Inicio Empresas y Negocios Un buen programa de Responsabilidad Social mejora la rentabilidad empresaria

Un buen programa de Responsabilidad Social mejora la rentabilidad empresaria

En un contexto en el que los consumidores son cada día más exigentes y participativos, la Responsabilidad Social se impone en el mundo empresarial, no sólo como un factor de buena voluntad sino como una ventaja competitiva.

“Hoy es cada vez es más difícil diferenciarse por el producto, lo que más importa es el valor extra que la empresa otorga al cliente/consumidor”, asegura Laura Dellacasa, directora de la consultora especializada en Responsabilidad Social Empresaria, DellaCasa & Castillo Consultores.

Diversos estudios demuestran que, a nivel mundial, las compañías que desarrollan programas de Responsabilidad Social Empresaria (RSE) obtienen mayor rentabilidad y beneficios que aquellas que no implementan ningún tipo de estas acciones.

Es que está comprobado que la RSE contribuye a la generación de una imagen de confianza de las empresas y sus directivos hacia los mercados.

Para demostrar esta afirmación, sólo bastan algunos ejemplos. En 1991, la compañía General Electric sufrió un duro embate a sus finanzas, luego de que se difundiera en Estados Unidos el documental “Deadly Deception: General Electric, Nuclear Weapons and Our Environment” (Decepción mortal: General Electric, armas nucleares y nuestro medioambiente). El film, que mostraba los efectos que los experimentos secretos y los deshechos tóxicos nucleares arrojados por la compañía durante 21 años en Hanford, Washington, habían producido en la población de la región, generó un fuerte rechazo de la sociedad norteamericana hacia la empresa, que se tradujo en una disminución de las ganancias de la firma.

Con el objetivo de revertir la imagen negativa de la empresa y reparar el daño ocasionado, en 2004 General Electric lanzó el programa Ecomagination, orientado a la producción de artículos medioambientalmente más sustentables. Los resultados fueron altamente positivos: desde su lanzamiento, su gama de productos “amigables con el ecosistema” registra un ritmo de crecimiento de 100% anual, y hasta 2007 reportaba una rentabilidad de 12.000 millones de dólares.

Otro caso notable es el de la empresa de cosméticos brasileña Natura. La compañía nació a comienzos de los 70 ya con la premisa del respeto por la sociedad y el medio ambiente. De a poco, y siempre atenta a su compromiso con la responsabilidad y ética corporativa, la empresa fue ganado terreno en el mundo de la cosmética. Hoy la firma cotiza en bolsa, y su valor corporativo es el 113% del total de sus ventas, mientras que el de L´Oreal, su mayor competidor, es 33%, casi cuatro veces menor.

La situación local
“La cultura global de las organizaciones está alineándose hacia una competitividad sostenible que tiene como paraguas a los conceptos que podemos encuadrar bajo la RSE, entendiendo que no hablamos de un corpus cerrado sino en movimiento. Desde los organismos internacionales como Banco Mundial, Cepal, Unesco, BID, Pacto Mundial, WBCSD, etc. se está imprimiendo nuevas conceptualizaciones sobre el rol social de la empresa. Ya no es solamente la responsabilidad sobre las ganancias, sino que se tiene en cuenta otros impactos, como el social, al medio ambiente, la ecoeficiencia, la transparencia en la información, los derechos humanos”, afirma Dellacasa.

Atentas a esta nueva tendencia, cada vez más empresas argentinas deciden iniciarse en el camino de la RSE.

En este sentido, Teresa Castillo, co-directora de D&C Consultores, señala: “Hoy los inversionistas también están evaluando la conducta socialmente responsable de las empresas y esto las grandes empresas lo están viendo. Además es importante destacar que las Pymes, se están acercando cada vez más a las consultas, participan de encuestas, eventos y han comenzado a trabajar desde adentro, inversamente a lo que sucede con las grandes compañías, que empiezan por lo externo (la comunidad)”.

En Argentina las acciones de RSE más comunes realizadas por las empresas son las vinculadas con la comunidad. A la cabeza de los programas más elegidos por las compañías locales se encuentra el voluntariado corporativo.

Independientemente de qué tipo de acciones de RSE se elija poner en marcha, lo importante –destaca Castillo- es lograr que sean voluntarias y no impuestas, para aumentar la eficacia y eficiencia propia y lograr una competitividad sostenible.

