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El cerebro, afectado por un gran consumo de alcohol en la adolescencia

Un gran consumo de alcohol durante la adolescencia puede generar graves consecuencias que acompañan a la persona de por vida. Así lo reveló un estudio de la Universidad del Este de Finlandia y del Hospital de la Universidad de Kuopio en Finlandia, liderado por Noora Heikkinen.


El consumo de alcohol en la adolescencia puede generar problemas en el cerebro que permanecerán de por vida.

La investigación de la Universidad del Este de Finlandia y del Hospital de la Universidad de Kuopio en Finlandia, y liderada por Noora Heikkinen, demostró un adelgazamiento de la corteza cerebral en personas jóvenes que, durante su adolescencia, habían consumido mucho alcohol.

Para llegar a tales conclusiones, se utilizó visualización por resonancia magnética. De esta forma, pudieron analizar la estructura del cerebro de adultos jóvenes y sanos de 2 grupos. Los 1ros habían consumido mucho alcohol durante su adolescencia y continuaban haciéndolo de adultos. En cambio, los 2dos consumínan poco alcohol.

Los participantes de la investigación fueron examinados en 3 oportunidades: en 2005, en 2010 y en 2015. Cuando empezó el estudio, tenían entre 13 y 18 años.

Todos estaban académicamente capacitados y preparados, y la presencia de problemas de salud mental no se distinguía entre los 2 grupos. Los del 1ero, aquellos que habían consumido alcohol regularmente durante 10 años, entre 6 y 9 unidades una vez por semana, no habían sido diagnosticados con un trastorno relacionado con dicho consumo. Una unidad de alcohol equivale al que contiene un vaso de vino o de cerveza.

Sin embargo, aunque todos parecían sanos, los resultados fueron concluyentes y demostraron problemas en el 1er grupo analizado. En las personas que habían consumido mucho alcohol durante la adolescencia, el volumen de materia gris era menor en el córtex del cíngulo anterior, bilateralmente, así como en la ínsula derecha.

El consumo durante la adolescencia también afecta al hipocampo, una de las principales estructuras del cerebro humano. Produce un menor tamaño de esta estructura, una disminución de la corteza prefrontal y menos ca lidad de sustancia blanca. Como consecuencia, se producen fallas en la memoria, en la atención y en la toma de decisiones. Hay, además, problemas en el control de impulsos e inhibitorio.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), al año hay 3,3 millones de muertes por consumo de alcohol en todo el mundo, lo que equivale a un 5,9% del total de muertes. Además, el consumo en cantidades desmedidas puede generar más de 200 enfermedades y trastornos.

Estos datos dan cuenta de la grave problemática que supone el consumo de alcohol en exceso y de los perjucios que trae a la salud de los consumidores.

El cerebro termina de madurar y formarse apróximadamente a los 30 años, sobre todo las regiones frontales y del córtex del cíngulo, 2 de las evaluadas en el estudio. Por lo tanto, el alcohol perjudica el proceso de maduración de este órgano.

En rela ción a América, un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) de 2015 afirmó que, después de Europa, tiene el 2do consumo anual más alto per cápita de alcohol. Respecto a América Latina, Chile encabeza la lista y lo sigue Argentina con un consumo anual per cápita de 9,3 litros de alcohol.

Maristela Monteiro, asesora principal en abuso de sustancias y alcohol de la OPS/OMS explicó: “El aumento del consumo problemático de alcohol puede adjudicarse a la alta disponibilidad del alcohol en los países de nuestra región, su bajo precio y la gran promoción y publicidad de estas bebidas. Cualquier consumo de alcohol tiene un riesgo para la salud”.

El córtex del cíngulo, una de las áreas más afectadas según el estudio de la Universidad del Este de Finlandia y del Hospital de la Universidad de Kuopio en Finlandia, cumple una función significativa en el control de los impulsos.

Los cambios de volumen en esta zona del cerebro podrían cumplir un papel determinante en un posible desarrollo de una adicción al alcohol u otra droga en el futuro.

Acerca de los cambios estructurales en la ínsula, ubicada en la superficie lateral del cerebro, podrían manifestar una sensibilidad menor a los efectos negativos del alcohol. Esto también colabora para el desarrollo de una adicción.