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Volver a buscar trabajo, un duro golpe que la crisis le asesta a miles de profesionales

Por cada despido o no renovación de contrato que decide una empresa argentina a causa de la crisis internacional y la caída de las ventas, un ejecutivo o profesional pierde su empleo y debe volver -obligado y de improvisto- al mercado laboral en la búsqueda de un nuevo puesto de trabajo.

El desafío no es para nada sencillo. A nivel mundial, ejecutivos y empleados se vieron sumergidos en la ola de despidos anunciada en la última semana por importantes compañías multinacionales como Caterpillar, Pfizer, Sprint-Nextel, Boeing, Starbucks, Kodak, AOL, Ford, Toshiba, NEC, Home Depot, ING Groep, Philips, Corus, General Motors, Acerinox y British Telecom, entre tantas otras.

De hecho, recientemente se conoció que la Organización Internacional del Trabajo (OIT), prevé que hasta 51 millones de empleos podrían desaparecer para finales de este año como resultado de la ralentización económica que ha devenido en una crisis laboral mundial. Y en Latinoamérica serán entre 1,5 y 2,4 millones las personas que perderán sus puestos de trabajo.

“El mercado de trabajo se está modificando porque muchos buenos profesionales y ejecutivos están siendo desvinculados de empresas, en varios casos multinacionales. Ese factor va a generar un movimiento importante en 2009”, asegura Gloria Casano, titular de la consultora de Recursos Humanos que lleva su nombre.

En su opinión, quienes busquen reubicarse van a tener que “esforzarse mucho” porque puede llegar a haber “sobreoferta” de buenos perfiles, que si bien aún no se percibe, hay una tendencia. Y a modo ilustrativo añade: “En la consultora estamos recibiendo un promedio de dos llamados por día de gerentes que quedaron desocupados.”

Sobre el desafío de reinsertarse en el mercado laboral que por estos días encaran quienes fueron desvinculados de las empresas locales, Cristina Mejías es contundente: “En el actual contexto, la inserción laboral ejecutiva es un negocio complejo, para el que es imprescindible contar con un `plan de negocios` “como cualquier lanzamiento de servicios al mercado.”

Desde su consultora CM Sociología observan que el mercado se ha tornado exiguo, escaso, limitado y, sobre todo, muy exigente en términos de aptitudes y habilidades ya que más allá de los conocimientos o formación técnica, las empresas prestan atención a –por ejemplo- los estudios de posgrado que el candidato pueda acreditar.

Además, hoy más que nunca no sólo importa lo que el postulante sabe hacer sino también de qué manera habitualmente lo realiza y su capacidad de “venderse” durante la entrevista con la empresa, selectora o consultora, según sea el caso.

Que el mercado laboral está quieto y que muchas empresas frenaron –al menos por el momento- sus planes de contratación de personal no quedan dudas.

En Adecco lo reconocen. “En enero notamos una baja muy pronunciada en la demanda de nuevas búsquedas en las posiciones permanentes en comparación con el mismo período del año anterior”, comenta Patricio Dewey, director de Desarrollo Comercial y Marketing.

Y datos de una encuesta realizada por la consultora y adelantados a iProfesional.com no hacen más que confirmar la tendencia. Adecco consultó a los gerentes de RRHH de diferentes industrias cuál era la perspectiva de demanda de personal para los próximos seis meses. Como respuesta, el 26% de los ejecutivos dijo que no iba a haber cambios, el 16% manifestó que iba a haber una baja y un 12% aseguró que va a haber altas.

No obstante, el dato más significativo e ilustrativo de la incertidumbre que tienen por estos días los empleadores argentinos es que el 46% de los encuestados reconoció no tener “visibilidad” acerca de lo que sucederá en este primer semestre del año. Así, los empresarios no saben qué es lo que va a ocurrir con la demanda laboral en el corto plazo.

Salir en la búsqueda
Los especialistas en RRHH consultados por iProfesional.com coinciden en que “siempre y no sólo durante las crisis” un ejecutivo o profesional tiene que estar atento a los movimientos del mercado laboral dentro de su especialidad, ya sea por su perfil o por las empresas en las que desea trabajar.

