El 24 de enero de 1935 salió al mercado estadounidense la primer lata de cerveza de la historia. Quien lo hizo posible fue Krueger y aquella cerveza que cambió el mercado fue la ‘Finest Beer‘.
La lata se adopto fácilmente pero sin dejar al vidrio de lado. Sus ventajas son varias, y por eso es que las cerveceras la comenzaron a utilizar. Es un envase más ligero, más fácil de transportar y más difícil de romper. Pero no todo fue tán fáci:l debieron resolver como cerrar las latas y como evitar que el metal reaccionara químicamente ante la presencia de la cerveza.
La American Can fue quien financió los costes que llevó a que pequeña cervecería multiplicara por cinco sus ventas en tan sólo seis meses.
Las primeras latas tenían cuello y se cerraban a rosca. A principios de los 60 aparecieron las tapas de aluminio y en los 80 se implantó la anilla “stay on” o ‘chapita’.
La lata llegó a España en 1966 gracias a la desaparecida marca Cruz Blanca, que lanzó la ‘Skol International Lager‘. Damm introdujo este formato en 1978.
Son variados los diseños que se pueden encontrar en cada país y hay quienes tienen como hobby coleccionarlas. Actualmente son varias las bebidas que podemos encontrar en latas, como por ejemplo el vino que ha adquirido este formato para determinadas ediciones.