Inicio Empresas y Negocios La “vedette” argentina encuentra un remedio en su propia enfermedad

La “vedette” argentina encuentra un remedio en su propia enfermedad

Hace un año atrás, la soja recibió el título de “oro verde” argentino: el 6 de febrero de 2008, la oleaginosa alcanzó en Rosario los $1.163 y estableció una marca sin precedentes. Sin embargo, crac financiero mundial y crisis del campo mediante, los precios récord pasaron a ser cosa del pasado.

En efecto, luego un período de amesetamiento, la crisis y la huida de los capitales de los fondos de inversión arrastró a la soja hasta su menor cotización en mucho tiempo. Así, a principios de diciembre tocó fondo cuando se llegó a pagar $640 por tonelada, casi la mitad que en su época de gloria.

Sin embargo, apenas dos meses después de la debacle, la oleaginosa recuperó buena parte del terreno. De hecho, este martes en el recinto de la Bolsa de Comercio de Rosario, un comprador pagó $940 por el poroto, lo que implicó una recuperación del 47% en tiempo récord.

De este modo, una brecha del 19% tan sólo aleja a la soja de su mejor época.

A pesar de esta bonanza, la actualidad de la soja está marcada a fuego por la coyuntura: el nuevo boom de precios no es más que el fiel reflejo de los temores que crecen sobre el futuro de la producción a nivel mundial.

De este modo, el remedio para el desplome de las cotizaciones estuvo en la propia enfermedad: la mayor sequía de los últimos 50 años.

“El factor climático domina actualmente al mercado ya que afecta a uno de los lados de la ecuación fundamental que determina el equilibrio de los mismos, esto es, la oferta disponible. En un mercado casi de competencia perfecta como es el de la soja, los precios se establecen a través de la intersección de la oferta y demanda del mercado. Cualquier variación que perturbe a dichas ofertas y demandas, tiene su corolario en las cotizaciones”, explicaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario.

Por su parte, César Gagliardo, director de la consultora Artegran, sostuvo que “los precios actuales nos ponen ante un escenario totalmente distinto que apenas 60 días atrás. Pero es cierto que esta bonanza es consecuencia de un factor negativo”.

La región, clave para definir precios
Pero la Argentina no está sola. Por el lado de la oferta, las miradas están puestas en lo que suceda en toda Sudamérica, ya que, los primeros meses del año son cruciales para determinar los resultados futuros de la producción.

“El riesgo de menor oferta sudamericana sostiene los precios”, sintetizaron desde la BCR.

“¿Por qué es importante la cosecha sudamericana? Porque, junto a Estados Unidos, determinan la oferta mundial del poroto y siendo la soja un mercado internacional, menor oferta del continente del sur, es sinónimo de una inferior oferta mundial”, agregaron.

En este contexto, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), este martes dio a conocer sus perspectivas sobre la cosecha mundial de granos para el ciclo 2008/09. Y en lo que respecta a la oleaginosa, se profundizan las perspectivas negativas.

En efecto, el organismo recortó la proyección global de 233 M de toneladas en enero a 224 M, es decir, una baja de casi 4%.

En lo que respecta a la Argentina, las estimaciones prevén una caída del 11%, al pasar de 49,5 M a 43,8 M. De confirmarse estos números, la producción sojera habría experimentado una baja del 5% en relación a los 46 M de toneladas que se lograron la campaña anterior.

Por su parte, las perspectivas para Brasil pasaron de 59 M a 57 M.

Un escenario que empuja a los precios
En diálogo con iProfesional.com, Gustavo López, director de la consultora Agritrend, sostuvo que “sin dudas, esto va a traer una presión alcista en los precios de la soja y por ende del maíz, porque son granos complementarios”.

Sin embargo, “al USDA aún le falta sincerar un par de millones de toneladas”, alertó el especialista, para luego agregar que “es muy posible que la producción no supere las 41,5 M de toneladas”.

Por su parte, Gagliardo estimó el resultado del ciclo en 40 M y consideró que, “a esta altura es cada vez menos viable el pronóstico del USDA porque gran parte de la campaña ya está jugada”.

En otras palabras, se trata de pronósticos que agregarían una cuota más de incertidumbre y, por ende, generarían una mayor influencia en las cotizaciones.

Variables que hoy ya no influyen
En este contexto hay un consenso generalizado de que el clima es el gran formador de precios a nivel mundial.

“El mercado climático seguirá siendo el centro de atención, ya que las señales variadas de los mercados externos como petróleo, dólar y acciones hoy no están proporcionando influencias definitivas, al menos en el corto plazo”, explicaron desde la BCR.

Esto implica un radical cambio de escenario con respecto a lo que sucedió el año pasado, cuando se apuntaba contra los fondos de inversión como los únicos responsables de la suba y el desplome de las cotizaciones de commodities agrícolas.

Así, los fundamentals vuelven al centro de la escena.

En la misma línea, según Gagliardo, “el año pasado la evolución de los precios de la oleaginosa iban de la mano de lo que pasaba con el petróleo y el dólar, pero hoy el mercado está más atento al impacto de la crisis en las bolsas y, sobre todo, a la sequía, independientemente de si el crudo está en u$s38 o u$s45”.

“Hubo un divorcio, no está estableciéndose una relación directamente proporcional. Las commodities, sobre todo oleaginosas, escaparon de su influencia”, recalcó Gagliardo, para luego agregar que “esto le da solidez al mercado porque le da autonomía por sí misma”.

Paralelamente, si bien el USDA prevé una contracción del consumo mundial de 231 M a 226 M de toneladas, para López “no se trata de una cifra muy significativa” que sirva para empujar el precio hacia abajo.

Perspectivas
Gran parte del futuro de la cosecha de soja comienza a definirse en lo que resta de este mes y parte de marzo.

Según el informe Perspectiva agroclimática para la campaña 2008/09 elaborado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el mes próximo el incremento de la nubosidad producirá una moderación de la temperatura, aunque la misma se mantendrá en un nivel superior a lo normal, dando lugar a un ambiente cálido y húmedo, con riesgo de episodios de granizo y ataques de enfermedades y plagas.

Mientras que, para la segunda parte del otoño y el primer tramo del invierno, se esperan complicaciones por el lado de las heladas.

Según Gagliardo, “la soja de segunda que se ubique desde 9 de julio al sur de Córdoba está amenazada por la helada porque hay cultivos que están atrasados en su período en alrededor de 20 días. Si bien el grueso de la oleaginosa ya va a estar jugado, esto puede definir la suma o resta de unas cuantas miles de toneladas”.

Con respecto a los precios, el titular de Artegran sostuvo que “estimamos que se va a mantener en la banda de los 900 y los 950 pesos”.

Sin embargo, parte del futuro de las cotizaciones de las commodities estará dado también por la evolución de la crisis económica mundial. “En la medida en que la gravedad de la situación no se incremente, podemos esperar buenas cotizaciones por bastante tiempo”, concluyó Gagliardo.

Finalmente, a pesar de esta excelente recuperación de la soja, el valor de la cosecha 2008/09 se va a ver notablemente reducido, principalmente por las enormes pérdidas que sufrieron dos cultivos claves como el trigo y el maíz.

Es decir que el bálsamo que hoy encuentra la oleaginosa no será suficiente para compensar las caídas en el resto del complejo granario.

En efecto, según estimaciones de Agritrend, mientras que el valor de la cosecha pasada ascendió a u$s34.000 M, para la actual se espera un nivel menor a los u$s20.000 M. En la misma línea, los ingresos por retenciones pasarían de u$s9.700 a una magra cifra de u$s5.800 M.