Estar al tanto significa investigar sobre qué están buscando las organizaciones, cuáles son los salarios que ofrecen y qué contacto se puede hacer para llegar allí.

Cassano, que entre los servicios de su consultora ofrece asesoramiento en la búsqueda de empleo para profesionales y ejecutivos, en primer lugar sugiere que en las entrevistas no se dedique todo el tiempo a hablar de la empresa que se dejó y mucho menos demostrar resentimiento.

La experta hace hincapié en que el ejecutivo desvinculado debe asumir “el duelo” como un trabajo que ya fue y que, seguramente, tuvo más aspectos positivos que el negativo de la desvinculación. “Hay que escuchar muy bien qué le pregunta y limitarse a contestar sobre eso”, recomienda.

Para Mejías, al momento de encarar una búsqueda la secuencia debería ser:

1. Una planificación profesional del plan a seguir.

2. Aggionarse en las herramientas básicas del Curriculum Vitae, entrevistas y salarios de mercado, entre otros.

3. Aprender cómo relacionarse con consultoras y, sobre todo, aprender a capitalizar en favor propio las redes de contacto.

A su vez, hoy es muy importante que las personas tengan su CV actualizado y disponible en todos los motores de búsquedas que hay en el mercado, los que cuentan con diferentes sistemas de alertas que es bueno tener activas.

A quien busca un empleo, Dewey le sugiere “mantener y reforzar la red de contactos –networking- porque ¿quien mejor que un conocido para que de un feedback sobre determinada persona?”, enfatiza.

“Así como en el siglo pasado acuñé el concepto de Marketing personal, hoy diría que Planificación y Evaluación de Carrera, son algo indispensable”, asegura Mejías.

Y añade: “Con una feroz competencia entre quienes fueron desvinculados y aquellos que -sabiéndose talentosos- salen a procurar mejoras de carrera, es indispensable una evaluación realista y objetiva de los puntos fuertes “a vender” así como una definiciones estratégicas de qué puestos procurar, en cuáles industrias y saber su precio de mercado.”

En opinión de Agustina Paz, directora de la consultora homónima especializada en la búsqueda de perfiles de IT, “las empresas que decidan contratar personal este año serán mucho más exigentes en cuanto al perfil y menos flexibles en cuanto a salario que en años anteriores donde escaseaba la mano de obra calificada en las nuevas tecnologías.”

Paz asegura que en 2009 la oferta de candidatos será mayor y por lo tanto los aspirantes a cambiar de empresa o a reinsertarse en alguna luego de algún proceso de reestructuración tendrán más competencia de pares, deberán bajar sus aspiraciones en cuanto a sueldo y beneficios y lo más importante, dejar de lado la informalidad que los caracterizaba para volverse nuevamente competitivos.

Dewey aconseja a los desempleados no dejar de lado las capacitaciones en el período de inactividad porque ante la mayor oferta las empresas se van a volver más selectivas y entonces los candidatos con más información y conocimientos son los que van a tener mayores posibilidades. A su vez, destaca la importancia de realizar una evaluación en cuanto a las fortalezas y debilidades.

El ejecutivo de Adecco coincide con Mejías en la necesidad de estar actualizado de los rangos de salarios que paga el mercado para las distintas posiciones. “Si bien la persona en este punto hoy tiene que ser flexible no quita que no tiene que estar actualizado acerca de lo que se está pagando en el mercado”, explica.

Para Agustina Paz, “sería interesante que más allá de lo difícil que pueda resultar atravesar la crisis empleados y empleadores logren un justo equilibrio en los acuerdos pre y post contrataciones logrando de esta forma que ambas partes estén conformes y que ninguna de ellas abuse de la otra.”

Las “pretensiones”
Según Cassano, el ejecutivo que está en la búsqueda de un empleo tiene que evaluar el puesto, la empresa y la posibilidad de desarrollo por sobre el salario que le ofrecen.

