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De la mano del deterioro del tipo de cambio, la industria argentina se “tiñe de rojo”

La salida de la convertibilidad marcó, para muchas empresas, un verdadero punto de inflexión en el plano comercial: de la mano de un dólar, los bienes industriales se volvieron más competitivos, tanto en las góndolas internacionales como en relación a la oferta de productos importados en el mercado local.

Sin embargo, por efecto de la presión inflacionaria y el deterioro del colchón de competitividad, la Argentina se encamina a cerrar 2008 con un déficit comercial de la industria sin precedentes.

En otras palabras, todo el abanico de ventajas de las que gozó el sector productivo desde la salida de la convertibilidad, no alcanzó. Y en este contexto de suba de costos el fenómeno se profundiza aún más, lo que puso en alerta a gran parte de los industriales argentinos.

A la hora de los números, se destaca que en el año 2001, cuando los empresarios alertaban por la “avalancha importadora” y la destrucción del sector productivo local, el déficit fue de apenas u$s9.500 M.

Sin embargo, teniendo en cuenta las proyecciones privadas, 2008 culminaría con un rojo histórico de u$s32.647 M, lo que implicaría un salto del 243%.

De esta manera, tal como destaca la consultora Abeceb.com, el rubro industrial sigue siendo el único deficitario de los cuatro grandes rubros y ese rol se acentúa en los últimos años “pese al supuesto proceso de sustitución de importaciones después de la devaluación”.

En síntesis, el Gobierno depende más que nunca del superávit que aún garantiza el campo.

Los sectores más deficitarios
Los sectores industriales que más pesaron en el crecimiento del déficit comercial industrial entre los años 1998 y 2007, fueron las máquinas y aparatos eléctricos y electrónicos, que formaron parte del boom de consumo de los últimos años, y donde hay una muy limitada producción local, como celulares, computadores y cámaras fotográficas.

Este fenómeno también estuvo dado por la fuerte importación de insumos, bienes de capital y partes y piezas de sectores dinámicos y donde la Argentina es ampliamente competitiva:

* El sector agrícola debe abastecerse de abonos, fertilizantes, cosechadoras, trilladora. Estos rubros son los que padecen el mayor deterioro del déficit comercial.

* Por su parte, la industria automotriz se abastece de motores y sus partes (dentro del rubro Motores de combustión interna) pero también aparece entre los más deteriorados comercialmente.

* En lo que respecta al sector químico, los rubros de insumos orgánicos e inorgánicos aparecen también dentro de los que más empeoraron su saldo pese al crecimiento del sector.

“Este hecho refleja la insuficiencia de la oferta local para abastecer el crecimiento de los sectores dinámicos, incrementando de esta forma las importaciones y deteriorando el saldo comercial industrial”, analizaron desde Abeceb.

Razones de esta mala performance

1-Pérdida de competitividad vía tipo de cambio
Desde Ecolatina destacaron que “la aceleración de las importaciones industriales es el caso más preocupante, pues es un signo de que el tipo de cambio real actual ha dejado de estimular la producción interna y la colocación de estos productos en el mundo”.

De acuerdo a un estudio de la consultora, durante este período, las importaciones que compiten con productos de fabricación nacional aumentaron 53% respecto al mismo período de 2007.

Actualmente, este tipo de importaciones representa 63% del total importado, tres puntos más que en el primer semestre del año anterior.

Algunos ejemplos de productos industriales nacionales que se ven amenazados por las crecientes importaciones, según Ecolatina, son: autopartes, productos de hierro y acero, grupos electrógenos, televisores, maquinaria agrícola, productos textiles y fertilizantes químicos.

En diálogo con iProfesional.com, Rodrigo Álvarez, jefe de Economía de Ecolatina, explicó que “el proceso de sustitución de importaciones descansó, en una primera etapa, en el colchón de competitividad que daba el tipo de cambio. En numerosos casos importar era muy caro y se volvía más rentable producir localmente”.

Sin embargo, según el especialista, “esta ventaja prácticamente se agotó. La competitividad sólo queda en los sectores donde la Argentina tiene muchas ventajas, como la agroindustria”.

Esto, según Álvarez, acelera el fin del proceso de sustitución de importaciones, reemplazando producción nacional por productos extranjeros.

En la misma línea, Sergio Vacca, presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), alertó que “está avanzando la sustitución de producción nacional por producción importada”.

“Esto nos llevó a solicitar ante la Secretaría de Industria un pedido de licencias no automáticas para más de 300 posiciones arancelarias”, agregó el directivo.

Frente a este escenario, el titular de la Unión Industrial Argentina, Juan Carlos Lascurain, reclamó a la Presidenta mantener una política de dólar elevado para recuperar el terreno perdido.

Sin embargo, Cristina Kirchner enterró toda esperanza de los empresarios al aclarar que un tipo de cambio “demasiado alto” no es compatible con la lucha contra la inflación.

