La inversión muestra una notable reacción desde el peor momento de la crisis, pero todavía muestra un alto componente de construcciones y baja incorporación de máquinas para la producción, en especial por parte de las PYME
Los economistas del IERAL de Fundación Mediterránea, Gabriel Sánchez e Inés Butler, prepararon un documento de discusión sobre los prerrequisitos que vislumbran como necesarios para una “agenda de políticas pro-inversión”.
A nivel macroeconómico aparecen las recomendaciones de:
1) Sostener el superávit fiscal;
2) Mantener la estabilidad macroeconómica (evitando volatilidad del tipo de cambio real y de la presión tributaria y desaceleraciones bruscas en el nivel de actividad);
3) Evitar una apreciación brusca del tipo de cambio real;
4) No reducir la rentabilidad empresaria por medio de políticas distorsivas, ni tornarla impredecible;
A nivel de agenda de reforma estructural recomiendan:
5) Diversificar exportaciones (para morigerar volatilidad en términos del intercambio), facilitar y estimular el descubrimiento de nuevas actividades de exportación sofisticadas que permitan aumentar la productividad de la inversión;
6) Rreducir la informalidad laboral y tributaria;
7) Estimular una mayor incorporación de tecnología en las PYME;
8) Mejorar el funcionamiento de los mercados de capitales, de modo de incrementar la disponibilidad de financiamiento, especialmente de capital de trabajo para PYME, y favorecer el retorno de la IED a mayor escala como fuente de incorporación de tecnología;
Estas políticas deben complementarse con:
9) Programas públicos de apoyo a las inversiones que prioricen el sostenimiento de la rentabilidad en las PYME; el acceso a financiamiento a costos y plazos razonables;
10) La estabilidad tributaria; los incentivos a la formalización empresaria; la promoción de exportaciones en industrias con alta presencia PYME; el descubrimiento de nuevas actividades de exportación de mayor productividad a través de la reducción de los costos de experimentación, el financiamiento y la facilitación de bienes públicos específicos a la industria; y la incorporación de tecnologías en las PYME.
A mitad de camino
“Ya existen numerosos programas públicos que apuntan a estos objetivos, especialmente el de financiamiento, aunque faltan más programas que otorguen estabilidad tributaria y programas que promuevan y faciliten la experimentación en el descubrimiento de nuevas actividades de exportación”, sostiene el IERAL.
Por eso, finaliza el enfoque de los mediterráneos “la agenda hacia delante debe incluir una evaluación cuidadosa del alcance, impacto y utilidad de los instrumentos empleados por estos programas, así como las cuestiones prácticas de acceso a los mismos”.
