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América, un continente pobre rico en recursos

Panamá.- Los 34 países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) han decidido en Panamá aunar sus esfuerzos para poner fin a la paradoja que agobia a América Latina y el Caribe, una región rica en recursos que en los últimos cuatro años ha logrado avanzar en su lucha contra la pobreza.

Reunidos en el marco de la XXXVII Asamblea General del organismo, los cancilleres emitieron una declaración en la que señalaron su propósito de concretar su avance económico a través de la promoción de la energía como vía para el desarrollo sostenible.

“La Declaración de Panamá” señala que la combinación y la complementación en el uso de todas las fuentes, incluida la utilización más limpia de los combustibles fósiles, contribuye a ese logro.

Esa búsqueda ocurre en un momento en que la situación económica parece positiva para la región después de décadas de retroceso causadas por la inestabilidad política.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha señalado que durante 2006 el Producto Interno Bruto (PIB) de la región creció un 5.3 por ciento.

Según el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, ese fue el cuarto año consecutivo de alza y el tercero por sobre el 4%, un resultado que ha logrado disminuir la pobreza.

Esa apreciación es reforzada por la CEPAL, que señala que en 2006 el número de pobres disminuyó a 205 millones y el de indigentes a 79 en una población superior a los 500 millones.

“En consecuencia, se han reducido en 16 millones los pobres y en 18 millones los indigentes, lo que nos permite concluir que los últimos años han sido también de un buen desempeño regional”, afirmó Insulza.

En ese ámbito, la región ha multiplicado los tratados bilaterales y regionales para la promoción del comercio lo que es “un enorme progreso”, manifestó el secretario general.

Pero frente a ese panorama, los cancilleres dijeron en sus discursos que la región está lejos de concretar un avance económico que beneficie verdaderamente a su población.

Esa situación se da, a pesar de la riqueza de materias primas, agricultura, minerales y petróleo.

En el plano energético, Venezuela, México y Ecuador son importantes productores de petróleo, Chile es el mayor productor de cobre en el mundo, Argentina y Uruguay son grandes productores de carne, Colombia y Brasil, importantes exportadores de café en un continente de grandes recursos hidráulicos.

“América latina no es, de manera alguna, el continente más pobre de la Tierra. Su ingreso promedio se acerca al promedio del ingreso mundial y posee recursos para dar una mejor existencia a todos sus hijos”, indicó Insulza.

Sin embargo, “alrededor de 80 millones de latinoamericanos dormirán esta noche sin haberse alimentado suficientemente”, agregó frente a los representantes de las diplomacias del continente.

Por otra parte, 50 millones de personas no tienen acceso a ningún tipo de fuente energética lo que los condena a la eternización de su retraso, según dijo a Efe Mark Lambrides, de la División de Cambio Climático, Energía y Riesgos Naturales, del Departamento de Desarrollo Sostenible de la OEA.

Según Insulza, esa carencia se hace aún más apremiante si se considera que la demanda de energía en América Latina habrá aumentado un 75% en 2030 y se necesitará un aumento de 144% para atender ese incremento.

Para Lambrides, la meta de la región es concretar lo que calificó como “la energización” para erradicar la pobreza y los problemas del sector rural.

El canciller de Nicaragua, Samuel Santos, está totalmente de acuerdo.

“La vía fundamental para salir de esa situación es hacer realidad la “Declaración de Panamá” y acudir a la energía como solución de la permanente crisis económica regional, señaló.

“Sólo una integración energética solidaria y humanística nos permitirá reducir las vulnerabilidades de nuestra región y fortalecer las posibilidades reales de que se fortalezcan nuestras economías”, dijo Santos ante la Asamblea General.