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La inflación de servicios se disparó y asesta un duro golpe a los bolsillos de la clase media

Una larga lista de aumentos en servicios sorprendió a los argentinos apenas iniciado el 2009. Algunos, impensados en un escenario de desaceleración económica, impactan de lleno en gran parte de la sociedad y restringen, aún más, el dinero disponible para consumo.

Los economistas consultados por iProfesional.com coinciden en que estos incrementos, que incluyen los básicos como luz, gas y transporte y otros privados como prepagas y colegios, determinarán que gran parte de la inflación del año esté marcada por el sector de servicios más que por el de alimentos, que fue clave en 2008 y que hoy sufre un cambio de escenario por la caída del precio internacional de las commodities.

Otra diferencia es que mientras el incremento de los alimentos vació los bolsillos de las clases más bajas, el impacto más fuerte lo sienten hoy las clases medias, principales demandantes de servicios privados.

“Si tuviera la posibilidad de hacer una proyección de la inflación por sectores, en cuanto al efecto que tendrán los ajustes en término de poder adquisitivo, el más significativo será en los segmentos de ingresos medio no asalariados o fuera de convenio, que tienen menor poder de negociación salarial”, comentó Ernesto Kritz, director de SEL Consultores.

Por otro lado, quienes tengan el respaldo de las paritarias, se sabe que en un contexto de crisis económica la renegociación salarial prevista para este año será más austera. “El techo de las renegociaciones salariales será más bajo porque algunos gremios están enfocados en mantener el trabajo. Hay sectores que están muy mal como metalúrgicas y se flexibilizan para que no aumente el desempleo”, comentó María Castiglione, socia de Castiglione, Tiscornia & Asociados.

Impacto en la inflación
Los economistas coinciden en que este año la inflación será inferior a la de 2008, que superó el 20%, aunque igual habrá incrementos notables que rondarían el 15%. En este escenario, respaldan la teoría de que los servicios ayudarán a elevar el índice, porque con una demanda más fría los precios de otros bienes comienzan a estancarse.

Para Marina Dal Poggeto, economista del Estudio Bein & Asociados, los precios de los bienes transables no van a aumentar, tal es el caso de la indumentaria. Incluso, se verán bajas, como sucedió en el mercado turístico. “La capacidad para trasladar a precios es acotada”, comentó.

Del mismo modo, Dal Poggeto remarcó que las subas se vienen por el lado de servicios, donde la diferencia en comparación con el año pasado es que entonces sólo afectaba a los no regulados, pero ahora se suman también los públicos.

Para Tiscornia, los alimentos tendrán un freno ayudado por la caída del precio internacional de las commodities. “En su conjunto las perspectivas de inflación serán menores por una demanda más baja que el año pasado”, comentó. Además, aseguró que se viene un año complejo y las expectativas de los consumidores lo manifiestan en el miedo a la caída de los ingresos y el desempleo.

Para Kritz, en términos de inflación, se espera un impacto inicial muy fuerte por estos anuncios pero luego se irán moderando en los próximos meses. “La desaceleración de la inflación vendrá sobre todo por la caída de alimentos o estabilidad, y por la caída de algunos bienes durables, efecto de la recesión”, comentó.

De todos modos, consideró que estos reajustes en los servicios hace que la previsión que se tenía sobre inflación tenga que ser revisada hacia arriba.

En tanto, Mario Sotuyo, economista de Economía & Regiones (E&R), explicó que “el aumento de tarifas repercute en bolsillo de la gente, pero la política fiscal contracíclica con la idea de reducir subsidios genera lo contrario y la inflación tenderá a equipararse en un marcó de enfriamiento de la economía y caída de consumo que genera una desaceleración en el aumento de precios”. Es decir, hay reducción de subsidios y reducción de gastos en la misma medida.

“De todos modos, se pone en duda cuál será el efecto ingreso y cómo será la recomposición salarial este año. El año pasado manejamos una inflación igual al salario, del 19%. Este año puede pasar lo mismo, a un 15%”, comentó.

Aumentos en marcha
La primera noticia del año vino de la mano del transporte público, con aumentos que llegan al 30%. En este caso, se trata de un sector que deja secuelas en las clases más bajas, ya que tiene un importante peso en el gasto medio de la familia, en torno al 6%. Sólo este incremento le pone un piso de 1% a la inflación de enero.

A este se sumó el peaje, con variaciones de entre 50 y 112%. Este sector afecta desde la clase media en adelante, a miles de personas que usan el auto para pasear o para ir al trabajo. De esta manera, en el último año, los gastos para movilizarse en vehículo aumentaron 40% considerando que:

* Los combustibles sufrieron un alza de más de 30%
* Las cocheras se incrementaron en promedio 20%
* Los seguros subieron solo en 2008 hasta 30%

Servicios básicos en la mira
Los aumentos en la luz fueron uno de los golpes más fuerte que sorprendieron a los consumidores con cargas que llegaron al 300%. En este caso, quienes más consumen más se ven afectados, por lo cual también son los segmentos medios y altos los principales damnificados.

“El aumento en transporte público era previsible, como sucedió hace un año, porque en el sector saben que vendrán las negociaciones salariales y hay necesidad de aumentar sueldos sin aumentar subsidios. Esto impacta en todos los segmentos, pero quienes más lo sufren son los sectores de menores recursos”, sostuvo Castiglione.