Así, comenzó a gestarse un frente de industriales que le pedirá al Gobierno la eliminación de las retenciones a las exportaciones de manufacturas, tal como publicó iProfesional.com (Ver nota: Nace una fuerte avanzada de sectores industriales para eliminar retenciones)

2-Crecimiento de la inversión menor al del mercado
En este plano, desde Abeceb destacaron que “la oferta local quedó limitada al uso de su capacidad productiva producto del agotamiento de la utilización de los recursos que habían quedado ociosos tras la crisis”.

En este contexto, Álvarez aseguró que “lo que estamos viendo entre los empresarios es temor a la hora de invertir”.

“Entre volver a apostar a un proyecto e importar, muchas empresas están optando lamentablemente por la segunda opción, porque evalúan que las perspectivas son inciertas, no pueden prever un entorno de negocios de acá a cinco años y les resulta fijar costos”, agregó el especialista.

3-Los coletazos del tsunami financiero
Asimismo, cuando se plantea un nuevo escenario de crisis internacional de las grandes potencias, las perspectivas para el próximo año “no son alentadoras dados los potenciales efectos repercusión en el saldo industrial a través de dos vías”, según Abeceb.

Esto sucede por la amenaza de los productos industriales de origen asiático, cuya demanda por parte de los países desarrollados puede resultar comprometida con lo cual el remanente potencial que no pueda ser colocado en el primer mundo podría reorientarse a bajo precio hacia países en desarrollo, como la Argentina.

Esto ya había sido alertado por el presidente de la Cámara de Exportadores, Enrique Mantilla, quien aseguró que “a lo que asistiremos es a una fuerte presión de las manufacturas chinas compitiendo en nuestros mercados. Estamos muy atentos, en especial en el área de Latinoamérica. Hay que recordar que China ya nos desplazó en Brasil al tercer puesto como proveedores”.

3-Composición de las empresas exportadoras
En lo que respecta a la estructura productiva, los especialistas destacan que la mayor cantidad de exportadores se encuentra entre las pequeñas y medianas empresas que venden al exterior menos del 10% de sus ventas totales, mientras que las de mayor tamaño que exportan una mayor proporción representan solo el 5% de los exportadores pero se encuentran mayormente en los sectores agrícolas y de la agro industria.

Según datos del Centro de Estudios para la Producción, el 95% de los exportadores son micro, pequeñas y medianas empresas, cuyas ventas al exterior tienen en promedio muy poco peso en sus ventas totales.

De hecho, más del 88% de las Pyme venden menos del 10% de sus ventas totales al exterior y solo en el 3% de estas, las exportaciones superan el 50% de las ventas.

“Para agregar, las perspectivas no son alentadoras cuando se tiene en cuenta que el principal impedimento para exportar por parte de las Pyme es la insuficiente capacidad productiva y comercial, lo que se relaciona con una inversión en capital físico y humano insuficiente y que las demandas de políticas de exportaciones se orienten sobre un tipo de cambio por sobre las mejoras en las políticas comerciales, acceso a mercados y planes de financiación de exportaciones”, alertaron desde Abeceb.

Alerta por efectos negativos
Desde la Asociación de Importadores y Exportadores de la República Argentina (AIERA), se mostraron preocupados por el avance del déficit: “Estos resultados son muy importantes y demuestran que, más allá de la pérdida de divisas resultante del comercio industrial, hay por detrás una pérdida de los empleos de mayor calidad. Al estar exportando o importando un producto, no sólo se produce un intercambio del bien en sí, sino que el mismo implica una exportación o importación de empleo, ya que dicho bien tiene incorporada una cantidad determinada de trabajo donde el mismo se produjo”.

De este modo, según los expertos de la entidad, “un alto déficit industrial, como el mostrado, implica un desbalance en cuanto a la capacidad industrial del país de competir y complementarse, y una ineficiente utilización de los recursos humanos propios, empleados en mayor medida en empleos de bajo valor agregado. De ahí la importancia de comenzar a seguir más de cerca este fenómeno para intentar revertirlo”.

Frente a este escenario, AIERA consideró que “se debe fijar como objetivo imprescindible para el desarrollo del país, la necesidad de aumentar la proporción de las exportaciones industriales en el total de las ventas externas. En el caso del año 2007 analizado, dicha tasa es de 30%. Se debe aspirar a elevar dicha tasa a más del 50% en un horizonte razonable, de alrededor de 10 años”.

“Un país independiente y pujante, debe poder tener relaciones complementarias desde el punto de vista económico para garantizar buenos empleos y el bienestar económico a su población. También es claro que para conseguir el mismo se debe tener un plan, ya que la solución no es sencilla y tiene una gran variedad de causas que deben atacarse. Pero definir el problema y la necesidad de resolverlo es muy importante y es un primer paso. Lo que sigue es reunir apoyo político y voluntades para avanzar en ese sentido”, concluyeron desde la entidad.