Inicio Empresas y Negocios La inflación embiste fuerte contra las ganancias de empresas e inversión privada

La inflación embiste fuerte contra las ganancias de empresas e inversión privada

La suba de costos acorrala a las compañías que ya no tienen margen para reinvertir utilidades y tampoco cuentan con un financiamiento acorde para ampliar la capacidad productiva. Mientras la demanda creció 230% en los últimos años, la oferta encuentra cada vez más restricciones

La reducción de los márgenes de rentabilidad pone un freno a la posibilidad de reinvertir utilidades, que cayeron a 12,8% el último año, después de haber alcanzado un 20% en 2006, según un informe de IERAL.

Empresarios consultados por infobaeprofesional.com sobre el tema, coincidieron en afirmar off the record que el margen de ganancia operativa se redujo, y con ello también se achicó el excedente del que disponían sus compañías para aplicar ese beneficio a proyectos de inversión como ser, por ejemplo, ampliaciones de plantas.

Este escenario se complica aún más con una demanda en ascenso, que ejerce presión sobre los precios finales contribuyendo aún más con el círculo vicioso de la inflación.

El economista Orlando Ferreres advirtió que “para un país que crece a 9% anual la inversión no puede ser menor al 30% del PBI”. Mientras tanto, en la Argentina es de casi 23 por ciento. De ahí el desequilibrio en el mercado”.

Por otro lado, Jorge Vasconcelos, economista del IERAL, vislumbró un escenario poco prometedor para este año: “La tasa de inversión fue de 22,7 % del PBI en 2007 y los datos del primer trimestre de este año, vinculados con importaciones de bienes de capital y construcciones, permitían suponer que en 2008 sería superado. Sin embargo la incertidumbre, junto con el drenaje de la liquidez y la caída de la rentabilidad de las empresas, encendieron una luz amarilla acerca de la posibilidad de que la tendencia se sostenga”.

En busca de financiamiento
Ante la reducción de las utilidades las empresas se ven obligadas a recurrir al financiamiento externo o a los créditos bancarios. El problema radica en que la mayor incertidumbre hizo que estos se hayan encarecido. Prueba de ello es la elevada suba del riesgo país, que creció 200 puntos en los últimos meses en comparación con lo ocurrido en otros países como Brasil o Chile.

“Para salir a pedir apoyo al exterior habrá que pagar un piso demasiado alto, que alejará a las empresas del financimiento competitivo que tiene Brasil”, explicó Gustavo Perilli, especialista en Finanzas de Finsoport.

Al mismo tiempo, Perilli comentó que la pérdida de competitividad se acentuará en los próximos meses porque a esto se debe sumar la baja del tipo de cambio, y agregó que “posiblemente como castigo a los inversores especuladores”.

Sabrina Corujo, de Portfolio Personal, manifestó que el financiamiento se complicó aún más a partir del conflicto con el campo. “El Instituto Argentino de Mercado de Capitales indicó que las colocaciones y el financiamiento con obligaciones negociables esta paralizado. Al mismo tiempo aumentó el costo de endeudamiento”, señaló.

Esta realidad que atraviesa el sector privado se enfrenta con una demanda, que si bien el último mes tuvo una leve caída por la pérdida de confianza ante la incertidumbre y el efecto de la crisis con el agro, viene en ascenso desde 2001.

De acuerdo a un informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA), la demanda agregada se incrementó en 230% mientras que la oferta agregada, que suma la producción interna (el PBI) y las importaciones, se incrementó solo un 39%.

“La brecha entre lo que creció la demanda agregada y la oferta agregada real fueron los aumentos de precios de la economía que llegaron al 137%”, explicaron desde la entidad.

Más problemas para las compañías
En este escenario aparecen dos problemas para las empresas:

Por un lado están las variables económicas. “El conflicto con el agro puede verse como un intento de aplicar mayor presión tributaria sobre un sector, medida que a su vez se explica porque el gasto público, que se esperaba sea más moderado en 2008, ha mantenido su tendencia ascendente”, afirmó Vasconcelos.

