El 4×4 más célebre de los últimos días, el Hummer, uno de los vehículos más mencionados en el caso de los autos ingresados ilegalmente en nuestro mercado con franquicias diplomáticas, tiene una rica historia, que está llena de contradicciones, ya que es un vehículo aceptado y rechazado por igual.
De la misma forma que el Jeep, el Hummer fue creado para servir en la guerra al ejército norteamericano, que en 1979 llamó a un concurso para adjudicar un jugoso contrato (US$ 1200 millones) para la compra de miles de vehículos que fueran tan fuertes y versátiles que pudieran enfrentar y salir airosos de los terrenos más exigentes del mundo.
Este proyecto, conocido por el código interno militar como el N° M998, finalmente fue adjudicado a AM General Corporation, que presentó un novedoso diseño, que se denominó vehículo de ruedas multiuso de alta movilidad (High Mobility Multipurpose Wheeled Vehicle o Hmmwv, por sus siglas en inglés) al que pronto, por la pronunciación, se lo denominó Humvee.
Este vehículo, que tuvo su bautismo de fuego en la Guerra del Golfo, en la que brilló por su desempeño en todos los terrenos, contó entre sus principales características el de ser aerotransportable, fiable y de fácil mantenimiento. Además, y otro de los motivos por los que ganó la asignación del ejército, fue la plataforma multipropósito con 15 configuraciones (transporte de tropas, armas, carga, ambulancia, etcétera) y la facilidad de los cambios mecánicos, ya que este desarrollo tuvo un sistema simplificado de mantenimiento, que requería poco tiempo de entrenamiento ya que compartía un motor, un chasis y una transmisión comunes, con sólo 44 elementos intercambiables.
En esa guerra televisada, el Hummvee ganó popularidad y pronto hubo infinidad de consultas de los usuarios civiles que querían comprar una unidad. Esas consultas se multiplicaron por miles cuando en la película que aquí se conoció como Un detective en el kinder, en 1992, el actor Arnold Schwarzenegger conducía un Humvee.
Un año después, modificado para ser homologado para uso urbano y rebautizado como Hummer H1, fue lanzado al mercado, pero con altos precios, ya que costaban entre 110.000 y 130.000 dólares. Igualmente, y gracias al protagonismo que tomó al ser aceptada y apreciada por el famoso actor de Terminator, este 4×4 ganó más por snobismo y glamour que por comodidad gran cantidad de adeptos.
En manos de GM
En 1999, General Motor adquirió AM General Corporation, por lo que comenzó a ocuparse de la distribución y comercialización de este vehículo utilitario deportivo con extraordinarias aptitudes para el off road.
La idea de los ingenieros de GM fue la de “civilizarla” para ganar la aceptación de más compradores, por lo que le achicaron las proporciones y le agregaron modernas tecnologías para mejorar la seguridad, y sobre todo el confort. Así, en el Salón de Detroit de 2000 se presentó oficialmente la Hummer H2, la segunda generación que, cuando se lanzó a la venta en 2002, inmediatamente se convirtió en un éxito mundial.
Entre las características técnicas se destaca (ver infografía) su espectacular porte, que no pasa inadvertido (algo que en estos momentos, en la Argentina, le juega en contra). Tiene un largo de 5170 mm, pero lo que más sigue sorprendiendo es el impresionante ancho del vehículo, que llega a los 2,063 metros.
A diferencia del H1, que contaba con un motor diesel de 6,6 l y 300 caballos, el nuevo H2, que tiene cinco plazas, está provisto de un propulsor naftero V8 de 325 CV. La transmisión es la automática con overdrive. Tiene tracción total y opcionalmente puede llevar diferenciales delantero y trasero bloqueables. Además, tiene un sistema que permite aumentar o disminuir la presión de los neumáticos (que son de tipo Runflat) en marcha.
La marca Hummer no se comercializa en nuestro mercado, pero General Motor de Argentina no descarta la llegada a nuestras tierras, ya que es un proyecto que se viene estudiando desde hace tiempo, y más ahora que se presentó el más pequeño de esta familia de gigantes, el Hummer H3, que hasta podría incorporar un motor diesel.
Por supuesto que es un vehículo para pocos, pero los precios de comercialización arrancan alrededor de los 40.000 dólares en Estados Unidos, algo que ya no asusta tanto, sabiendo que hay modelos en nuestro mercado con precios superiores y que tienen muy buena aceptación.