En cuanto a la luz y el gas, reconoció que las tarifas estaban muy atrasadas y por eso la recomposición se siente más. “De todos modos, son superiores a lo esperado y tienen un fuerte impacto en el bolsillo de quienes utilizan más estos servicios”.

Cambios en expensas
Las consecuencias del aumento de la luz y el gas se sienten rápidamente en otros servicios, como es el caso de las expensas. “Los incrementos llegan hasta 15% como consecuencia de los gastos en fuerza motriz, que tienen un peso de entre 5 a 8% en el costo final. Quienes gasten hasta 1000 Kw. tendrán aumentos de luz de hasta 300%”, comentó el administrador Néstor Pirosanto.

Las perspectivas para el resto del año no son alentadoras ya que a esto se debe sumar los incrementos en gas que se sentirán cuando haga más frío, aumentos en artículos de limpieza y materiales para reparaciones, además de las renegociaciones salariales que comienzan en marzo y que seguramente traerán aumentos para los porteros.

Osvaldo Loisi, presidente de la Fundación Liga del Consorcista, explicó que en algunos edificios las expensas se dispararon hasta 80% el último año y que hoy el principal impacto se sentirá con la renegociación salarial, ya que los sueldos de los encargados se llevan el 60% del total de las expensas.

También en los edificios con seguridad privada habrá más cambios porque se renegociarán los salarios del personal. Estos impactan en el 30% del valor de las expensas cuando son de 24 horas y el 15% cuando son de 8 horas.

Una de las consecuencias de estos incrementos es que también ha crecido la mora en el pago. “En vacaciones siempre se tarda más en pagar las expensas porque mucha gente se va, pero ahora bajó la recaudación mucho más y de un 40% que se tenía cobrado a esta altura, solo se tiene un 25%”, agregó.

Colegios y prepagas
Son dos de los gastos más valorados por la clase media y los últimos que están dispuestos a resignar.

En ambos segmentos se anunciaron incrementos que van a impactar de lleno en la economía del hogar. En el caso de las escuelas, se esperan aumentos de hasta 22%, mientras que en prepagas serán de 10% y se realizará en dos veces.

“Salud y educación tienen un efecto arrastre muy importante por el aumento, principalmente, de salarios. En el caso de los colegios se ve claramente con las renegociaciones docentes”, comentó Castiglione.

También determinan su situación económica y sus expectativas según el ritmo de estos segmentos. De esta manera, según una encuesta de CCR, mientras en el sector económico bajo la inflación impacta en sus productos de uso cotidiano, en los medio y alto vinculan la inflación al aumento de los servicios (el cable, el garage, los estacionamientos, los colegios, las obras sociales, los deportes, las salidas) y perciben que no se va a detener.

Entretenimientos y comunicación
Tanto la televisión por cable como la telefonía celular se subieron al carril de los aumentos y también quieren modificar sus tarifas en los próximos meses. Las subas llegan hasta el 10 por ciento.

En celulares, la compañía líder, Movistar, subió los precios 10% desde este mes. Se espera que los competidores Personal y Claro la sigan en los próximos días.

Quienes podrían sumarse son cigarrillos, que superarían el 4% y la telefonía fija, que aspiran a lograr una recomposición de 15 por ciento.

Por otra parte, el sector de entretenimientos y actividades recreativas sufre un duro golpe desde el año pasado. La primera señal fueron los aumentos de los gimnasios, con cuotas que subieron más de 20% en sólo seis meses.

También los restaurantes y confiterías cambiaron sus precios, por verse impactados directamente por la inflación de alimentos. Así, las consecuencias se vieron rápidamente en la baja de clientes y los cambios de hábitos de los pocos que siguieron “cenando afuera”.

Tanto en la Cámara que reúne a los restaurantes como a los cafés de la Ciudad de Buenos Aires, admitieron que la gente ha suspendido los postres, elige vinos más baratos y a la hora de definir la comida primero mira la columna de los precios.

Aumentos en la provincia
Además de los incrementos mencionados, tres nuevos aumentos golpean directamente a los que viven en la provincia de Buenos Aires.

Se trata, por un lado, del incremento del agua, cuya tarifa umentará para unos 600 mil contribuyentes a partir de marzo próximo, afectando principalmente a los propietarios de casas con piletas, mientras que la tarifa social y las exenciones para jubilados y pensionados se mantendrán.

Por el otro, el cambio es para el impuesto inmobiliario, suba que llegaría al 20% respecto de la tasa correspondiente a 2008, alcanzando a 343 mil contribuyentes. Y el último anuncio tiene que ver con la luz, que afecta cerca de un millón y medio de usuarios del interior de Buenos Aires, que recibirán fuertes aumentos, retroactivos al 1° de octubre, según la resolución 1169/2008.

Este golpeará a, por ejemplo, ciudades como Mar del Plata, Bahía Blanca, Olavarría, Pergamino, Junín, San Pedro y San Nicolás, además de a toda la costa atlántica.

Gastos en la mira
Según datos de Ecolatina, la clase media necesita en promedio $4.000 para subsistir. Con estos aumentos, sus gastos se dispararán y el poder adquisitivo se verá afectado sin miras de recomponerse, ya que los aumentos para este año no son alentadores.

Este es el principal problema que por estas horas preocupa a consumidores y economistas, en un escenario donde el propio Gobierno sigue llamando a “los Argentinos a consumir”.