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Empresas no cuentan con programas para reducir costos

Una reciente encuesta global realizada por Ernst & Young demuestra que la mayoría de las compañías no están preparadas para una recuperación en sus negocios.

A pesar de la crisis económica, más del 60% de los negocios globales no tienen programas de reducción de costos activos, ni estrategias que tengan este objetivo. Más allá de esto, un cuarto de estas empresas no tienen planes de adoptarlos, y sólo una pequeña minoría, el 17% ve la reducción de costos constante como una prioridad, de acuerdo con una encuesta realizada por Ernst & Young: Ahorre para prosperar: de la reducción de costos a la optimización de costos.

Jean-Benoit Nerty, Socio de Asesoría de Emeia en Ernst & Young, afirma que “la encuesta destaca que muchos negocios son displicentes con el tema de reducción de costos y como resultado de esto no estarán preparados para la eventual recuperación económica.

Sin embargo, la conciencia del manejo de este tipo de costos se ha convertido en una alta prioridad durante el pasado año 2009, los esfuerzos de la mayoría de las compañías se han basado básicamente en lo táctico y en las soluciones a corto plazo, obteniendo no más de 10% en reducción de costos para la mayoría de los negocios.

La encuesta también reveló que entre más importantes, fundamentales y radicales sean los pasos para la reducción de costos, deben estar completamente diseccionados, implementados y materializados. Sólo un tercio de las compañías encuestadas están buscando alcanzar un 20% o más en ahorro de costos durante los próximos 12 – 18 meses.

Según Ernst & Young, un total de 561 ejecutivos Senior fueron los participantes de la encuesta, que cubrió 11 sectores de industria en algunas de las más grandes economías del mundo. Los resultados demuestran que la razón más común para implementar una reducción de costos es para “asegurar la supervivencia” del negocio, implicando en esto que una vez una vez se logre esta supervivencia, la optimización y reducción de costos será marginal.

El reporte revela que muchos negocios se mantienen preocupados por el mantenimiento o expansión de la participación de mercado a expensas de la rentabilidad. Una optimización de costos inteligente, por el contrario, supone el sacrificio de un número de consumidores en la búsqueda de márgenes saludables y alianzas estratégicas productivas y eficientes.

El estudio reveló además algunas tendencias en sectores específicos. Para la pregunta de si el sector en el que se encuentra, afecta la reducción de costos y asegura una supervivencia económica, el 46% optó por Seguros, el 45% por Telecomunicaciones y Petróleo y Gas, 44% para Bienes Raíces, 42% para Energía y sector Bancario, de los que respondieron que “si”. Por el contrario, el 34% en el sector Farmacéutico y en el de Bienes de Consumo, y el 33% para Medios y Entretenimiento, de los que respondieron que “no”.

El estudio destaca que los sectores de Bienes de Consumo y Telecomunicaciones alcanzaron los puntajes más altos, sobre otras industrias en términos de ahorro de costos relacionados con bienes vendidos. Para Bienes de Consumo, el 31% de las compañías alcanzaron entre 11-20% de ahorros, y para Telecomunicaciones el 32% de las compañías también alcanzaron entre 11-20%.

El reporte además atrae la atención hacia las oportunidades ofrecidas por modelos de negocio innovadores, como los mundos virtuales y el enfoque hacia el mantenimiento y prevención de daño al medio ambiente, como por ejemplo la energía reutilizable, que puede convertirse en un elemento clave para la reducción de costos. Ambos pueden mejorar la reputación de la compañía y su relacionamiento con los stakeholders. Las compañías que desatiendan estos dos factores, podrían tener grandes problemas en el futuro y perder muchas oportunidades en reducción de costos.

Berty de Ernst & Young concluye con que la reducción de costos debe ser considerada como un compromiso organizacional. El enfoque de las compañías debe tener ajustes y se deben mover hacia lo que más los beneficie, como la optimización de costos.

“Si las compañías tratan el tema como algo temporal o una fase inconveniente pero obligatoria, corren el riesgo de perder más ante sus competidores. Al reconocer la naturaleza competitiva del nuevo horizonte empresarial y comercial, la administración puede asegurar la supervivencia y prosperidad de la compañía”, comentó.