroindustria todavía no acostumbra demasiado a publicar sus pedidos del personal a través de Internet.

Qué pasa en el interior
Todos los especialistas consultados por infobaeprofesional.com coinciden en que la situación del mercado laboral es mucho más crítica en el interior del país, sobre todo en aquellas provincias vinculadas a la producción agropecuaria como Santa Fe y Córdoba.

A nivel geográfico, la encuesta de Manpower presenta un dato muy curioso: las expectativas de empleo cayeron en cinco de las seis regiones del segundo al tercer trimestre de este año.

En este caso sólo el Área Metropolitana de Buenos Aires mostró un incremento de cuatro puntos. Otro indicador llamativo es el cambio que se registró en la región Patagónica, que en los dos trimestres anteriores había alcanzado los 42 puntos, mientras que en esta última encuesta registró un tibio 12 por ciento.

“El hecho de que la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires tenga una tasa más alta y una participación mayor en la muestra sirvió para promediar, pero si se tomaba la muestra sin tener en cuenta ambos lugares, la expectativa de empleo era mucho menor”, explica Fagalde.

Y en este sentido, agrega: “Este dato no es menor, quiere decir algo. En el interior del país es notorio el impacto de la crisis del campo, sobre todo en las empresas locales.”

Jorge Figueroa, director Comercial de SESA Select, afirma que “en Rosario hay demoras en proyectos para aumentar la demanda respecto al año pasado. Y hubo suspensión de horas extras.”

A su vez, Figueroa señala que si bien desde SESA Select no notaron hasta el momento una merma importante en la demanda, en algunos sectores, como los relacionados con el supermercadismo, hubo una retracción en la incorporación de personal vinculado al merchandising, como por ejemplo repositores y promotores, por escasez o demoras en la entrega de producto.

Otro de los sectores en los que se nota la caída en las contrataciones de personal –de acuerdo con el director de SESA Select- es en los frigoríficos y en sector agroindustrial.

En este último, las compañías fabricantes de maquinaria agrícola empezaron a sentir el efecto del conflicto porque hasta hace unos meses por el arrastre de ventas y el residual de entregas producto de las demoras no lo sentían tanto.

“En las empresas de Córdoba el conflicto con el campo puso un freno de mano a las incorporaciones de personal. Se venía creciendo muy fuerte pero hubo muchos negocios y proyectos que se frenaron”, sostiene el titular de Resumé, Juan Rossi, y añade: “Si bien hay incorporaciones pero las empresas son mucho más cautas, sólo están buscando cubrir los puestos clave.”

Rossi explica que en Córdoba el campo emplea a una cantidad de personas importante que a su vez ayuda al movimiento general de las empresas y asegura que hoy todas las compañías están afectadas, sobre todo en el interior provincial, pero en diferente medida.

“En Córdoba había un boom de la construcción, y como su freno afectó al mercado laboral. Hay muchos proyectos que siguen en una base de evaluación, están a la espera a ver que va a pasar”, agrega.

También desde Córdoba, la gerente general de Consultores de Empresas, María Laura Melino, explica que un buen termómetro de la actividad, es el nivel numérico de pedidos de contratación de personal que llegan a diario a las oficinas de empresas como la consultora que dirige

En este sentido, Melino afirma que “la cantidad de solicitudes permite observar que se produjo un enfriamiento de la actividad a partir de la segunda quincena de abril y hasta igual período de junio. La actividad productivo-laboral, tuvo fuertes restricciones, pero a partir del levantamiento de los cortes de ruta, las empresas han comenzado a contratar nuevamente personal, pero con fuertes criterios de cautela.”

Tal como muestra la encuesta de Manpower, el sur del país tampoco escapa al freno del mercado laboral, donde el sector minero tiene un peso muy fuerte y el petrolero es fundamental en la generación de empleo.

Al respecto, Dinard cree que el sector de Minería está más complicado que el campo porque tras el decreto presidencial de diciembre de 2007 que modificó las formas de cobrar las retenciones a las mineras, hoy este sector está muy parado.

“Hay inversiones a largo plazo de miles de millones de dólares que están frenadas y empresas muy grandes a nivel internacional que no desembarcan en el país por la inseguridad jurídica para invertir”, asegura el director de Operaciones de la consultora García Santas.