Beneficios de la RSE
“A las empresas muchas veces les cuesta trabajar con la resistencia al cambio, implicar horizontalmente a todas las gerencias e incentivar a que la alta gerencia entienda los alcances y la sinergia de las acciones que implican una mirada a mediano y largo plazo, tal como se hace con el negocio cuando se piensa en perpetuar en el tiempo y no en el hoy o mañana. Otra dificultad que se les presenta es comprender y esforzarse por tener en cuenta nuevas políticas, debido a que así como vienen trabajando les resulta económicamente rentable”, afirma Dellacasa.

Y concluye: “Entender la triple generación de valor y aplicarla es tarea difícil”.

A pesar de ello, los especialistas aseguran que las empresas que logran superar estos inconvenientes y poner en marcha planes de RSE, logran importantes beneficios para su negocio. Los principales son:

* Posibilidad de captar, retener y desarrollar trabajadores más motivados y comprometidos
* Instalación en la sociedad de una imagen positiva de la empresa
* Mejora de la reputación con los proveedores y accionistas
* Obtención de mejores oportunidades de negocio
* Creación de un vínculo más estrecho y armónico con la sociedad
* Aumento de la eficiencia y reducir costos
* Diferenciación de sus competidores
* Mayor capacidad para responder a las demandas de los nuevos “consumidores comprometidos” un grupo que está en pleno ascenso en todo el mundo.

Un ejemplo argentino
El Grupo SESA Select, que hace más de 25 años trabaja proveyendo soluciones integrales en recursos humanos y personal temporario en el país, lleva ya incorporado el concepto de Responsabilidad Social desde su nacimiento, como parte de su esencia.

“Desde su fundación, el Grupo SESA ha mostrado un verdadero compromiso con el cuidado de su personal, con el entorno donde desarrolla su actividad y con la comunidad en general. Hoy que somos una empresa mucho más grande, con 31 sucursales, nos hemos visto obligados a canalizarlo a través de un área y focalizarnos en tres puntos”, explica Elsa Zorrilla, Responsable de Asuntos Sociales y corporativos de SESA Select.

Los tres ejes sobre los que se desarrollan las acciones del grupo son: empleabilidad, erradicación del trabajo infantil e inclusión.

Dentro de la primera categoría, la compañía cuenta con el programa oficina móvil, que consiste en el reclutamiento y selección de personas en lugares públicos, y que está articulado con instituciones educativas, gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil. La iniciativa, que se lleva a cabo en Rosario y localidades vecinas, reclutó el año pasado un total de 4070 postulantes.

En el mismo sentido, la empresa mantiene un convenio con el gobierno de Tucumán para la generación de 5500 puestos de trabajo y la implementación de acciones destinadas a combatir el trabajo en negro. Además participa y apoya distintos programas oficiales y de entidades independientes vinculados a la promoción y generación de empleo.

En materia de trabajo infantil, el Grupo SESA desarrolla un programa de guarderías infantiles destinado a los hijos de los cosechadores de uvas, con el objetivo de evitar que los trabajadores lleven los niños consigo a las bodegas. A su vez, la compañía forma parte de la comisión directiva del Conaeti, que es la red de empresas que trabajan junto al Ministerio de Trabajo en la prevención y erradicación del trabajo infantil.

En materia de Trabajo Infantil, el Grupo SESA desarrolla el programa “Wawa” (Niño/Niñez en quechua), que contempla la creación y soporte de guarderías infantiles destinadas a los hijos de trabajadores de las cosechas y el apoyo a escuelas rurales para combatir la deserción escolar. Estas acciones se realizan puntualmene en Mendoza y en el Noroete argentino. En este mismo eje, la empresa participa activamente de la red de empresas que trabajan junto al Ministerio de Trabajo en la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (CONAETI).

En cuanto a la inclusión, el grupo es reconocido por su gran población femenina (55% de su staff permanente), ya sea en posiciones de línea como jerárquicas A su vez, la empresa apoya iniciativas de distintas organizaciones que trabajan el tema de la inclusión de personas con capacidades diferentes– como es el caso de la campaña “Por que se cumplan” de la Usina- y está en proceso de incorporación de empleados con estas capacidades en su plantel permanente.

Desde la empresa señalan que los resultados logrados por los distintos programas realizados hasta el momento fueron más que satisfactorios.

“La respuesta ha sido siempre muy positiva. La gente adhiere en forma natural a estos ejes estratégicos porque tienen que ver con la esencia cultural del grupo. El nivel de participación interna es muy alto y recibimos continuas inquietudes y propuestas a implementar de parte del personal, lo que sirve para evaluar el sentido de pertenencia de la gente. Externamente, los buenos resulados los vemos en la cantidad de empresas u organizaciones que nos contactan porque están interesadas en articular acciones de responsabilidad empresaria con nosotros” afirma Zorrilla.