La consultora lanza a su vez una advertencia clave: “Si trabajó cinco o más años en un lugar es posible que su sueldo estuviera por encima de la media del mercado con lo cual tiene que pensar en que podría tener que reducirlo en un 20%. Este tema tendrá que manejarlo con mucho tacto frente a un buen selector.”

La opinión de Dewey va en la misma línea: “La gente que está desocupada no sólo tiene que centrarse en la parte salarial sino prestar atención al combo que le ofrece la empresa y ser más flexible a la hora de tomar una decisión ya que a futuro va a ser un difícil conseguir un empleo.”

Y añade un detalle que no es menor: “Quien esté buscando un lugar en el mercado laboral debe priorizar la posibilidad de que el trabajo sea relativamente estable.”

Cómo organizar la búsqueda
En base a su experiencia de asesoramiento en la reinserción laboral a profesionales y ejecutivos, a quienes fueron desvinculados Cassano recomienda:

* Estar dispuesto a trabajar sobre esto dedicándole por los menos dos o tres horas al día. Todos los días tiene que haber realizado una acción relacionada con este tema.

* Elaborar una red de contactos y, a través del mail o del teléfono (según sea la confianza que se tiene) hacerle saber que se ha desvinculado de la empresa y que está viendo nuevas posibilidades. Salvo conocidos, amigos, de mucha confianza, no insistir en pedirle ayuda ni conseguirle entrevistas, ni enviarle su CV. Ya lo sabe. No se trata de empapelar Buenos Aires con el CV.

* Elegir las empresas a dónde le gustaría trabajar. Investigar sobre ellas. Averiguar cuál es el nombre de quien podría ser el superior inmediato y tratar de ver cómo llegar a él, prolijamente, sin invadir a nadie y conservando el profesionalismo.

* Llevar un control de todo lo que hace y de dónde envió el CV.

* Estar atento a las búsquedas que se publican y sólo postularse a aquellas que realmente tengan relación con el perfil. Tanto en relación a las actividades que deberá hacer como así también al rubro de empresa que lo solicita.

Cuando en un aviso se solicita una determinada experiencia que posee, prestar mucha atención de enviar un CV donde figure que ha realizado esa actividad. A veces, por resumir, no se consignan algunas actividades / responsabilidades que se ha tenido. Cuidar este detalle y si es necesario, hacer un curriculum a medida de ese aviso, obviamente sin mentir. Esto aunque parezca obvio, suele suceder y, al final, alguien termina dándose cuenta.

* No aceptar cualquier propuesta hasta no conocerla en su totalidad. No permitir que un consultor envíe el CV a una empresa sin saber de qué se trata. Hay que elegir. Aceptar hoy algo que no agrade o no sea lo que se busca, es trasladar el problema seis – nueve meses hacia adelante. Y luego será peor.

* Un detalle importante es aprovechar el tiempo que se tiene para reflexionar y analizar las competencias. Generalmente esto requiere de un profesional que acompañe (a modo de coaching) pero, también se puede pedir la colaboración a un familiar o a un amigo. Este análisis y reconocimiento de las habilidades facilitará mucho el desarrollo de las entrevistas que se tenga.

Cambiar de actitud
Mejías cree que los desempleados deben modificar el antiguo concepto de que buscar trabajo es hacer el CV, contestar avisos y avisarle a sus amigos y familiares de la necesidad. Para la consultora, esto quedó en el siglo pasado. “Hoy la actitud debe ser muy profesional y, por ejemplo, antes de salir, hay que tener la estrategia y el objetivo claro”, remarca.

Un aspecto que debe tener en cuenta un postulante es la disposición para las entrevistas. “Nunca diga no, para decir que no hay tiempo. Una entrevista puede no ser exitosa para ese puesto hoy, pero podrán considerarlo para otra posición en el mismo momento o a corto plazo. Si fue atento, cordial, educado, lo recordarán”, explica Cassano.

Y cuenta que a menudo sucede que un gerente aplica a una posición y cuando se lo invita a la entrevista tiene inconvenientes horarios. Al respecto, Cassano es contundente: “Si bien esto es muy posible, también suele notarse que no hay disposición. La persona que se postuló deberá estar disponible para las entrevistas que le surjan.”