En tanto, Patricio Dewey, director de Desarrollo Comercial y Marketing de Adecco, afirma que en las localidades portuarias vinculadas al transporte de granos como Bahía Blanca y Rosario la demanda de personal se frenó, pero aclara que esta situación sucedió sólo en el período que duró el paro del sector agropecuario y que una vez transcurrido el lockout los pedidos de trabajadores volvieron a estabilizarse.

A su vez, Dewey destaca que en la región de Cuyo hubo una baja en la contratación de trabajadores temporarios del transporte que se debió también a las dificultades con la llegada de materias primas ocasionadas por el paro del campo.

En el caso de Tucumán, el director Comercial de SESA Select señala que si existió hubo una merma en los pedidos para las áreas comerciales y de merchandising, en el sector vinculado a la cosecha hubo un incremento en la demanda de personal que está relacionada con la estacionalidad, por ejemplo de los cítricos.

La incertidumbre, puertas adentro
“El estado de ánimo está bastante feo, la gente está muy desmotivada trabajando y en las empresas hay mucha incertidumbre”, cuenta Cassano.

Para Gabriel Schwartz, titular de Psicología Laboral Consultores, “quienes están trabajando empiezan a ver que sus posibilidades de crecimiento se postergan o se anulan. Lo que se resiente es, también en este aspecto, la estabilidad y el compromiso.”

En opinión de Schwartz, “las personas se sienten ajenas al conflicto y sin posibilidades de ser actores activos. Sólo pueden ser previsores y tomar recaudos frente a lo que suponen será el futuro. Se pierde el foco del negocio y hay una sensación de abatimiento en el ambiente.”

No obstante, el psicólogo advierte que también están aquellos “ávidos” de aprovechar las oportunidades para lograr un mejor posicionamiento en el corto plazo.

Claro que al momento de evaluar un cambio también juega un papel importante la creciente presión inflacionaria. Según Tejerina, gerente general de Bumeran.com, “en la medida en que la inflación afecta al salario real y que no todas las empresas pueden compensarla otorgando aumentos de sueldo, la caída del poder adquisitivo lleva a muchas personas a evaluar otras alternativas laborales”.

¿Dar el salto o agarrarse a la silla?
Cassano observa que ya desde hace unos meses los candidatos lo piensan dos veces antes de cambiar de trabajo y que están “más conservadores”.

Para Dinard, “hay mucha gente en posiciones gerenciales que no sólo no está pensando en cambiar de compañía sino que incluso está muy agarrada a su silla. Se quedan estáticos, no se postulan. Estamos en un momento de incertidumbre y cambiar de trabajo no es del todo lógico”.

Rossi, desde la filial cordobesa de Resumé –consultora de Recursos Humanos cuyos clientes son sobre todo empresas constructoras y de servicios financieros- comenta que “de mandos medios para arriba las postulaciones están muy frenadas. Los ejecutivos escuchan las propuestas pero difícilmente cambien.”

Y agrega: “Un gerente que trabaja en una empresa desde hace dos o tres años va a hacer una evaluación mucho más exhaustiva del contexto y del ofrecimiento del que hubiera hecho hace un año atrás”.

Retener ante todo
Otro de los aspectos en los que coincidieron todos los consultados por infobaeprofesional.com es que, aún en momentos de crisis e incertidumbre, las compañías continúan con sus políticas de retención de personal, sobre todo de aquellos empleados considerados clave dentro de las organizaciones.

“Hoy las empresas están más preocupadas en realizar acciones que impidan que la gente se vaya. Van tomando conciencia de retener a la gente aún en la época de crisis, porque es cuando más la necesita. Ya aprendieron de crisis anteriores. Quizás ahora no piensan en aumentar los beneficios, pero si están preocupadas por cuidar al personal que es bueno”, remarca Cassano

En un escenario en el que la escasez de talentos tiende agudizarse, el gerente general de Bumeran.com afirma que “en un contexto no muy fácil de leer, hay mucha inversión puesta por parte de las empresas en retener a la gente.”

Así, ante el actual contexto de incertidumbre y de niveles cercanos al pleno empleo para la mano de obra calificada, la misma cautela que tienen los empresarios para incrementar los staff también existe al momento de evaluar despidos: como en esta Argentina incierta nadie sabe qué va a pasar el futuro cercano son conscientes que es preferible “aguantar” porque la opción de las desvinculaciones puede jugarles en contra si la situación se revierte en los próximos meses.