Lavarnos las manos con agua y jabón al menos 10 veces al día es un hábito de higiene que actualmente se sugiere reforzar. Esta pauta se suma a las condiciones propias del invierno, época en la que las bajas temperaturas y el frío resecan la piel del cuerpo y de las manos.
“Estos hábitos de higiene son muy efectivos para evitar el contagio de distintas enfermedades, pero al ser utilizados en mayor número de veces que lo habitual, también pueden producir alteraciones en la piel que llevan a un resecamiento, pérdida de la impermeabilidad y, por ende, de las funciones de la barrera cutánea, que pueden determinar la producción de eccemas, ardor o enrojecimiento de la piel”, asegura la Dra. Daisy Carini, médica dermatóloga (MN105751).
¿Cómo evitarlo? Para contrarrestar los efectos negativos que pueden generar el uso constante de alcohol y el lavado continuo de manos, los especialistas recomiendan utilizar cremas hidratantes y reparadoras varias veces al día. De esta manera, se puede colaborar en la restitución de la capa lipídica y en el mantenimiento de la humectación natural de la piel.
3 Consejos para cuidar la piel de tus manos:
1. Lavá tus manos diariamente usando jabones hidratantes suaves o jabones líquidos diluidos en agua.
2. Aplicá una crema humectante mediante masajes dedo por dedo. Así los humectarás profundamente activando la circulación. No olvides los espacios interdigitales y las uñas (son recomendadas las cremas que contienen Pantenol, especialmente desarrolladas para el cuidado de manos como Nivea Hand)
3. Exfoliá el dorso de tu mano cuando su piel presente los primeros indicios de manchas o se muestre excesivamente áspera.
