El Banco Macro cerró la compra del Banco Privado de Inversiones (BPI), una entidad controlada por la familia Estrada y especializada en la emisión de tarjetas de crédito.
La compraventa del BPI, cuyos montos no trascendieron, fue oficializada a través de una nota que el director del Macro, Luis Cerolini, envió a la Bolsa el 24 de diciembre.
Allí, la entidad que preside el titular de ADEBA, Jorge Brito, envió “una oferta de adquisición del 100% del BPI” que “fue aceptada por (los directivos) Alejandro Manuel Estrada, Alejandro Carlos Estrada y Raúl Fernández”.
El Macro indicó además que, “según el convenio”, se “comenzará un proceso de ‘due diligence’ que deberá terminar antes del 24 de febrero con la firma del contrato de compraventa”.
Este proceso incluirá una auditoría contable, la valuación de los activos del BPI y la “aprobación (de la operatoria) del Banco Central”. Recién entonces, se procederá “al cambio de autoridades”.
Aunque tiene sólo dos sucursales y 200 empleados, el BPI logró afianzarse en la comercialización de tarjetas de crédito, mientras que el Macro es un banco comercial especializado en el segmento mayorista.