Además, una entrevista siempre es positiva porque siempre termina en algo. Un error es considerar que sólo es efectiva cuando termina en una oferta de trabajo. Todas las son útiles y resulta imposible prever su evolución.

Según Cassano, en este tipo de encuentros el postulante puede:

1. Mejorar la eficiencia para realizar futuras entrevistas
2. Mantenerse actualizado sobre la situación de las empresas, los puestos, los perfiles, los sueldos.
3. Tener una alternativa de otra entrevista en el mismo lugar, por otro puesto.
4. Obtener una propuesta de un contrato por un período de duración determinada.
5. Ser contratado como consultor externo.
6. Quedar incorporado a la base de datos.
7. Obtener una opinión sobre el perfil laboral y las capacidades fundamentales
8. Obtener un indicio acerca de otras búsquedas.
9. Conocer métodos de selección.
10. Verificar los montos de remuneración a los que puede aspirar
11. Conocer los criterios sobre perfiles de puestos
12. Establecer una relación profesional, laboral o de amistad.

Para finalizar sus recomendación, Cassano postula: “Luego de haber mantenido una entrevista o una serie de entrevistas es una regla de cortesía enviar una nota agradeciendo el tiempo de su interlocutor. En más de una ocasión y por este tipo de detalle el postulante queda ligado al selector a través de una relación amistosa. No descarte enviar este tipo de notas, son de redacción estándar y siempre serán una ayuda.”

Consejos para el top management
La crisis financiera internacional y sus coletazos en la economía argentina también impactaron sobre la demanda de quienes ocupan las posiciones más altas en las compañías: los gerentes y directores.

Es que en momentos e indefinición respecto lo que va a pasar en el futuro las empresas tienden a reducir las contrataciones de top management, si bien cada escenario demanda un perfil diferente de este tipo de ejecutivos.

“Las búsquedas en este nivel se frenaron entre un 80 y 90%”, reconoce Roberto Machado, director ejecutivo de la consultora especializada en reclutamiento de altos ejecutivos Michael Page Argentina.

Así, en Michael Page notan que hay una menor demanda de CFO (gerentes financieros), directores de Marketing e incluso de CEO. Hay algunas empresas que no están contratando porque prefieren esperar lo que va a pasar y están promoviendo gente internamente.

En la actualidad, según comenta Machado, para cada vacante que surge hay entre cuatro y seis perfiles que podrían ser interesantes para ocupar esa función, algo muy distinto de lo que sucedía en el pasado, cuando había más demanda que oferta de gente calificada.

“No hay una sobreoferta, sino que hay una baja importante de la demanda, por lo que el mercado está más equilibrado que en el pasado. Antes un bien profesional quizá recibía tres o cuatro llamados de headhunter para una búsqueda, algo que hoy ya no ocurre”, asegura.

A los altos ejecutivos que están en la búsqueda, Machado les recomienda:

* Evaluar muy bien cuánto necesita volver al mercado.

* Ser bastante flexible porque ahora, al ser menor la demanda y mayor la oferta, tienen que competir con excelentes profesionales que también están buscando reubicarse o cambiar de empresa.

* Tener en cuenta que como el escenario es muy distinto de lo que era hace un año atrás, ya no pueden poner sus condiciones y pretensiones. Hoy las empresa tienen más poder para negociar la admisión de personal y, por ejemplo, están pagando menores bonos de contratación o de garantías. Este tipo de precondiciones que eran tan frecuentes dentro del top management no están siendo tan comunes.

* Mirar entre tres y cuatro empresas como mínimo, incluso de diferentes rubros y no sólo elegir una.

“Muchas veces los ejecutivos imponían el tipo de empresa en la cual querían trabajar, elegían por ejemplo una multinacional por sobre una compañía familiar. Pero la gente que realmente necesita reinsertarse ya no puede manejarse de esa manera”, enfatiza Machado.

Y si bien el panorama actual no es del todo alentador, la reflexión de Cassano es optimista. “Siempre, aún en las épocas de mayor crisis, hay oportunidades laborales. Es cuestión de organizarse y trabajar sobre la búsqueda”, concluye.