¿Por qué profesionales muy cualificados, incluso con muchos años de experiencia, fracasan cuando asumen la responsabilidad de ser líderes? ¿Qué lleva a otros a ser considerados verdaderos dirigentes de empresas?
Según una investigación realizada por Henry Mintzberg, los directivos de empresas se enfrentan diariamente a una gran cantidad y variedad de actividades que deben resolver en el escaso tiempo con el que cuentan y dedican a cada una de ellas.
Por otro lado, la interrupción continua de su labor (llamadas, correos electrónicos, visitas, subordinados, etc.) genera discontinuidad y la necesidad de tomar decisiones en tiempos limitados, con poca posibilidad de programación y reflexión, debiendo responder a las necesidades del momento en tiempo real.
Otro aspecto importante que influye en estos casos se desarrolla en torno al sistema de información con el que cuentan, debido al uso intensivo de los medios de comunicación oral (llamadas, reuniones); especialmente las murmuraciones y rumores son un banco de datos estratégicos de la organización, que solo se “almacenan” en las mentes de los directivos. Éstos son reticentes al manejo de información escrita, le restan importancia y es una “carga” de la que deben prescindir.
Todo esto conduce, luego, a una falta de capacidad para delegar y genera un grave problema si el directivo deja la empresa y se lleva su memoria, su información y conocimientos.
La empresa les exige la consecución de determinados objetivos. Pero implícitamente, también les pide que aporten valor adicional a la labor.
Este valor se refiere a lo que la gestión promueve o deja a su paso, es por ello que para lograr la consecución de una dirección eficaz podremos tener en cuenta las siguientes acciones:
* Plantear reuniones regulares con sus subordinados con el fin de que estén debidamente informados y realizar informes semanales con datos importantes para poder luego delegar tareas.
* Distinguir y priorizar los temas de mayor complejidad de los que no lo son y dedicarles el tiempo que requieren.
* Compartir información y mantener una directa relación con los técnicos, científicos y analistas de la dirección aprovechando la tecnología con la que cuentan.
* Transformar sus proyectos o deseos en acciones posiblemente realizables planificando sus actividades e involucrando al equipo de trabajo.
* Aprovechar a los talentos y hacer participar a sus recursos humanos.
Según Mintzberg, la eficacia de los directivos dependerá básicamente del conocimiento integral de su trabajo y de la empresa en la que trabajan, de la capacidad de respuesta a las presiones y de su eficiencia en la resolución de problemas.
Por Patricia Imoberdorf
Responsable de la sucursal Rafaela de Consultores de Empresas SRL y miembro del Departamento de Investigación y Desarrollo de los Recursos Humanos.
