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La Sofía invita a jugar al polo

A 103 km de Buenos Aires y cuatro de San Andrés de Giles está La Sofía Polo, establecimiento rural que recientemente abrió sus puertas al turismo y que es atendido por sus dueños, Marcos Antín Güiraldes y su mujer, Silke.

La propuesta de La Sofía gira en torno del turismo rural, pero tiene su foco puesto en el polo. Es que sus propietarios se conocieron en Barcelona practicando este deporte. “Me decidí a jugar en forma profesional a los 27 años y tuve suerte. Llegué a Europa en 2001 y estuve cinco años yendo y viniendo, ya que durante la temporada de polo de la Argentina siempre volvía a mis pagos. En uno de los viajes a Buenos Aires, decidimos comprar estas 25 hectáreas y empezar con las reformas de la casa. Nos llevó mucho tiempo, pero lo hicimos con la ayuda del arquitecto Iván Beccar Varela.”

Los resultados son estupendos: la casona de estilo colonial de principios del siglo pasado fue totalmente reciclada, y dispone de seis cómodas habitaciones en suite, decoradas con muy buen gusto. En las amplias galerías se puede matear sin apuro, con vista al enorme parque y grandes ventanales cuelan el océano de pasto que eligió esta pareja como horizonte, y que es ideal para descansar y relajarse.

Como detalles que comprueban la excelente labor de restauración, vale decir que todos los pisos de las habitaciones y salones fueron hechos con pino tea de una capilla de la provincia de Salta, igual que los de la sala común, que cuenta con DirectTV e Internet por Wi Fi.

Pero como los caballos son el fuerte de La Sofía, no es raro que a Marcos y Silke se les iluminen los ojos a la hora de salir a montar, ya sea en cabalgatas de corta o media distancia por los caminos vecinales de las localidades de Vagues y Azcuénaga, o en simples paseos cortos dentro del campo.

Marcos que, como se dice comúnmente, nació arriba del caballo tiene amplia experiencia en escuelas de polo del país y el exterior, y es referí profesional y uno de los fundadores de la asociación de referís de la Argentina. Por eso no extraña que tanto él como Silke sientan más placer aún cuando llega la hora de taquear o de armar las clases de polo y equitación, que duran aproximadamente 45 minutos, son para todos los niveles y con caballos acordes, y a las que sólo es necesario llevar casco, tacos, botas y fusta. Así, los huéspedes aprenden y practican desde arriba del caballo. Para los más interesados se dan lecciones de introducción al reglamento de este deporte.

En cuanto a la parte competitiva, se juegan partidos en las dos canchas del club, que tienen equipo de riego con lo que se asegura campos de calidad colchón todo el año. “No se para de jugar por calor o sequía. Tal vez jugamos un poco más tarde, para dejar más tiempo para la siesta; pero se juega seguro. Además, hay picadero para aprender o mejorar el estilo de montar y caballerizas”, comentó Marcos.

En competencia
Para los jugadores, los fines de semana se inician con el desayuno y la mañana está dedicada a taquear. Por la tarde se hacen prácticas de polo de 4 o 6 chukkers. En el campo hay unos 30 animales, pero la mayoría de los 130 caballos que cría, entrena y vende Marcos, junto con sus socios, se encuentra en otro campo vecino. “En septiembre nos afiliaremos a la Asociación Argentina de Polo para participar de los torneos que ésta organiza jugando para La Sofía Polo, momento en el que la estructura contará con todos los requerimientos del polo competitivo”, señaló Marcos.

Además, se ofrecen polo tours en la zona, es decir, no se juega solamente en las canchas de La Sofía, sino también en otros clubes del área. “Esto es más divertido para conocer diferentes lugares y canchas, pero sobre todo para jugar contra diversos equipos y niveles de juego”, explicó el polista.

A la hora de la comida aparecen los aromas de las empanadas de carne cortada a cuchillo de la misionera Silvia Rebollo, y del asado que Marcos hace personalmente en una parrilla o una estaca sobre la tierra. Luego se sirve en la mesa del jardín o en el comedor de la casa, acompañado por variadas ensaladas y también buenos vinos tintos servidos a la temperatura correcta y en copas adecuadas, toda una rareza en una mesa de campo. Otra de las especialidades del lugar son los canelones de su mamá, Esperanza Güiraldes, que los hace de espinaca con salsa blanca y vienen acompañados con una carne estofada con tuco que es una delicia.

Finalmente, y para los interesados, Marcos ofrece visitas guiadas personalizadas por el Museo Güiraldes y por todo el pueblo donde vivió el autor de Don Segundo Sombra , su tío abuelo, Ricardo Güiraldes.

Datos útiles

Cómo llegar
* Desde Buenos Aires, tomar Acceso Oeste y luego la ruta 7 en dirección a Luján. En el kilómetro 103 se encuentra el pueblo San Andrés de Giles. La Sofía Polo está en pleno campo, a 4 km del pueblo. Informes, por el (02325) (15) 41-5980/99, e-mail marcos@lasofiapolo.info, o en la Web www.lasofiapolo.com.ar.

Tarifas
Por persona, por día: habitación estándar, $ 333; habitación superior, $ 424; el precio incluye las cuatro comidas con bebidas durante las comidas, cabalgatas cortas y una clase de equitación.

Opcionales: clases extra, cabalgatas y visitas a San Antonio de Areco.