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Celulosa vuelve a manos de un grupo argentino

El grupo forestal Tapebicuá adquirió el 54 por ciento de las acciones de la uruguaya Fanapel, controlante de Celulosa Argentina y propiedad de la familia Calcagno, por un monto de 45 millones de dólares, en una nueva operación de nacionalización de una compañía que había pasado a manos extranjeras.
Tapebicuá es un grupo foresto-industrial argentino con operaciones en Corrientes y Tierra del Fuego, que emplea a más de 1.000 trabajadores y factura unos 110 millones de pesos al año. En 2006 fue adquirida por el grupo inversor Douglas Albrech de capitales nacionales y extranjeros y cuyos socios son Juan Collado y Daniel Maradei.
Con esta adquisición, la inversión del Grupo Tapebicuá en el sector desde 2005 asciende a 385 millones de pesos y sumará una facturación aproximada de 745 millones de pesos anuales.
Según el diario rosarino La Capital, Tapebicuá inicio sus actividades en 1974, en Virasoro, dedicándose al desarrollo del eucalipto grandis. La empresa integró todas las etapas del proceso productivo, desde la plantación forestal hasta el sector industrial, y logró la certificación FSC (Forest Stewardship Council) que verifican la sustentabilidad y carácter ecológico a nivel internacional de su producción. Actualmente cuenta con una producción superior a 6.000 metros cúbicos mensuales de productos basados en madera aserrada y más de 3.000 de paneles compensados. En los últimos años, la empresa desarrolló la distribución de sus productos en Europa y Estados Unidos.
Por su parte, Celulosa Argentina posee dos plantas industriales, una en la vecina localidad de Capitán Bermúdez y otra en Zárate (Buenos Aires), alcanza una facturación anual de 450 millones de pesos y emplea a 700 personas. Desde su fundación en 1929, se dedica a la producción de pastas y papeles para impresión y escritura.