Inicio Empresas y Negocios Todo lo que debe tener en cuenta a la hora de presentarse...

Todo lo que debe tener en cuenta a la hora de presentarse en una entrevista de trabajo

En un proceso de selección es importarte reparar en todos los detalles posibles, ya que cada uno de ellos, en suma, darán una imagen del candidato que puede ser definitoria para hacerse con el ansiado puesto de trabajo.

Según María José Martín, directora de atracción y gestión de talento de ManpowerGruop, “lo primero que tiene que hacer el aspirante es recuperar la oferta de empleo, estudiarla e intentar enlazar su currículum con los requisitos que le piden para saber en qué coincide su perfil con la oferta, qué grado de alineación tiene con los requisitos, cuáles son sus puntos fuertes y dónde tendría que reforzar sus argumentos”.

Informarse sobre la organización que requiere sus servicios y las condiciones del puesto es el siguiente paso. Silvia Valdenegro, directora regional de selección de Adecco, aconsejó “reunir información sobre la empresa, su filosofía de trabajo, sus valores, cuáles son sus funciones, quiénes son sus clientes, en qué están inmersos y qué proyectos de futuro tienen”.

Sobre este punto, Valdenegro recomendó trabajar las preguntas tipo que se harán en la entrevista.

La directora de atracción y gestión de ManpowerGroup añadió que en los días previos a la cita, el aspirante al puesto debe analizar cuál fue su trayectoria profesional, qué es lo que ocurrió durante el tiempo que no estuvo trabajando, y qué grado de autoconocimiento tiene sobre su desarrollo profesional, porque es lo que le va a pedir el seleccionador. La preparación de la entrevista es muy importante.

Martín también recordó que casi todas las entrevistas siguen la misma estructura: los reclutadores quieren conocer la trayectoria profesional y analizar las posibles incoherencias que pueda haber en el CV o en la explicación que da el candidato durante ese encuentro cara a cara.

“A veces el entrevistador tiene en la mente al jefe que va a tener esa persona e intenta pensar si podrá encajar o no”, afirmó el experto.

En muchas ocasiones el candidato no se enfrenta a un seleccionador, sino a una dinámica de grupo, una prueba que se utiliza para buscar competencias transversales. En ellas, los expertos aconsejan actuar con naturalidad.

Una situación incómoda
Usted se expone al ojo crítico de un experto que intenta discernir quién es el mejor para un puesto. Y usted debe proponerse ser esa persona. No es cuestión de venderse, sino de mostrar sus logros y competencias.

Miguel Mercado, director de Randstad Professionals, aseguró que durante la entrevista el aspirante debe demostrar que le interesa el trabajo, explicar por qué es valioso para la firma y qué va a aportar. Y nunca hablar mal de sus antiguos empleos, de los jefes que tuvo o de los compañeros con los que trabajó.

No llegue tarde. Es un consejo que parece estar de más, pero muchas veces no se cumple. Valdenegro indicó que a veces es imposible llegar puntual a la cita, pero siempre hay que avisar al reclutador que llegará con retraso.

Joaquin Ybarra, executive manager de Michael Page Finanzas, consideró que intentar manejar los tiempos de la entrevista es un error que nunca debería cometer un candidato, ya que esa es una función propia del reclutador.

Mentir es otra falla que le puede costar la entrevista a un aspirante porque los seleccionadores saben cómo plantear las preguntas adecuadas para averiguar si lo que cuenta el profesional que tienen en frente es cierto o no.

“La entrevista comienza en el momento en el que el candidato estrecha la mano del reclutador. Debe intentar conectar con el entrevistador desde el saludo inicial, contestar a las preguntas que se le plantean y no extenderse mucho en sus argumentos porque muchas veces es mejor una explicación concreta a una extensa que pueda desviar la atención del entrevistador”, recomendó Ybarra.

Todos los expertos coinciden en que las entrevistas se volvieron más exigentes porque “la empresa tiene que estar muy segura de la persona a la que va a contratar, tiene que tener muy claro si es válida para el puesto vacante”, explicó Mercado.

Pero también se volvieron más humanas, puntualizó Ybarra, “porque muchos vienen en situación de desempleo o en circunstancias límites en sus empresas. En estos casos necesitan que los escuchemos y que les recomendemos qué hacer para superar cuanto antes esa fase. Ante esto, los consultores de selección nos tenemos que adaptar y ser capaces de dar consejos y recomendaciones”.

Aunque el tono y las preguntas que se les formula a los candidatos depende del perfil y del puesto que se esté buscando, también es cierto que existen lugares comunes. Por ejemplo, ahora es usual preguntar cuánto estará dispuesto a cobrar o poner al profesional en una situación crítica para conocer su comportamiento.

Además del repaso curricular propio de cualquier encuentro de este tipo, Valdenegro reconoció que uno de los aspectos en los que más se nota la evolución de este proceso de selección es en la importancia que se le da ahora a la parte competencial: “Es necesario identificar los logros del candidato. Años atrás se buscaba a alguien que pudiera desarrollar las tareas propias de un puesto determinado en función de la productividad. Ahora se busca el valor real del profesional, es decir, que tenga experiencia, que sea flexible y que disponga de ciertas habilidades que lo conviertan en el elegido”.

El proceso no termina cuando el aspirante se levanta. Como si se tratara de un examen de acceso a la universidad, el profesional debe analizar cómo actuó en la cita, cuáles fueron sus mejores respuestas y cuáles las que lo dejaron en una mala posición.

Tiene que hacer un ejercicio de reflexión que le permita aprender y evitar caer en los mismos errores. “Y no está de más ponerse en contacto con el seleccionador que le dio la entrevista para analizar con él los puntos que considera que se dejaron de lado”, aseguró Valdenegro, según consignó El Observador.