Al menos en un aspecto, los países emergentes tienen la posibilidad de provocarles envidia a las naciones más desarrolladas: los gerentes que trabajan en ellos tienen ingresos disponibles más altos que sus contrapartes contratados en economías más avanzadas.
La Argentina ingresa justo en el top ten de estos países menos desarrollados que pagan buenos sueldos, puesto que se ubica en el décimo lugar -y es la primera en América del Sur-, con un ingreso promedio para los máximos ejecutivos de 138.188 dólares anuales, libres de todo tipo de impuestos.
Según lo revela un estudio global de la consultora de gestión Hay Group, titulado World Pay Report, en economías emergentes como Rusia, Turquía, México y Ucrania, los altos ejecutivos gozan de niveles mucho más altos de salarios que aquellos que actúan en el Reino Unido, Estados Unidos y otros países de Europa occidental.
“Este fenómeno se explica por la falta de talentos de alta jerarquía que padecen hoy los mercados emergentes y que los obliga a salir a buscar a sus ejecutivos en otros países. Para tentarlos, deben pagar buenos sueldos y por eso sus salarios son más altos”, explicó Natalia Piris, gerenta de Operaciones de los países de Habla Hispana de Sudamérica de Hay Group.
En la cima de este ranking se encuentran los gerentes de los estados ricos en petróleo y libres de impuestos de Arabia Saudita y los Emiratos Arabes Unidos, con pagos que igualan un poder adquisitivo de más de 220.000 dólares por año. Según se explica en el citado estudio, los empleadores de las empresas de esta región siempre priorizaron el pago en efectivo a los incentivos a largo plazo, pero ya hay indicios de un cambio de estrategia.
El centro internacional de finanzas y comercio de Hong Kong ocupa el tercer lugar en la lista, con un pago que equivale a un poder adquisitivo de 203.947 dólares anuales. Pero son las economías emergentes de Europa oriental las que tienen más representación en el selecto grupo de los que mejor pagan. Los gerentes en Rusia están cuartos en la línea, con ingresos disponibles de aproximadamente 157.348 dólares. Muy cerca lo sigue Turquía, donde los ejecutivos tienen una paga anual de 154.762 dólares una vez considerados los impuestos y el costo de vida. Polonia, por su parte, se posiciona en el 11° puesto, con un poder adquisitivo aproximado de 128.537 dólares.
Un futuro sin cambios
¿Qué cabe esperar para el futuro? “La demanda continua de gerentes con experiencia y el aumento de la movilidad del talento en el mercado global indican que el pago de la gerencia en muchas economías emergentes va a continuar alto en el futuro”, respondió Piris.
Según comentó la ejecutiva, ésto hará reflexionar a los dueños de empresas en Europa occidental y los Estados Unidos, quienes enfrentan, no sólo la competencia local por el talento gerencial, sino una creciente amenaza de las nuevas economías. En este sentido, los gerentes estadounidenses clasificaron en el puesto 24 en la tabla de la liga mundial de pagos, con un poder adquisitivo equivalente a 104.905 dólares, si se consideran los impuestos y el costo de vida.
También deberán reflexionar los grandes empresarios de aquellas economías que han tenido un desarrollo vertiginoso, como China y la India, ubicadas en el puesto 14 y 36, respectivamente. “En la medida en que los emergentes sigan con este nivel de salarios, los países de punta tendrán que empezar a pagar mejor. Aunque la India lo hará en menor grado, ya que se beneficia de una gran fila de talentos locales educados, que habla inglés, lo que hace que el pago gerencial sea más inmune al mercado internacional”, señaló en el informe Iain Fitzpatrick, director de Servicios de Información sobre Compensaciones de Hay Group.
¿Cómo puede aprovechar la Argentina esta circunstancia? “La atracción que provoca el poder de compra de nuestros salarios les da a las empresas la oportunidad de formar un importante grupo de talentos. Si bien es cierto que ese poder de compra sólo vale para el mercado local, no deja de ser una ventaja a la hora de salir a buscar altos ejecutivos”, destacó Piris, que agregó que el estudio les sirvió a las compañías para tener un valor de referencia de los salarios en los distintos países donde operan.
Asimismo, la ejecutiva opinó que lo más conveniente para el país es armar un esquema de incentivos a largo plazo, que le permita consolidarse como “atractivo” para los ejecutivos de todo el mundo.
