Berkshire Hathaway, la firma de inversiones del multimillonario Warren Buffett, acordó ayer la compra de la empresa de ferrocarriles Burlington Northern Santa Fe, en la mayor compra que ha realizado el oráculo de Omaha.
La firma pagará U$S 100 por acción por el 77,4% que aún no posee de la empresa, lo que significará un desembolso de U$S 26 mil millones. Asimismo, Berkshire asumirá la deuda por U$S 10 mil millones de Burlington, lo que sumado al porcentaje que Berkshire ya tenía, eleva el precio del acuerdo a un total de U$S 44 mil millones.
En un comunicado donde anunciaba el pacto, Buffett aseguró que el sector ferroviario es clave para el crecimiento de Estados Unidos y que el negocio se expandirá a medida que la nación crezca. “Es una apuesta del todo o nada en el futuro económico de Estados Unidos”, dijo el multimillonario inversionista.
Berkshire llevaba dos años incursionando en Burlington, mientras Buffett se preparaba para una adquisición en la que pudiera desplegar sus reservas de liquidez, valoradas en más de U$S 24 mil millones desde fines de junio. Los trenes serán más competitivos frente a los camiones debido al alto precio de los combustibles, explicó el inversionista.
“Es Warren siendo Warren, tomando ventaja de un mercado que es débil en un momento cuando la posibilidad de ofertas competitivas es relativamente bajo”, explicó a Bloomberg el socio de Gardner Russo & Gardner, Tom Russo.
