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Educación en negocios: las debilidades del método del caso

El método del caso, desarrollado en los claustros de la prestigiosa escuela de negocios de Harvard, se basa en la convicción de que la experiencia de situaciones empresariales reales es la mejor forma de desarrollar capacidades directivas.

Así, a lo largo del MBA, los alumnos analizan una serie de casos mediante una dinámica específica.

Los estudiantes reciben un documento que describe una situación empresarial donde debe tomarse una decisión.

El reporte incluye datos históricos, financieros, de posicionamiento estratégico y demás indicadores de los que habitualmente dispone un gerente.

Los alumnos analizan el caso individualmente y luego en pequeños grupos.

En la clase siguiente, el profesor coordina un debate donde los distintos equipos argumentan el por qué de su decisión y procuran persuadir al resto de que su enfoque es el correcto.

Desde sus primeros desarrollos en Harvard a principios del siglo XX, esta metodología ha sido adoptada, en mayor o menor medida, por escuelas de negocios de todo el mundo.

Pero, ¿cuáles son sus debilidades?

1) El método insume demasiado tiempo

Típicamente, los casos incluyen toneladas de información a analizar y procesar.

Y la situación es más grave si se considera que, en un programa tradicional de MBA, los participantes estudian simultáneamente casos de distintas materias.

2) El método no ofrece lecciones generales

El método del caso brinda a los alumnos la oportunidad de reflexionar sobre una multitud de situaciones empresariales particulares.

Sin embargo, suele no ofrecer lecciones claras, ordenadas y generales como las clases convencionales.

3) El método no es adecuado para todas las disciplinas

Las características del método del caso impiden aplicarlo a materias que exigen un esfuerzo individual de aprendizaje teórico como la estadística u otras disciplinas cuantitativas.

4) El método es cerrado y autosuficiente

Generalmente, toda la información del caso es provista por el profesor y los estudiantes no están autorizados a buscar fuentes externas de información (incluso, cuando se permite esta búsqueda, la falta de tiempo suele desalentar el esfuerzo).

Tal vez esta restricción tuviera sentido en los tiempos previos a Internet, cuando la recolección de datos era realmente un proceso tortuoso que podía distraer a los alumnos de sus tareas de análisis y toma de decisiones.

No obstante, gracias a la web, es posible (e incluso, deseable) delegar en los alumnos la búsqueda de información. Al fin y al cabo, un directivo también necesita cierto manejo de las fuentes para respaldar sus decisiones.

En este sentido, la escuela de negocios de Columbia ha propuesto una reformulación del método.

En lugar de brindar a los estudiantes un reporte completo, el profesor sólo les ofrece una serie de artículos sobre la situación a resolver y un video con los comentarios de la persona que debe tomar la decisión.

De esta forma, la responsabilidad de búsqueda, selección y contextualización de la información recae sobre los estudiantes.

En definitiva, no caben dudas de que el método del caso es (y seguirá siendo) una herramienta pedagógica fundamental de la formación en negocios gracias a su enfoque de aprendizaje por la experiencia.

Hasta el momento, esta metodología parece insuperable para la formación de habilidades de análisis, toma de decisiones, trabajo en equipo y liderazgo (porque los resultados típicamente se debaten en grupos).

Pero también es cierto que el método del caso puede ser actualizado y potenciado si se lo combina con herramientas de simulación computarizada de escenarios.

Éste parece ser el rumbo que está adoptando la escuela de negocios de Harvard.