Inicio Empresas y Negocios Efecto crac: cómo está hoy el “electrocardioagrama” de las empresas argentinas

Efecto crac: cómo está hoy el “electrocardioagrama” de las empresas argentinas

El año no comenzó de la mejor manera para los empresarios argentinos que ven, en esta primera parte del año, cómo sus dos fuentes de ingresos muestran fuertes signos de deterioro.

Por un lado, el mercado interno, en gran parte el motor de la economía argentina desde la salida de la crisis de 2001, está lejos de sus tiempos de gloria.

En efecto, según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas retrocedieron 12% en relación con enero de 2008 por el pesimismo de los consumidores y el encarecimiento del crédito.

De hecho, el deterioro en las ventas ocurrió en todos los productos que componen la oferta minorista. De 22 rubros relevados, 19 registraron caídas y los tres restantes permanecieron sin cambios. Entre los rubros que vendieron menos, 15 registraron caídas de dos dígitos.

Además, según anunciaron desde la CAME, ni siquiera la pequeña fiebre por San Valentín podrá revertir un febrero que quedará en el olvido.

Por otra parte, aquellas empresas que tienen negocios en el exterior tampoco corrieron mejor suerte: tal como adelantó este lunes iProfesional.com las exportaciones totalizaron la magra suma de u$s3.687 M, lo que implicó un derrumbe del 35% con respecto al mismo mes del año pasado.

De este modo, la Argentina pasó a acumular tres meses consecutivos de caídas, algo inédito desde la salida de la convertibilidad.

Cumbre para analizar los efectos de la crisis
Ante este duro panorama, los empresarios nucleados en la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA) se reunirán con la Ministra de Producción, Débora Giorgi, “para exponer la realidad de cada sector y de las provincias”.

El presidente de CGERA y diputado nacional, Marcelo Fernández, manifestó su satisfacción al expresar que “esperamos poder volcar las inquietudes para acompañar este proceso con propuestas”.

Del encuentro, que se realizará este miércoles en la sede de la Federación Argentina de Municipios (FAM), participarán representantes de 18 provincias argentinas, más de 60 presidentes de cámaras sectoriales y federaciones provinciales y sectores Pyme de la producción.

En diálogo con iProfesional.com, Raul Zylbersztein, presidente de la Cámara de las Manufacturas del Cuero y secretario de la CGERA, sostuvo que “este encuentro es clave porque se va a convocar a un referente de cada sector y a uno por cada provincia para que pueda explicarle a la ministra cuáles son los problemas que atraviesa”.

De este modo, explicó que “no va a haber una propuesta ni una solicitud fija, porque todos están armando presentaciones distintas, con lo cual seguramente va a haber muchas cosas coincidentes pero también casos particulares. Va a haber de todo: reclamos y propuestas”.

Industriales en alerta
El corto plazo para los empresarios argentinos se muestra sumamente complejo. En lo que respecta al mercado interno, desde la consultora Finsoport explicaron que, en la medida que la contracción de la producción de bienes afecte completamente al sector no transable, al empleo, a los salarios reales y a las expectativas, el cambio de tendencia terminará por erosionar al principal componente de la demanda agregada.

En función de este análisis, “puede proyectarse un crecimiento nulo en 2009 para el PBI asociado a caídas netas de las exportaciones, de las importaciones y de la inversión, que serían compensadas por el consumo privado -cuya tasa de expansión se reduciría aunque todavía sería positiva- y por el gasto público, que mantendría un ritmo de incremento elevado aunque inferior al 2008”.

Por su parte, las perspectivas para el mercado externo tampoco son alentadoras: todas las consultoras proyectan una caída de las exportaciones, que va del 9 al 26 por ciento.

“A nivel micro, el panorama es muy complicado porque hay un gran número de sectores que, con la baja a nivel interno, tenían una salida colocando gran parte de su producción en el exterior. Sin embargo, hoy las cosas son muy diferentes”, explicó Héctor Méndez, el próximo presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA).

A la hora de trazar un panorama general sobre los efectos de la incertidumbre, la falta de crédito y el fin del viento de cola en las empresas argentinas, Sergio Vacca, en ejercicio de la presidencia de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (ADIMRA), sostuvo que los sectores más complicados en la Argentina en este momento son el de la maquinaria agrícola y la industria automotriz.

“Ambos complejos sintieron instantáneamente el peso de la recesión”, aseguró Vacca.

Como contrapartida, explicó que los productores que están vinculados con la maquinaria y los bienes de capital, como los tiempos de fabricación de los equipos son más prolongados y ya había compromisos contratados con anterioridad, el impacto va a tardar un poco más en llegar.

Sin embargo, alertó que nadie quedará exento del golpe de la crisis mundial: “Lo que están notando es que están recibiendo una menor cantidad de pedido de cotizaciones. Esto hace pensar que en estos sectores va a aparecer una problemática similar a la de los demás”.

