Inicio Clickeando Sólo el 5% de las hernias discales requieren tratamiento quirúrgico

Sólo el 5% de las hernias discales requieren tratamiento quirúrgico

El disco intervertebral es una estructura que separa las vértebras de la columna. Está constituido por un anillo fibroso que une a las vértebras entre sí. Por dentro, este anillo presenta un núcleo pulposo de consistencia blanda, similar a una gelatina.
Alrededor de la segunda a tercera década de la vida el anillo fibroso sufre un proceso de degeneración con la posterior formación de una fisura, la cual aumenta aun más entre los 35 a 50 años. El mismo proceso se produce en el núcleo pulposo determinando su desintegración y escape de su lugar habitual. Esta salida del núcleo pulposo de su ubicación normal es lo que va a constituir la hernia de disco y que va a comprimir las raíces de los nervios provenientes de la médula espinal, la cual se encuentra alojada dentro de la columna vertebral. Dicha compresión, es la que determina las manifestaciones clínicas características del cuadro. Esta enfermedad, es la responsable de alrededor del 80% de los dolores en la región lumbar.

Entre los síntomas se detecta dolor, donde la intensidad del mismo depende del disco donde está la hernia y su tamaño. También se puede producir entumecimiento, hormigueo o debilidad en las piernas, pies o brazos. Además, es posible que se genere el síndrome de la cola de caballo, es decir, cambios en la vejiga o intestino o entumecimiento de la ingle.

Hay más riesgo de padecer esta enfermedad si se presentaron casos en la historia familiar. Sin embargo, hay ciertas medidas que pueden tomarse para prevenirla:

Mantener una buena postura. Párese y siéntese derecho y mantenga su espalda recta cuando levante objetos.
Mantener un peso saludable.
Hacer ejercicio físico para potenciar la musculatura de la columna.
Evitar utilizar zapatos de tacón alto.
Dormir 8 horas por día.
Tener una hidratación adecuada.
Evitar el consumo de tabaco.

¿Es posible detener la enfermedad sin medicamentos?
Sí, en T.O.B alternativa ofrecen tratamientos que no producen dolor, que pueden utilizarse en forma única o conjunta y que busca un solo un objetivo: mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Para ellos, la enfermedad comienza cuando un organismo pierde la capacidad de mantener sus funciones biológicas en forma adecuada. En T.O.B alternativa se encargan de aquellas patologías que tienen algún componente de autoinmunidad, regularizando alguna función alterada. Según explica Horacio Cufré, biofísico y director del centro, “todos los elementos incluyendo a las células presentan cargas. El electrón, que es el más ligero y pequeño que existe y que puede ser movido de manera fácil y rápida, es el objetivo de nuestra terapia. Cualquier cosa que le ocurra a una sustancia puede ser reflejada como un reagrupamiento de sus electrones constituyentes. Nosotros lo hacemos con instrumentos electrónicos adecuados que realizan la captación celular e inician una organización interactiva de campos. Nuestro tratamiento se basa en estabilizar y reorganizar el sistema inmunológico para que el problema no siga avanzando y se mejore la calidad de vida”.

Durante el tratamiento, el paciente lo único que siente y escucha es un sonido que transmite la frecuencia y que le genera relajación y adormecimiento.

Cuando el paciente se recuesta sobre la camilla vestido por el término de 30 minutos, el sistema comienza una búsqueda selectiva de todas las anormalidades, produciéndose en el espacio interactivo un cambio de polaridades.

La terapia de T.O.B no incluye medicamentos y no es dolorosa, de hecho, a partir de la segunda aplicación el paciente encuentra disminución del grado de dolor. Lo ideal es que el paciente se realice dos sesiones por semana ya que la reorganización es paulatina y la recuperación general es gradual. Este método no produce ningún tipo de riesgo tanto para el paciente así como para el operador del sistema, no es invasivo, no tiene efectos secundarios de ninguna índole, tampoco presenta colaterales. Puede ser aplicado a sin límites de edad y embarazadas y personas con marcapaso son los únicos casos que no están admitidos en este tratamiento.

La duración del mismo va a depender del estado del paciente. “Por lo general el tratamiento ronda los 3 a 4 meses para luego pasar a una etapa de mantenimiento, entendiendo que las enfermedades que nosotros encaramos no tienen cura, pero sí podemos detener el proceso degenerativo e inflamatorio que provocan el grado de dolor”, dijo Cufré.

Asesoró:
Dr. Horacio Cufré
Director General de T.O.B alternativa
www.tob-alternativa.com.ar