Las expectativas de los consumidores mejoraron en octubre, a pesar de lo cual el 56% de los argentinos sigue considerando que la situación económica es mala o muy mala, y sólo el 16% espera una mejora en los próximos seis meses. Para la opinión general, los principales problemas económicos son la desocupación y la pobreza. Así lo revela la medición del índice general de expectativas económicas que realizan la Universidad Católica Argentina y TNS Gallup.
Los resultados parecen alinearse con las opiniones de los empresarios relevados en el Barómetro de la consultora Deloitte, que en su última evaluación trimestral mostró una reducción de las perspectivas negativas.
Tras mantenerse con leves oscilaciones en sus niveles históricos más bajos, las expectativas económicas mejoraron el 5,5% en octubre y por primera vez desde febrero de 2008 el índice resultó similar al del mismo mes del año anterior. El nivel general, con 85 puntos, quedó por debajo del mejor registro del año, que fue de 87 puntos en enero. El gobierno de Cristina Kirchner anota el nivel más alto de la medición, con 115 puntos en diciembre de 2007, y también el más bajo, con 76 puntos en abril.
El 56% de los consultados considera que la actual situación económica es mala o muy mala, lo que muestra un nivel muy alto, pero inferior al 62% de septiembre. Uno de cada tres (33%) sostuvo que la situación no es ni buena ni mala (30% en septiembre) y sólo el 10% señaló que la situación es buena o muy buena (7% en septiembre).
Para los próximos seis meses, el 37% espera que las cosas empeoren, contra el 43% que opinaba así en septiembre. Las cifras demuestran que el cambio de opinión ha sido de quienes en septiembre pensaban que las cosas empeorarían y de quienes esperaban que mejoraran, y que se trasladó al grupo de quienes no esperan variación. En efecto, en septiembre, quienes no aguardaban ni mejoras ni empeoramientos eran el 31% y en octubre pasaron a ser el 40%. En tanto, quienes esperan que las cosas mejoren se redujeron del 20 al 16% de los consultados.
Para el 63% de quienes respondieron, hay pocos o muy pocos empleos disponibles (68% en septiembre), mientras que para el 26% no hay ni muchos ni pocos (fue el 21% un mes atrás). Sólo para uno de cada diez hay muchos o bastantes puestos disponibles (9% en la medición anterior).
La enorme mayoría (62%) no espera que los ingresos familiares varíen en los próximos seis meses, con una mejora de las expectativas pues se redujo en favor de esta postura la opinión de quienes esperan que ganarán menos (del 29% en septiembre al 20% en octubre). Sólo el 13% espera que aumenten sus ingresos.
En materia de expectativas de empleo, también cayó la proporción de quienes creen que habrá menos puestos en los próximos seis meses (del 42 al 38%), mayoritariamente en favor de quienes suponen que todo seguirá igual (del 34 al 38%). Mejoró menos la porción de consultados que esperan que haya más puestos (del 14 al 16%).
Y la mejora del subíndice que evalúa el momento para comprar bienes durables, como electrodomésticos, se debió a que cayó la proporción de quienes piensan que es mal momento en favor de quienes evalúan que no es ni buena ni mala ocasión para hacerlo.
En todos los niveles socieconómicos, la desocupación y la pobreza consiguen la adhesión de la gran mayoría de los consultados.
