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Fomentar un clima laboral positivo

Un clima de escasez económica puede hacer perder el rumbo a pilotos y tripulantes; no todos pueden ser pilotos de tormenta. Cuando eso sucede se crea un círculo vicioso y no importa cuánto esfuerzo se ponga, la trayectoria negativa parece ser insoslayable.

Durante las crisis económicas, las personas tienden a poner el foco en aquellas cosas que no pueden ni cambiar ni controlar, y eso las lleva a paralizarse. Pero en época de crisis quienes son verdaderos líderes saben crear un clima de trabajo que, a pesar del contexto de miedo e incertidumbre, permita a las personas tomar acciones positivas y hacer esfuerzos superiores.

El poder de ese clima positivo crea un círculo virtuoso que no debe ser subestimado. Las investigaciones que se han realizado en Hay Group señalan que un ambiente de trabajo positivo es capaz de generar resultados superiores en un 30% respecto de aquellos que no tienen el mismo clima.

¿Pero qué es lo que crea ese clima positivo? Todo líder sabe que tiene un rol principal en eso. Los buenos líderes cuentan con una variedad amplia de estilos de liderazgo, pero los que son muy buenos los adaptan todas las veces que sea necesario para mantener la dirección y alcanzar los resultados a los que se comprometieron. Los negocios que transitaron las crisis exitosamente son aquellos que contaron con una dirección clara. Sus líderes fueron capaces de crear energía y compromiso en sus equipos a través del uso de ciertos estilos en determinadas situaciones.

* Brindar claridad y mantener el foco en los resultados, que se logra a través de crear una visión, contextualizarla apropiadamente y construir un compromiso en torno de ella. Un estilo de liderazgo directivo hace eso y conoce la importancia de no dejar a las personas libradas a los rumores.

* Ocasionalmente, durante los momentos más difíciles, el líder puede volverse coercitivo; instruye sobre lo que se debe hacer y advierte sobre las consecuencias de no hacerlo.

* Cuando no tienen las respuestas o necesitan más alternativas, los líderes convocan a otros para que los ayuden, para que compartan su experiencia. Emplean así un estilo democrático.

* Con la incertidumbre las personas se angustian y tienen miedo. Un líder que sabe conducir se muestra empático y trabaja los vínculos. Se comporta de manera afiliativa.

* La crisis puede ser una oportunidad; los buenos líderes saben capitalizarlas y, a través de un estilo orientador, transforman las vivencias en aprendizajes.

* En momentos de escasez, mostrar con el ejemplo es clave. Los líderes efectivos saben que deben modelar a través de sus propias conductas; utilizan el estilo marcapautas.

Evite un único estilo

Las situaciones de crisis no son simples y requieren de conductas también complejas. Aprenda a apreciar en qué estilos tiende a descansar, porque su combinación redunda en un mejor clima de trabajo y en la mejor predisposición de las personas a hacer un esfuerzo adicional.

Si sólo habla de la visión en innumerables reuniones en las que no se toman decisiones, su impacto será mínimo o negativo.

Si es muy dramático y presenta las situaciones como trágicas, las personas comenzarán a sentir pena por ellas mismas.

Si todo el tiempo está ejemplificando lo que quiere, puede perder de vista temas estratégicos o aplacar la innovación.

Si constantemente está promoviendo la discusión y decisiones conjuntas, puede estar perdiendo alineamiento o dar la sensación de que la dirección es confusa.

Comunique y comunique

En tiempos de crisis la información no fluye muy claro y las personas buscan ávidamente cualquier dato o elemento que les permita entender dónde están parados. Los buenos líderes anticipan aquello que pueda convertirse en un rumor y lo confrontan a través de una comunicación continua y clara.