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Un clásico se viste de bar temático

Cansados de la vida corporativa y la relación de dependencia, dos ex gerentes comerciales se unieron para crear El Club de la Milanesa, un bar temático dedicado a un clásico de la mesa argentina, que pronto llegará al interior y buscará un lugar en las plazas internacionales, como la Ciudad de México y Miami.

El espacio es moderno y simple y las milanesas se sirven en tablas. Las hay para todos los gustos: de carne, pollo, pescado o soja. “Vienen con guarnición a elección, y siempre las acompañamos con grandes marcas. La idea fue poner algo simple con aliados de primer nivel, como café Gato Dumas, helados Häagen-Dazs y cerveza Quilmes”, dice Santiago Magliano, de 33 años, que anteriormente trabajó en la gerencia comercial del grupo mexicano CIE.

El empresario, licenciado en administración, se juntó a fines de 2006 con Federico Sala para poner en marcha el proyecto, en el que este último venía trabajando desde hacía un año.

“Yo había comprado un local de delivery de milanesas en San Isidro y empezamos a ver qué podíamos sumarle a algo tan nuestro. Vimos que existían parrillas, casas de tamales, de empanadas y más… pero no había algo dedicado a las milanesas exclusivamente”, recuerda Sala, que aportó al proyecto años de trabajo en el gigante de alimentos Kraft Foods.

Inicio de operaciones
Los socios elaboraron una carta amplia y encontraron en Belgrano un local ideal para iniciar la prueba, cuya compra y acondicionamiento demandaron 250.000 pesos.

“Buscamos crear un espacio sencillo y ordenado, donde el menú es para compartir. No excluimos con los precios porque hablamos de llegar a todos: familias, parejas, amigos… Acá nadie gasta más de 35 pesos en una comida”, destaca Magliano.

“Los que están a dieta -agrega- también tienen un lugar. Las milanesas son al horno o fritas y de varios tipos, y siempre están las ensaladas. La carne es de cortes de exportación y toda la elaboración se hace en el día. También tenemos las picadas de entrada y un menú especial para los más chicos.”

Las instalaciones estuvieron a punto a comienzos de este año y desde entonces el local mantiene una facturación mensual de 100.000 pesos.

Los buenos resultados atrajeron a varios interesados en replicar el modelo, pero los socios descartaron de raíz la posibilidad de hacer franquicias de El Club de la Milanesa, que junto con el local de delivery de San Isidro emplea a 25 personas.

“No queremos descuidar lo que armamos. Nos vamos a expandir, pero con locales propios. Vamos a abrir un local en Palermo Hollywood en poco tiempo; allá hay mucha oferta gastronómica, pero no hay nada que combine clásicos con calidad y precio”, afirma Sala, de 37 años. “Esta nueva sucursal la estamos abriendo con capital propio. La idea es luego abrir el juego y llegar al interior con socios inversores, pero siempre con sucursales del grupo”, añade.

Cruzar las fronteras
El Club de la Milanesa también quiere cruzar fronteras: el gran objetivo de sus fundadores es llevar al clásico argentino a Miami, España y México.

“Descubrimos que en México la comida con más penetración después de los tacos y las fajitas son las milanesas. Es una gran plaza para llegar”, comparte Maglione.

Según los socios, tener un emprendimiento significó un cambio de vida radical. “Nosotros habíamos estado siempre vinculados a una gran empresa y descubrimos que tener algo propio es un trabajo de 24 horas los 365 días del año”, dice Sala. “La gastronomía -agrega su socio- no es un rubro fácil, pero vamos aprendiendo. Estamos convencidos de que el proyecto va a crecer.”