Inicio Empresas y Negocios Trabajar en equipo refuerza la estrategia empresarial

Trabajar en equipo refuerza la estrategia empresarial

El ser humano es un sujeto social por naturaleza. Desde su mismo nacimiento se ve influido por distintos conjuntos de personas que afectan y moldean su personalidad. Así, se configurará siguiendo una serie de preceptos socio – comunitarios que definirán la forma en que ese sujeto se incorpore a un determinado grupos humano. La familia, la escuela, los amigos, el club, el trabajo… todos escenarios de formación social.

Desde pequeño el hombre aprende a a funcionar en grupo, a actuar referenciado por un determinado conjunto de personas entre las que se siente un igual. Estos grupos de personas presentan la primera experiencia de acercamiento colectivo que tienen los individuos en su proceso de sociabilización. En estos grupos existen roles y luchas de poder que van modelando las personalidades, en el proceso de reconocimiento social.

La sociología de las organizaciones no enseño, ante todo, que las organizaciones son entes conformados por personas y que, como todo grupo, tienen características psico – sociológicas que las definen y configuran sus rasgos de identidad. Cada organización tiene un objetivo último, que las marca en su esencia, el cual debe ser trabajado conjuntamente por todos los miembros de la misma para lograr su consecución.

Ante la necesidad de lograr el cumplimiento de los objetivos de negocio, y tomando en cuenta el carácter social del ser humano, es que se presenta la posibilidad de trabajar en equipos que permitan lograr los resultados propuestos. Un equipo de trabajo es más que la suma de la individualidades de sus miembros. Es un conjunto humano que trabaja sinérgicamente y de forma orgánica. Así, aprovecha la experiencia acumulada por cada integrante, a la vez que fomenta los procesos creativos del conjunto.

Como afirma Luis Manuel Calleja, profesor del IESE de la Universidad de Navarra, el comité es un lugar, o mejor dicho, un instrumento, para el encuentro de personas, las cuales convergen sobre una misma cuestión que importa a todas ellas, aunque casi siempre en forma diferente según las responsabilidades y las capacidades de cada una. La actuación conjunta de estas personas en el marco de un comité puede presentar notables ventajas respecto a lo que sería su actuación dispersa sobre la misma cuestión.

Algunos puntos a tener presentes para configurar un buen comité o equipo de trabajo son:

1.- Institucionalizar su funcionamiento y focalizarlos en la tarea concreta.
2.- Definir objetivos claros, concretos, medibles y alcanzables.
3.- Delimitar correctamente la génesis del mismo y respetarla. No es lo mismo un comité de asesoramiento que uno de investigación o de análisis.
4.- Pensar, a momento de constituirlo, las necesidades reales que dieron lugar a su origen. Esto, nos posibilitará seleccionar los mejores miembros para alcanzar el cometido propuesto.
5.- Exigir a los miembros el compromiso de trabajo, la dedicación a la tarea y el cumplimiento de plazos y horarios.
6.- Prever correctamente los espacios de poder y las funciones de cada miembro. Muchos equipos fallan, sobre todo a nivel gerencial, por no atender a las luchas de poder dentro del grupo.

Los equipos, o comités de trabajo, son armas fundamentales para alcanzar los objetivos en un mercado tan competitivo como el actual. El éxito de dicha estrategia dependerá, en gran medida de la forma en que la organización implemente la herramienta.

En muchos casos, cuando los equipos fallan se debe a que la empresa que los cobija ha querido aprovechar los múltiples beneficios de la sinergia pero no ha reparado en brindar la atención necesaria para que los mismos puedan colaborar en el logro de los resultados buscados.