Tras más de dos años de esfuerzo constante, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, logró su objetivo: dos ex ministros de Economía del kirchnerismo y la mayoría de las consultoras y los bancos afirmaron ayer que la economía, el empleo y la inversión están en franca caída, pese a que las sospechadas cifras oficiales reflejen lo contrario.
Ayer por la mañana, en declaraciones radiales, el ex ministro Roberto Lavagna, que acompañó a los presidentes Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner (2002-2005), indicó que el país está en recesión desde hace un año y subrayó que en el país “no se crea empleo, no hay inversión, pero sí fuga de capitales”. En particular, dijo que “claramente la Argentina está en recesión desde principios de 2008”.
Además, Lavagna cuestionó los anuncios realizados por el Gobierno para combatir esta crisis: “En lugar de anunciar todos estos plancitos, casas, casitas, donde la burocracia retrasa todo, sería mucho mejor directamente [aplicar] una rebaja del IVA a la canasta básica y un sistema distinto de aportes patronales para las pequeñas y medianas empresas”.
Unas horas después, Martín Lousteau, primer ministro de Cristina Kirchner, sumó un diagnóstico parecido: “Cuando uno mira el último trimestre del año pasado, la caída respecto del anterior fue no menor al uno por ciento. Este primer trimestre también tiene una caída y eso es recesión”, sostuvo el ministro que renunció tras el conflicto con el campo.
La consultora de Lousteau, LCG, prevé que el PBI se contraerá al menos un 2% este año y afirma que, salvo el “curioso dato del IVA DGI”, el resto de las variables de la economía real se desploman tras el fuerte crecimiento del período 2003-2007.
De todos modos, en ese estudio aclararon las diferencias con la crisis 1998-2002: superávit fiscal, tipo de cambio flexible, alto nivel de reservas en el Banco Central y un sistema financiero con bancos que hasta ahora se muestran sólidos, pese a la fuerte crisis financiera global.
Estos “colchones” permitirán que, aunque el país sufra una recesión, el fenómeno tal vez sea menor que en otros países.
Consultoras y bancos consultados por Latinfocus pronostican una caída del -0,5% en promedio. Las cifras más pesimistas corresponden a los estudios Castiglioni & Tiscornia (-3,2%) y Ferreres (-2,6%) y los bancos Morgan Stanley (-2,2%) y Credit Suisse (-1,5%), mientras que las más optimistas son las del estudio Bein (2,3%) y de Merrill Lynch (1,6%).
La última publicación de Latinfocus indicó que “luego de que la economía se expandiera a su ritmo más lento de los últimos seis años en el último trimestre de 2008, la visión de la economía continúa empeorando y se espera una recesión plena en 2009; tanto el sector doméstico como el externo se desacelerarán en forma aguda”.
Según el promedio de las 20 firmas consultadas por Latinfocus, el primer trimestre de este año aún no exhibiría una caída (2,3%), a diferencia del segundo (-0,5%), el tercero (-1,5%) y el cuarto (-2,6%).
Sin embargo, el presidente de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE), Héctor Valle, dijo a LA NACION que “la percepción cualitativa es que todavía la economía no cae a nivel macro, pero que hay recesión a nivel microeconómico”, y apostó a que “con un poco de suerte el plan de obras públicas pueda generar un repunte en el segundo semestre”.
Valle aconsejó al Gobierno “preservar el empleo, apuntalar las exportaciones regionales y pensar en un esquema de retenciones móviles, porque eliminarlas en este contexto llevaría a un ajuste fiscal muy severo o a caer en un crédito del Fondo Monetario Internacional, que no creo que sea lo más conveniente para el país”.
Ramiro Castiñeiras, de Econométrica, también sostuvo que “la economía dejó de crecer en octubre” y consideró que el indicador más claro de ese freno es la fuerte caída en las importaciones.
Pese a todo, la última cifra oficial indica, según el intervenido Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), que la economía creció 7% en 2008.
