El Aeropuerto Internacional de Ezeiza recibió esta mañana la visita del Airbus A380, que aterrizó en Buenos Aires por segunda vez en el contexto del Tour Mundial 2012 del avión.
Se trata de la mayor aeronave de pasajeros del mundo que tocó tierra en la Argentina, a las 11.30 hora local. Antes de llegar al país, el avión estuvo en exhibición estática y en vuelo en Chile en FIDAE 2012, en ocasión de su participación en la feria aeronáutica más importante de la región.
Previo al aterrizaje en Santiago de Chile el 24 de marzo, el A380 también visitó Sao Paulo y Río de Janeiro. El avión estará en Buenos Aires hasta mañana, 31 de marzo, cuando emprenderá su regreso a Toulouse, Francia, en donde se encuentra la línea de montaje final del fabricante.
“Se espera que el tráfico en la región se triplique en los próximos 30 años y estimamos que América Latina requerirá más de 40 aviones de gran tamaño, como el A380, entre hoy y el 2030”, dijo Rafael Alonso, Vicepresidente Ejecutivo de Airbus para América Latina y El Caribe, ante la prensa reunida con motivo de la llegada de la aeronave.
Con 138 aeropuertos visitados a nivel mundial, el A380 ha probado que puede operar en la infraestructura existente sin o con muy pequeñas modificaciones. Hoy, cerca de 30 aeropuertos a nivel mundial reciben al A380 diariamente. Además, más de 50 aeropuertos están listos o preparándose para acomodar al A380 y cumplir con las necesidades de las aerolíneas de operar más destinos con este avión.
El A380, el avión más grande, confortable y ecoeficiente, está en servicio en algunas de las mayores aerolíneas a nivel mundial. Más de 70 A380 han sido entregados a 7 clientes y existe una cartera de pedidos de 253 aviones por parte de 19 operadores.
Con capacidad para transportar desde 400 hasta más de 800 pasajeros según su configuración, el A380 es una solución esencial para un crecimiento sostenible, ofreciendo más por menos, y aliviando la congestión del tráfico aéreo al transportar más pasajeros en un menor número de vuelos y con un coste menor.
El A380 es, además, más silencioso –el avión más silencioso de largo recorrido de cara al futuro más inmediato–, generando sólo la mitad de ruido que el 747-400 en el despegue, y de tres a cuatro veces menos ruido en el aterrizaje, con un 40% más de pasajeros. Estos datos son un hecho probado por varios monitores de ruido en los aeropuertos.
Con el menor consumo de combustible por asiento, el A380 permite a las aerolíneas reducir sustancialmente su huella medioambiental en términos de emisiones de CO2.
En resumen, el A380 sobrepasa las grandes expectativas que había generado. Dispone de la cabina más confortable, relajante, eficiente e innovadora; ofrece el consumo de combustible, costo por asiento y nivel de ruido más bajo que cualquier avión grande; utiliza la última tecnología y tiene las certificaciones de los últimos estándares; ofrece una actuación superior y el potencial de desarrollo de una familia. Es muy popular entre los pasajeros, lo que conduce a factores de ocupación más altos y mayores ingresos para los operadores.
