Inicio Empresas y Negocios El empresario no está solo, el coaching es su mejor aliado

El empresario no está solo, el coaching es su mejor aliado

El mundo de los negocios se mueve tan rápidamente y se torna tan competitivo que cada vez es más complicado adaptarse a los cambios propios de la industria y del mercado y, al mismo tiempo, actualizarse en estrategias de ventas, marketing o administración. Si además le sumamos el hecho de que es imposible formarse un juicio objetivo sobre uno mismo, podemos entender la necesidad del coach de negocios.

“Cuando finalicé mis estudios me planteé seguir con el negocio familiar y desarrollarlo como base de mi vida profesional. Lo que en un principio se estableció como el seguimiento de una rutina de trabajo ya establecida después de tantos años de experiencia por parte de mi familia, poco a poco fue derivando en un cambio notable en el mercado y sobre todo un cambio importante en las necesidades de los clientes. Un cambio totalmente nuevo para mí y para el que yo no estaba preparado; no por falta de aptitudes, sino más bien, por falta de tiempo, análisis del mercado, estudio de la competencia, nuevas técnicas de venta…

El día a día es muy absorbente y recurrimos a menudo a la frase “mañana empiezo este tema”; es muy motivadora pero te compromete a tan poco que acabas utilizándola cada día y engañándote a ti mismo. Hasta que “alguien” me obligó a entrar a fondo en la situación de mi empresa, a hacerme preguntas que nunca me habían pasado por la cabeza sobre el negocio, sobre mi equipo de personas, sobre tantos temas pendientes que no sabía por dónde empezar.

Pero empezamos y lo hicimos poniendo los objetivos. Entramos a fondo en la situación actual de mi empresa, cómo gestionamos el tiempo, el dinero, la entrega y distribución, analizamos el nicho, cambiamos alguna estrategia de marketing, seleccionamos de una forma coherente el personal necesario, les dimos las pautas para formar un buen equipo, incorporamos nuevos métodos de venta…. Y cuando nuestra empresa estuvo bien cimentada, nos lanzamos a la apertura de los nuevos puntos.

Por supuesto que no fue fácil, tuve que cambiar mi forma de actuar y mis planteamientos iniciales sobre cómo llevar un negocio, pero he aprendido a gestionar una empresa y sobre todo a hacerla rentable”.

Este testimonio puede servirnos para analizar la problemática base de cualquier empresario en algún momento de su trayectoria profesional. Cómo despegarnos del día a día, cómo afrontar las necesidades de cada empresa, cómo desarrollar nuevas áreas de negocio sin desatender las ya existentes. Y la respuesta suele ser “mañana”. Para un coach de negocios, el mañana empieza hoy, y para toda empresa también.

Hay empresarios que desarrollan un sentimiento de frustración cuando piensan que otros han sido capaces de desarrollar sus empresas por sí mismos. Cierto, los hay, pero son pocos. La gran mayoría cuentan en sus departamentos con responsables capacitados para, entre ellos, condicionarse y responsabilizarse a llevar a buen fin sus objetivos, podríamos decir que están ejerciendo el coaching de forma inconsciente aunque queda claro que no desarrollado con un método profesional.

Pongamos un ejemplo por el que todos hemos pasado. En nuestra juventud, ¿era más fácil estudiar sólo o reunirnos con compañeros para preparar el examen? ¿Crees que sería más fácil dejar de fumar sólo o sería menos complicado dejarlo con un control y un seguimiento por parte de un profesional? ¿Empezarás tus sesiones de deporte solo o te motivará más encontrarte con un profesional a una hora determinada y con un plan a seguir para conseguir el objetivo deseado?

Las respuestas a estas cuestiones nos hace plantearnos una nueva pregunta que tendrá la misma solución que las anteriores: ¿por qué un empresario tiene que estar solo para desarrollar su negocio? El mejor aliado lo encontrarán en un coach de negocios.