La mayoría de las revistas y publicaciones relacionadas con la moda y el ambiente artístico nos muestran los rostros sonrientes de actrices y modelos que decidieron modificar la forma de sus labios, buscando mayor sensualidad.
Esto, que pareciera ser sólo una decisión menor, o un detalle poco trascendente del aspecto facial dio lugar al nacimiento de verdaderos contratiempos para aquellas mujeres que, al comprobar el resultado estético logrado, se sienten defraudadas por él, por no haber sido lo suficientemente cuidadosas en recaudar la información completa acerca de la materialización de sus fantasías, antes de hacerse el implante.
El aspecto facial es una cuestión esencial en el cuidado estético de todas las mujeres, sin excepciones, por lo que resulta un contrasentido que no se requiera información detallada antes de tomar una decisión que impondrá cambios a veces definitivos en su apariencia original.
Actualmente, existen elementos técnicos, como la digitalización fotográfica por computadora, que permite visualizar anticipadamente, la nueva imagen que adquirirá el rostro luego de la modificación anatómica de los labios, propuesta y proyectada por el cirujano.
Esta herramienta auxiliar le otorga dinámica propia al proyecto quirúrgico, al permitir programar grosor, proporcionalidad antropométrica y por consiguiente, la participación en el aspecto facial general que tendrán ambos labios a posteriori del implante.
Otra particularidad que tiene que tener en cuenta el cirujano es la procedencia étnica de la paciente, porque existen notorias y naturales diferencias antropométricas entre la imagen estética y el grosor de los labios, por ejemplo, de una mujer de raza negra y una de origen caucásico.
La tendencia actual de buscar maneras de acrecentar la sensualidad ha llevado a muchas mujeres a identificar y elegir bocas seductoras, por lo general de artistas famosas como modelo a imitar (Brigitte Bardot y Kim Bassinger son algunas de ellas).
Así como hay determinadas prendas de moda que no les sientan bien a todas las figuras femeninas, también hay determinadas formas de labios que no se corresponden con todos los rostros.
En esto, la participación en el diagnóstico y asesoramiento previo del cirujano plástico, adquiere una trascendencia superlativa para no cometer errores que pueden convertirse en un problema de complicada solución.
La adecuada elección del producto a utilizar en el implante exige el anterior asesoramiento imprescindible del profesional y el conocimiento y autorización de la paciente, como uno de los puntos de la consulta informativa previa al procedimiento quirúrgico.
Dentro de las opciones disponibles, entre los elementos más utilizados se pueden mencionar algunos como el colágeno bovino (Ziplast –Ziderm), el auto colágeno, el Arte col, el Bioplastic, el ácido hialurónico (Restilene), Goretex.
Algunos de estos productos pueden ser usados de inmediato y otros, en cambio, necesitan un test de no menos de 45 días, como en el caso de Ziplas o Ziderm.
Consejos a tener en cuenta
Lo apropiado sería no sólo aumentar el volumen, sino fundamentalmente recuperar los componentes anatómicos (arco de cupido, filtro, bermellon, vertientes laterales y prominencias) propios del labio superior, o crearlos cuando estos no existan, para conservar o crear la identidad propia del mismo.
El procedimiento se realiza en varias sesiones, motivo por el cual médico y paciente monitorizan la evolución de formas, posibilitando una interacción e inter consulta continua acerca del cambio que se va gestando, e interrumpirlo al llegar a nivel de conformidad consensuado.
No es necesario el uso de anestésicos, debido a que las agujas utilizadas son ultras finas y los pocos pinchazos son perfectamente soportables por el paciente, no obstante ante personas más sensibles o susceptibles al dolor, se puede optar por el uso de una crema anestésica (EMLA) tomando este procedimiento totalmente indoloro.
Asesoró:
Dr. Juan López Vargas
M.N. 133490
Director de:
CLÍNICA LÓPEZ VARGAS
Av. Callao 1729, CABA
Tel.: 4813-8336/ 6840
www.lopezvargas.com.ar