Según datos comparativos del primer cuatrimestre, el gasto primario, que en 2006 había alcanzado los 19,7 puntos del PBI, ascendió a 22,4 % en 2007 y a 24,1% en lo que va del corriente año.

Por otro lado, aparece el plano microeconómico. En este sentido, para quienes evalúan realizar una inversión aparecen tres problemas:

* Que la dinámica del gasto acentúe el desfasaje entre demanda y oferta, con presiones inflacionarias que terminen incidiendo en mayores costos para las empresas, desde salarios hasta alquileres

* Que la presión tributaria pueda incrementarse, independientemente del sector que se trate

* Que esta situación mantenga elevados los niveles de riesgo país, encareciendo el financiamiento de las inversiones o que, incluso, las distintas jurisdicciones del sector público comiencen a absorber la liquidez del sistema financiero local, complicando el financiamiento de corto plazo, del capital de trabajo.

“Mas allá que los últimos balances de las empresas dieron positivos, las ganancias son decrecientes”, apuntó Corujo. En esta caída influye la fuerte presión de costos energéticos, las renegociaciones salariales y los aumentos de materias primas, entre otros.

La influencia de la demanda
La capacidad ociosa de las empresas está cerca de la saturación y el escenario es muy diferente a lo que fue 2001, porque entonces el consumo no incidía en los precios de los productos. “Ahora las empresas no invierten y su capacidad está al límite, de tal forma que cualquier aumento de la demanda se traslada a precios”, comentaron en Portfolio Personal.

La demanda tuvo un crecimiento estable en los últimos años por dos hechos concretos, según el informe de IERAL:

* Por los incrementos en el consumo público producto del fuerte crecimiento del gasto
* Por los aumentos del consumo privado asociados a los incrementos de los salarios

“Entre 2001 y 2007 se dio una multiplicación de la demanda agregada de 3,3. La oferta real de bienes y servicios, por su parte, creció por aumentos de producción nacional e importaciones en 1,4 veces. La brecha entre ambos aumentos es el principal factor generador de inflación”, explicaron en IDESA .

A medida que se llega a la utilización plena de la capacidad instalada, los aumentos de la producción cubren una parte menor de los incrementos de demanda agregada. La inflación, entonces, pasa a operar como principal mecanismo para restablecer el equilibrio macroeconómico.

La inflación actúa cerrando la brecha entre demanda y oferta por diversas vías:

* Apreciando el tipo de cambio real. De esta forma disminuye la presión sobre la demanda por el lado de las exportaciones y aumentando la oferta con mayores importaciones.
* Con un deterioro de salario real, disminuyendo la presión sobre la demanda que genera el consumo público y privado.

“Las empresas trasladarán a precios en la medida que la demanda siga siendo sólida, pero si esta se paraliza, especialmente cuando se trata de bienes suntuosos, tampoco podrán hacerlo. Esto sería a la larga un buen efecto sobre la inflación porque el ajuste se dará por menor cantidad y dependerá en gran medida de lo que puedan vender las compañías. Los supermercados ya están demostrando el desaceleramiento, cuando se pensaba que la euforia no tendría fin”, aseguró Perilli.

Posibles salidas a la crisis
Los especialistas coinciden en que el conflicto con el campo es determinante en el escenario actual, tanto cuando se habla de la oferta como de la demanda.

El mercado de capitales está paralizado y para que haya un cambio de humor se necesita solucionar este conflicto primero y luego atacar temas claves como inflación, control de gasto y financiamiento externo, que son aspectos macro que repercuten en lo micro de la empresa. “Hasta que eso no se de, los empresarios locales no están dispuestos a invertir”, comentaron en Portfolio Personal.

También esta situación esta interviniendo en la decisión de los inversores extranjeros para elegir el país como destino, tanto por la incertidumbre como por la falta de reglas de juego claras.

Como contrapartida la demanda, que venía dando señales positivas, puede empezar a retraerse. “En el interior del país hay señales de enfriamiento que traspasan los sectores vinculados con el agro”, explicaron en Finsoport.