A la hora de trazar un paneo sobre algunos de los sectores más afectados por la dura coyuntura actual se destacan:

* Gas Natural Comprimido: un negocio que pierde fuerza

La mayor parte de la torta del negocio del GNC está en manos de cinco empresas: Tomaseto Achille, Galileo, Inflex, Agira y Aspro, aunque está calculado que hay otras 70 empresas más chicas

La industria emplea a 40.000 trabajadores y exporta a más de 20 mercados por un valor que anualmente alcanza los u$s300 millones. Los principales mercados son Brasil, Pakistán, Irán y Bangladesh.

La situación del sector es complicada tanto en el plano local como en el internacional. El presidente de la Cámara Argentina del Gas Natural Comprimido, Carlo Evi, aseguró a este medio que “el principal problema que tenemos en la actualidad es el del crédito. Hoy se están pagando tasas de hasta un 40% y esto se convierte en una barrera que nos perjudica a nosotros y a los usuarios”, explicó Evi.

En este sentido, “el flujo de gente que va a los talleres de conversión es muy grande, pero no pueden concretar la operación porque pagar esto con tarjeta de crédito se encareció muchísimo y la financiación convencional hoy directamente no existe”.

Por su parte, adelantó que “las proyecciones para 2009 no son buenas, el negocio en el exterior se está cayendo y esperamos exportaciones mucho más bajas. De hecho, enero fue un mes pésimo. Tuvimos un muy mal arranque del año, con caídas de las exportaciones del 40%”.

En este contexto de fuerte contracción de la demanda, las empresas están optando por las suspensiones, que ya afectan al 30% de los trabajadores del sector. Al respecto, Evi alertó que “si seguimos así hasta marzo estamos seguros de que directamente va a haber reducción de la planta laboral”.

* Maquinaria agrícola: el negocio que no fue
El de la maquinaria agrícola es un complejo clave de la metalmecánica argentina que está compuesto por unas 720 fábricas.

En 2007, con el boom de precios internacionales en auge, el sector vivió su mejor período, con una facturación global estimada en u$s850 millones.

Y si bien 2008 pintaba como otro año récord, la crisis del campo que se desató a mediados de marzo y el fin del boom de las commodities agrícolas, provocó que el panorama terminara siendo desolador, a pesar de que el buen ritmo de ventas del primer cuatrimestre ayudó a “maquillar” el descalabro del último tramo.

Así, según datos de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA), a lo largo del año pasado los fabricantes nacionales cerraron con una caída del 20%, es decir, por debajo de los u$s680 millones.

De ese total, las exportaciones representó un 25% para las empresas. Los principales mercados son Venezuela, Bolivia, Paraguay, Brasil y Uruguay.

El panorama es totalmente desolador en los dos frentes: en lo que se refiere a ventas al mercado interno, para el primer cuatrimestre desde el sector estiman una caída de ventas superior al 80% con respecto al mismo período de 2008.

“Las ventas se hundieron. Ningún productor habla de comprar una maquinaria, se limitan a reparar, reparar y reparar. El productor en épocas de crisis trata de sobrevivir pero nosotros tenemos que vender algo sí o sí. Estamos en un cuello de botella y que lamentablemente va a eclosionar”, disparó el titular de la cámara, José María Alustiza, quien agregó que “la situación es gravísima”.

En lo que respecta al plano exportador, la crisis está a la orden del día: la delgada billetera del gobierno venezolano -que padece una caída del precio del petróleo del 70% en menos de un año-, provocó que aún no se firmara un acuerdo clave para las empresas vinculadas a CAFMA.

Se trata de un negocio de venta de maquinaria agrícola por u$s500 M de los cuales aún faltan ejecutar u$s220 M y que, por el momento, aún no hay señales de que tenga un desenlace positivo.

“La demanda externa bajó ostensiblemente y dependíamos mucho del convenio con Venezuela que no se firmó y que abarca prácticamente el 70% de todo lo que exportamos anualmente”, se lamentó Alustiza.

En relación al empleo, el directivo explicó que “la mayoría de las empresas todavía está con período de vacaciones, pero ya se está comenzando a trabajar con jornada reducida y se han producido despidos”.

* Industria textil: un sector aún con espalda
Los empleos directos que genera el complejo textil ascienden a 460.000.

Según la CAME, el rubro de la indumentaria fue el segundo más golpeado en enero, con caída de las cantidades vendidas del 20,5% frente a igual mes de 2008. Fue donde más se notaron las liquidaciones y descuentos, pero aún con esas ofertas “las ventas no respondieron a ese estímulo. Los comercios de estos rubros vienen sufriendo pérdidas importantes en su rentabilidad porque para vender deben hacer liquidaciones permanentes”.

