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Como reducir el costo de la vigilancia sin perder eficiencia

Imagine un country o barrio cerrado de 3.000 metros de perímetro. Tiene varias entradas, un contorno que linda con lugares quizá peligrosos, movimiento frecuente de proveedores, habitantes e invitados… ¿Cómo se puede implementar la vigilancia para disuadir posibles intrusiones, y cuál es su costo?

En general, la comisión directiva contrata a un servicio de guardia que según el tamaño y movimiento del lugar, su propio know how, las necesidades planteadas y el presupuesto disponible, organiza la manera de tener el predio correctamente custodiado y en todo momento.

Para vigilar un espacio de estas dimensiones, habitualmente se determina que haya dos personas en la entrada (quienes suelen desempeñar además tareas de portería, es decir de recepción y salida de de elementos, así como de control de quienes ingresan y egresan), y una cantidad de efectivos que pueden variar entre 6 y 7 personas, para realizar la custodia interna. Este último aspecto depende de cada countrie, dado que en un mismo tamaño de predio, algunos tienen 240 casas mientras que otros pueden llegar a poseer hasta ochocientas.

Estos vigiladores suelen realizar rondas por el interior del barrio, y a la vez comprobar la seguridad del perímetro. Para realizar su trabajo organizan el predio en cuadrículas, y determinan el espacio que corresponde a cada cuidador, que de esta manera puede tener varios cientos de m2 para recorrer en forma frecuente. A la par debe comprobar el contorno, cosa que en algunos casos es más complicada dado que hay lotes que terminan en el perímetro del predio y el acceso no es posible porque se trata de un espacio ya construido o al menos cercado.

Según los valores que está rigiendo hoy el mercado, las empresas de seguridad cobran en promedio unos $80 por hora más IVA por cada uno de los guardias (dependiendo del horario que éstos realicen, ya que el turno de noche suele ser más caro). Hay que tener en cuenta que para que haya una custodia efectiva, debe haber 3 turnos rotativos que cubran las 24 horas. De modo que la Comisión Directiva deberá realizar un desembolso de $1.920 por día y por cada custodio, los 365 días del año.

Al cabo de un mes el presupuesto de vigilancia puede llegar fácilmente a 550.000 pesos teniendo en nómina a 8 vigiladores. Por eso muchos countries buscan la manera de reducir un poco los costos, reduciendo la cantidad de operativos durante el día, disponiendo la recorrida en bicicleta en lugar de automóvil, etc. Pero hay sistemas de seguridad electrónica que pueden cubrir parte del trabajo de los guardias de una manera sumamente eficiente, ofreciendo además otras prestaciones.

El cable sensor perimetral es una tecnología de avanzada, de instalación sencilla y libre de mantenimiento. Su desempeño se basa en un cable desarrollado para ser sensible a vibraciones, cortes, golpes, etc., y que convierte en una señal electrónica todo lo detectado en el alambrado. Esta señal se transmite a un procesador y a una PC con un plano de la instalación. Si hay una alarma, el personal de vigilancia sabe exactamente hacia dónde enfocar su atención. Es apta para ser instalada en todo tipo de terrenos, y cuenta con una buena relación costo- beneficio.

Su costo – ya instalado – es de entre U$ 25 y U$ 30 el metro lineal, de modo que proteger el mismo perímetro del que hablábamos (de 3.000 m lineales) puede significar un desembolso de unos 500.000 pesos, sin variables que puedan incidir en el precio ya que no importa la cantidad de portones, estado del terreno, etc. Este importe se abona por única vez, y es equivalente a un mes de vigilancia.

Cabe señalar que aún con el sistema de protección perimetral indicado, no es conveniente prescindir de los guardias, pero sí es posible reducir significativamente la cantidad de personal – en algunos casos hasta en un 50% – ya que solo deberán recorrer el interior del predio y supervisar lo que ocurre si hay una alarma. Y lo más importante es que además, se reduce considerablemente el riesgo que ellos corren, porque si hay un incidente (incluso si alguien intenta averiar el cable de alguna manera), pueden acudir al lugar indicado con todas las precauciones del caso.

Hay quienes prefieren instalar cámaras de vigilancia, que filmen y graben todo lo que ocurre en el predio y en su perímetro. Pero quizá no se detienen a analizar que detrás de la cámara tiene que haber una persona observando e interpretando las imágenes. Por otro lado, la tendencia es la integración general de tecnologías. Con esto nos referimos a la gestión común de la seguridad electrónica (alarmas, monitoreo perimetral, video vigilancia por circuitos cerrados de TV, etc.) y la seguridad física (casillas con vigiladores y perros, muros y barreras en los accesos a un predio, por ejemplo).

La idea es que todos los sistemas de seguridad trabajen de una manera cada vez más sistémica, de manera de brindar una mayor cantidad de prestaciones y un mejor tiempo de respuesta, al menor costo posible.