Mientras a nivel mundial el consumo de vino cayó un 3,6% en el 2009 en relación con el 2008, en la Argentina la nueva tendencia es consumir vinos de valor medio. Por este motivo las ventas en tetrabrick cayeron 10% en volumen durante el primer trimestre y el segmento que va de 28 a 33 pesos creció 12 por ciento.
Según un informe realizado por el sitio especializado Área del Vino, la facturación total, en cambio, tuvo una variación positiva del 19%, que se explica principalmente por un incremento del 22% en la facturación de los vinos que van entre los 28 y los 33 pesos. Allí se destacan bodegas como Trapiche, Norton y Finca Flichman.
El volumen de venta de ese segmento creció 12% en el período medido, mientras que el precio promedio de esos vinos aumentó un 8 por ciento.
Asimismo, el volumen de vino comercializado en supermercados, drugstores y almacenes, cayó 2% comparando el primer trimestre del 2010 frente al mismo período del 2009, de acuerdo con la consultora CCR.
La caída del volumen general, en un mercado que moviliza $1.500 millones, está atada a los segmentos de vinos en tetrabrik (-3%), de vinos de hasta $8 con una baja del 10% y de 4% en los de precio bajo (de 8 a 11 pesos).
Sin embargo, la participación en el mercado (en volumen) de vino tetra sigue siendo la más importante, ocupando el 63,7% del total de los vinos consumidos en la Argentina –en los canales medidos, que no cuentan el on trade, hoteles, restaurantes, bares–, mientras que el segmento de vinos de hasta $8 en botellas viene cayendo paulatinamente, llegando hoy a 14,5 por ciento.
Al respecto, Brands, una de las principales comercializadoras de vinos y espirituosas del mercado argentino –que opera con marcas como NQN, Bodegas Cruz de Piedra, Viniterra y Don Diego–, explicó que “el segmento de precios bajos sufrió un incremento de costos que hace imposible comercializar un vino con una calidad aceptable por debajo de los 10 pesos.”
Al respecto, destacó que “la inflación es la culpable del deterioro del poder adquisitivo en los sectores de la población que acostumbran a consumir productos del segmento de vinos de menos de ese valor”.
En la misma línea, Área del Vino explicó en relación con los vinos tintos y blancos sin distinción varietal que el consumo de los tintos cayó 9% y el de los blancos no varietales 8% entre el 2009 y el 2010, contrariamente a lo que sucedió con los tintos y blancos varietales, cuyo consumo creció 11 por ciento.
El documento también agregó que hay que notar el desarrollo que tuvieron los segmentos de precio medio bajo (11 a 17 pesos) y de precio medio (17 a 20 pesos) duplicando su participación en el mercado de consumo entre el 2003 y el 2010, siempre comprendiendo los primeros trimestres.
Consumo mundial. La Organización Internacional de la Viña y del Vino (OIV) informó que la caída mundial del consumo de vino (-3,6%) estuvo acompañada de una caída de las exportaciones del 3,86%, pasando de 89,89 millones a 86,4 millones de hectolitros entre el 2008 y el 2009.
No obstante, “el volumen total de vinos exportados sigue siendo, con mucho, superior al del 2006 y al de los años anteriores”, subrayó el presidente de la OIV, Federico Castellucci.
A pesar de la baja en el consumo, la producción mundial de vino, en cambio, sí aumentó en el 2009 y registró un alza del 1,1% respecto del año anterior, pasando de 267,6 millones de hectolitros en el 2008 a 268,6 millones en el 2009.
El mayor productor es Italia, con el 17,7% del total mundial, seguida de Francia (17%), España (13,1%), los Estados Unidos (7,7%), la Argentina (4,5%), China (4,5%), Australia (4,3%), Chile (3,7%), Sudáfrica (3,6%) y Alemania (3,4 por ciento).
Italia es, además, el mayor exportador de vino, ya que acapara una cuota de mercado del 21,5% del total de los caldos vendidos en el extranjero, seguida de España (16,7%) y Francia (14,5 por ciento).
Chile ocupa el quinto puesto de la clasificación, con un 8% de las exportaciones vinícolas mundiales, mientras que la Argentina es el noveno vendedor de vino en el extranjero, con el 3,3% del total global.
