Inicio Empresas y Negocios En mayo se encareció hasta 3,3 puntos el costo de los créditos

En mayo se encareció hasta 3,3 puntos el costo de los créditos

Las tasas de interés activas, es decir, las que los bancos cobran por otorgar cualquier tipo de crédito, se encarecieron hasta en 3,3 puntos porcentuales en mayo, con lo que, en el caso del financiamiento operativo a empresas (ya sea mediante adelantos en cuenta corriente o la compra de cheques o documentos de pago), se colocaron en su mayor nivel desde fines de 2003.

El precio de los adelantos subió del 17,7 al 20,6% anual, y el del financiamiento contra la cesión de documentos trepó del 14,3 al 17,6%, admitió ayer el Banco Central (BCRA) al dar a conocer el Informe Monetario de ese mes.

El encarecimiento en el costo del dinero es consecuencia de la incertidumbre sobre la evolución futura de la economía que ayudó a provocar el extendido conflicto entre el Gobierno y el campo por el aumento de las retenciones a las exportaciones.

Pero también es la contracara de la cancelación de plazos fijos privados por $ 1200 millones que sufrieron las entidades en el mes. La baja de depósitos se dio en el marco de una minicorrida hacia el dólar que, desde que se inició, a fin de marzo, obligó al BCRA a sacrificar más de US$ 2500 millones en reservas para atender el renovado apetito que los argentinos aún muestran por el dólar -en una reacción que aún perdura y se corresponde con la percepción de una posible crisis- y evitar que el precio de esa divisa se dispare por la mayor demanda.

La tendencia al alza de las tasas, que se prolongó en lo que va del mes ajustando en un nivel similar las tasas de los préstamos destinados al público minorista, es también una de las razones que hacen que cada vez más economistas adviertan sobre la posibilidad de un brusco enfriamiento de la actividad económica.

Toman en cuenta que, al subir el costo del dinero, los endeudados a tasa de interés variable deberán destinar una porción mayor de sus ingresos para afrontar el aumento de las cuotas. Y que muy posiblemente muchas personas y empresas pasen a cancelar proyectos de inversión u operaciones puntuales de compra al encarecerse el crédito y endurecerse las condiciones de otorgamiento de todo tipo de financiación.

“La economía está empezando a realizar el proceso de ajuste que la política económica oficial retrasó desde mediados de 2005. Las expectativas han incorporado que el ajuste es inevitable y, en consecuencia, los mismos agentes lo están impulsando al tomar decisiones de consumo e inversión bajo esas premisas y retrasar decisiones de consumo e inversión real”, describieron esta semana los economistas Evelin Dorsch y Gabriel Caamaño Gómez, al evaluar la coyuntura.

Una demostración del freno que puede sufrir la tasa de actividad está a la vista cuando se observa la decisión adoptada por algunas cadenas de electrodomésticos, como Frávega y Garbarino, que discontinuaron a comienzos de mes sus ventas en hasta 12 cuotas sin interés y las reemplazaron por más modestos planes de hasta 6 pagos y futuro incierto.

Esta reacción responde a las mayores tasas que los inversores piden por comprar los títulos de deuda que emiten aquellas cadenas mediante fideicomisos respaldados por sus ventas a crédito.

Según el BCRA, el costo mínimo de venta de estos fideicomisos subió entre 3,5 y 5,4 puntos en mayo, para promediar el 17,4% anual, aunque ayer ya la cadena Ribeiro debió pagar una tasa del 21,78% por una colocación a poco más de 4 meses. A su vez, el plazo promedio de esas emisiones se contrajo de 8 a 5 meses, lo que implica que este tipo de cadenas captan el dinero que destinan a financiar las ventas más caro y a menor plazo y trasladan a los consumidores ese deterioro en las condiciones de acceso a los fondos.