En diálogo con iProfesional.com, Mariano Kestelboim, economista de la Fundación ProTejer, sostuvo que “en líneas generales, en toda la cadena textil la actividad bajó un 40%”.

En el plano exportador –que equivale al 10% del negocio de las empresas- aseguró que “hay mercados que están mucho menos demandantes o que se han cerrado directamente, como brasileño, donde se están cancelando pedidos. En general hay un exceso de oferta en el mundo y es muy difícil colocar la producción nacional”.

Cabe recordar que se trata de un sector estratégico, si se tiene en cuenta que en 2008 las exportaciones de todo el complejo –producto terminado y materias primas- totalizaron cerca de 600 M de dólares.

A la hora de analizar los efectos de la crisis, el especialista explicó que hasta ahora “se produjo la cancelación de las horas extras. Además, las empresas otorgaron todas las vacaciones que podían y en algún caso se cancelaron turnos de trabajo”.

Sin embargo, aseguró que las empresas del sector están mejor posicionadas que las de otros rubros: “A diferencia de la crisis anterior, en este momento de contracción económica, las fábricas textiles no tienen grandes deudas y los plazos de pago son mucho más cortos”.

“Hasta el momento la crisis no es tan grave, pero las perspectivas no son muy favorables”, reflexionó.

* Electrónica: caída brutal de ventas
Desde la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (Cadieel), su presidente, Ramiro Prodan, explicó a iProfesional.com que “la caída de las ventas en el mercado interno es brutal”.

“Si una empresa vendía 260.000 pesos por día, ahora con suerte vende 60.000. Además la demanda no existe, nadie llama, nadie pide cotizaciones. Está muy dura la situación, el mercado interno está muy golpeado”, alertó Prodan.

Además, aseguró que cada vez se estiran más los pagos: “Al principio de 2008 se manejaban plazos de 60 días. Hoy pasan 120 días y hay clientes que no pueden pagar”.

Por otra parte, el directivo aseguró que “desde el exterior también hemos registrado una baja de la demanda y caída de pedidos”.

El sector está conformado por más de 2.000 empresas que dan trabajo a 30.000 empleados.

Sobre este punto, Prodan sostuvo que se dieron vacaciones adelantadas y se suspendieron turnos” pero que aún no se ven despidos porque las modificaciones en la planta de personal “se hicieron en septiembre y octubre, meses en que sufrimos una merma significativa de la demanda”.
“Creo que va a haber una crisis progresiva, de la que luego tendríamos que salir. Pero hay demasiadas incógnitas, no sabemos qué va a pasar con EE.UU. y el plan de ayuda. Debemos esperar unos meses para conocer el impacto en la industria”, reflexionó.

* Manufacturas del cuero: bajas en todos los frentes
El sector emplea a 9.000 personas y exporta por u$s100 M anuales.

El diagnóstico que tienen en el sector no es bueno: en lo que va del año, las exportaciones cayeron 40%, las ventas a turistas un 30% y al mercado interno un 20%.

“Los comerciantes y los importadores están comprando menos a la industria de lo que están vendiendo. Esto es un problema: si ellos venden 10 a la producción compran 3, no reponen, se quedan líquidos y esto hace que produzcamos menos y retroalimentamos la crisis”, explicó Zylbersztein.

Según el directivo, la razón es que “hoy los compradores están esperando que bajen los precios. Pero el tema es que no van a bajar más los precios de las manufacturas, el valor de la materia prima tocó piso y los salarios no van a bajar”.

En relación al impacto de la crisis en los índices laborales, Zylbersztein explicó que, por el momento, los efectos no son muy visibles: “Nosotros en esta época del año no vendemos mucho usualmente, por eso estamos acostumbrados a pasar el verano. Esto implica que no hay grandes problemas de empleo. Los que regresan de las vacaciones comienzan a trabajar con muestras y se preparan para la temporada”.

“El tema arranca en marzo. Recién ahí vamos a ver si el año comienza y si vamos a tener trabajo para el resto del año”, aseguró.

Tipo de cambio y políticas
De cara al futuro, desde ADIMRA, Vacca sostuvo que “todo lo que se está haciendo en el Gobierno para tratar de proteger al mercado interno, lo compartimos, nos parece que es una buena medida”.

Sin embargo, “todo esto son cuestiones muy puntuales dentro de una política macroeconómica absolutamente desfavorable. Hacer algo es mejor que no hacer nada, pero ese poquito no te soluciona el problema”, disparó.

En este contexto, el industrial que reemplaza a Lascurain en la asociación de metalúrgicos se quejó de tener “muy pocas expectativas con respecto a una suba del dólar”.

“Esto no es bueno porque creo que es la variable macroeconómica más importante que debe ser tocada por el Gobierno. Estamos en una condición severamente complicada. Como no quieren dar señales de desconfianza están siendo inflexibles con el dólar y esto perjudica los términos de intercambio. En fin, la situación es muy complicada”, aseguró.