Inicio Empresas y Negocios ¿Cómo se ve trabajando en Brasil, ahora urgido de contratar talentos?

¿Cómo se ve trabajando en Brasil, ahora urgido de contratar talentos?

Para casi cualquier nación aparte de China o India, conseguir un crecimiento superior al 5% al año es difícil. Hacerlo sin una mano de obra calificada es aún más complicado. Pero ése es el reto al que se enfrenta Brasil.

Después de años de expansión y alza, el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva está proyectando un periodo de crecimiento sostenido, con un aumento del producto interior bruto del 5% al año desde ahora hasta 2010 y de entre un 3% y un 4% al año durante la década posterior.

Pero muchas empresas y muchos economistas, entre ellos algunos del propio Gobierno, afirman que la escasez de mano de obra altamente calificada, sobre todo ingenieros y comerciantes, hará peligrar dichos objetivos, así como el crecimiento económico y político de Brasil. “La falta de disponibilidad de capacidad técnica podría ser un obstáculo para el crecimiento; no cabe duda”, explica José Sergio Gabrielli, presidente de Petrobras, la empresa petrolífera estatal. “Constituye un gran reto para el país”.

La falta de ingenieros de la construcción y de caminos amenaza proyectos de infraestructuras; ámbitos como la banca, la manufactura aeronáutica, los productos petroquímicos y los metales compiten entre ellos por los mismos licenciados con las mejores notas.

En las industrias en auge del petróleo y del gas, las empresas están echando mano de trabajadores extranjeros porque el número de brasileños calificados no alcanza.

“Algunos de nuestros clientes más importantes en el sector del petróleo y del gas tienen entre 40 y 50 puestos de trabajo vacantes y no consiguen ocuparlos”, señala Paulo Pontes, director ejecutivo de Michael Page International, una empresa líder de contratación. “Cuando les preguntamos a las empresas cuáles son las profesiones del futuro, siete de cada diez eran en ingeniería. Esto muestra la realidad de lo que está pasando en la actualidad”.

Formación
La realidad está guiando a las empresas brasileñas hacia la educación. Algunas están enseñando a los conserjes y a los trabajadores manuales a leer y escribir, así como aritmética.

Las empresas más importantes están aumentando la cantidad de formación que les dan a los ingenieros y a los profesionales. “Tenemos en mente invertir 7.000 millones de euros este año y cerca de 40.000 millones de euros durante los próximos cinco años solamente en proyectos de crecimiento orgánico”, asegura Maria Gurgel, directora de planificación y compensación de recursos humanos en Vale, una de las principales empresas mineras del mundo.

“Las personas que impulsan estos proyectos son geólogos e ingenieros, especializados en puertos, ferrocarriles y minas. Éstos son los ámbitos en los que falta personal”, explica.

Empresas como Vale, Petrobras y la compañía petroquímica Ultrapar se gastan millones de dólares en sus propios programas de formación.

Según informó este domingo el medio español El País, un programa típico es el de Embraer, una de las empresas más importantes en la manufactura aeronáutica. Embraer construye jets privados y comerciales con capacidad para entre 6 y 122 pasajeros. La empresa ha creado un programa que selecciona a los mejores ingenieros del país que han terminado la carrera y les da un curso de especialización de 18 meses. Ya cuentan con una base en disciplinas como electrónica, mecánica o diseño.

Júlio Franco, vicepresidente ejecutivo de desarrollo organizativo y de personal, afirma que la empresa se gasta cerca de 28.500 euros en formar a cada estudiante. “No me cabe duda de que compensa”, explica. “Nos tranquiliza muchísimo”.

Preocupación
El Gobierno brasileño está menos calmado. Uno de sus miembros considera que la escasez de trabajadores está limitada a ciertos sectores y que se puede superar a corto plazo contratando a jubilados y a trabajadores extranjeros.

Pero el pronóstico a medio y a largo plazo es más problemático, asegura Nelson Barbosa, el secretario de Economía encargado de la supervisión en el Ministerio de Finanzas. “A medida que aumenta el crecimiento, estas soluciones irán agotándose y será crucial incrementar la educación e invertir en ella”, asegura Barbosa.

En las pruebas de rendimiento académico que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos realiza cada tres años a jóvenes de quince años en 57 naciones, los estudiantes brasileños quedaron los cuartos por la cola en ciencias y los terceros por la cola en matemáticas.

Los licenciados que terminan están muy solicitados. Las grandes empresas tienen el dinero para contratarlos o formarlos, pero las empresas medianas no tienen tanta suerte.
“Hemos tenido que reducir el tamaño de nuestra empresa”, asegura Marcos Coelho, presidente del consejo administrativo de Esteio, una empresa de ingeniería. “Si tuviéramos a más gente, estaríamos creciendo a un ritmo mucho mayor”.