Inicio Tecnología ¿La Comunicación Inalámbrica puede “andar mal” cuando llueve?

¿La Comunicación Inalámbrica puede “andar mal” cuando llueve?

Muchas personas creen que las variaciones climáticas pueden afectar a sus redes inalámbricas. Entonces, cuando llueve –por ejemplo– se quedaran sin señal. Esto no es cierto en lo absoluto. Si bien la lluvia o los campos magnéticos fuertes son fenómenos a los que hay que prestar atención, el impacto que las condiciones del medio ambiente pueden tener en la comunicación inalámbrica es muy relativo. Veamos por qué:

Integridad del soporte: la comunicación inalámbrica no depende de la integridad del soporte físico, a diferencia de lo que sucede con el cable (en que si éste se deteriora debido a desastres naturales, la intervención de un animal salvaje o la acción maliciosa de una persona, surgen problemas con la conexión).

En caso de tormenta eléctrica:

– La caída de un relámpago puede producir una brusca subida de corriente,que luego corre a través del cable de alimentación de energía, dañando los dispositivos electrónicos que estén conectados. Pero en el caso de los transmisores inalámbricos, no hay una conexión por cable, de manera que el riesgo de subida de tensión por la caída de un rayo es bastante bajo. Eso no quita la necesidad de instalar pararrayos, para prevenir una descarga directa en caso de tormenta eléctrica y proteger los equipos.

– Interferencias en la comunicación por caída de rayos: El problema ocurre sólo cuando tienen lugar al mismo tiempo la descarga eléctrica y la comunicación intermitente, ya que cuanto más alta es la frecuencia, tanto más baja se vuelve la energía (cabe señalar que la frecuencia de ondas electromagnéticas generadas por una descarga eléctrica producida por rayos, tiene un rango amplio entre un par de Hertzios y 1 Giga Hertzio). Aún si esto ocurriera, el problema puede ser cubierto por control de retransmisión.

En caso de campos magnéticos:

A la inversa de lo que se cree, puede haber dificultades cuando el campo magnético tiene un rango de frecuencia baja (y no uno en el rango de frecuencia alta). En este punto, la comunicación inalámbrica es ventajosa ya que se produce una corriente de inducción generada por el campo magnético en relación con el conductor (cable).

En caso de lluvia, nieve o niebla:

Se ha comprobado mediante pruebas de campo que el impacto de la lluvia y la nieve en el rango de 10 GHz empleado para la comunicación inalámbrica es bajo. Por lo general, la comunicación comienza a sufrir impacto recién a partir de 10 FHz en adelante.

Como conclusión, podemos señalar que en relación a la comunicación por cable, en muchos casos, la comunicación inalámbrica presenta mayores ventajas ya que no depende de la integridad del soporte físico, y la mayoría
de las variaciones climáticas no la afectan.