La indumentaria, sobre todo la de uso al aire libre o en deportes, ya contiene enormes avances tecnológicos gracias a los cuales un paseo por la naturaleza ya no significa morirse de frío o de calor, mojarse hasta los huesos o lesionarse en una caminata.
“Ropa inteligente” es el nombre de este nuevo tipo de prendas, en las que la tecnología juega un papel vital: la ropa para el aire libre debe soportar temperaturas extremas, la lluvia, el viento, el roce permanente. Cuando las personas realizan actividades al aire libre, ocupan la vestimenta por capas. De esta manera, el aire queda entre las capas y ayuda a mantener la temperatura. La primera, o interior, es la que está en contacto con la piel y transfiere la humedad del sudor hacia fuera. Debe ser de rápido secado (poliéster o polipropileno). La segunda, es la capa caliente: debe resguardar del frío. El material más popular es el “polar” -cuyo nombre viene de uno de sus fabricantes, Polartec-, pero también pueden usarse varias prendas de poliéster de distinto grosor. La tercera y última, debe proteger de la lluvia y ser respirable (dejar salir la humedad).
Este año, la novedad es el Gore-Tex Pro Shell, considerado uno de los hitos de la ropa “outdoor”. Es una membrana que deja salir el sudor e impide que entre la lluvia, ya que el tamaño de las moléculas de vapor es más pequeño que el de una gota de agua. El Gore-Tex Pro Shell posee además un forro especial, Micro Grid Backer (soporte de micro malla), que es más liviano, delgado, suave, resistente a la abrasión, durable y respirable. También existen otras marcas: eVent, Ventile y HyVent (de North Face).
Las marcas internacionales más famosas en materia de indumentaria tecnológicamente avanzada son Arc’teryx, North Face, Lowe Alpine, Mountain Hardwear, Patagonia, Marmot y Mammut.
