Inicio Empresas y Negocios ¿Los salvatajes multimillonarios pusieron fin al crac financiero?

¿Los salvatajes multimillonarios pusieron fin al crac financiero?

La crisis financiera internacional continúa su camino. En un nuevo capítulo, después de la buena reacción de los mercados ante los planes de salvataje de EE.UU. y los estados europeos, la volatilidad invadió las distintas plazas.

Es que las incógnitas continúan en los mercados. Nadie duda de que la inyección de fondos públicos es necesaria para salvar al sistema financiero mundial. El problema es: esta política generará inflación o se producirá la riqueza suficiente para financiar la fiesta de recursos fiscales, cuando se vislumbra que las principales economías del mundo entrarán en recesión.

Los gobiernos europeos han apelado al rescate de bancos, a garantizar sus deudas y a poner en marcha planes de capitalización preventiva con más de 2,8 billones de fondos públicos. El gobierno de EE.UU. tiene un fondo de u$s700 mil millones para destinarlo a capitalizar bancos vía compra de acciones.

Pero para la consultora Finsoport, la acción de la política económica ha sido insuficiente porque no despejó las dudas del mercado. “Se está avizorando que, a pesar de la gran ayuda instrumentada, los balances de los bancos reflejarán más problemas, ahora que la economía de EE.UU. entró en recesión y se espera que el resto del mundo siga un camino semejante”.

Y agregó: “Si esta política sigue fracasando, los países desarrollados tendrán problemas fiscales, tensionarán el mercado de dinero, subirán las tasas de interés y dejarán sin crédito al sector privado”.

El martes, los inversores hicieron toma de ganancias, es decir, vendieron los papeles que compraron el lunes para pasarse a bonos del Tesoro estadounidense, que se consideran la inversión más segura en este contexto. El índice industrial Dow Jones cayó un 0,82%, el S&P perdió un 0,54% y el Nasdaq retrocedió un 3,54 por ciento.

“Todavía no convence a la gente cómo va a funcionar el plan de rescate porque supone una emisión de moneda muy alta, y esto puede generar inflación. El mercado estadounidense está evaluando el impacto que va a tener. En EE.UU. se sabe que es un alivio, pero quedan interrogantes sobre la recesión que viene y si los bancos podrán mantener el nivel de crédito actual, ante la falta de creación de valor”, dijo el analista financiero Carlos Olivieri.

Inflación
Según explicó el especialista, el mercado se pregunta si el gobierno estadounidense ejecutará las hipotecas que no sean pagadas. “No va a poder –se respondió-, aunque haya una moratoria al estilo argentino”.

Entonces, la gran incógnita es si el Gobierno va a cobrar los llamados créditos tóxicos o no y, luego, cómo pagará las garantías estatales comprometidas. Ese costo puede financiarse con emisión de dólares, para eso el país del norte tiene la maquina de impresión. Pero si inunda las plazas de billetes, el dólar perderá valor.

“Hoy EE.UU. tiene reservas por u$s812 mil millones, en tanto, el plan de salvataje es de u$s700 mil millones, es decir, que pone en juego una emisión grande”, dijo Olivieri.

Y se perderá el beneficio del ahorro en letras del Tesoro, que ya tiene rendimientos negativos con una inflación del 4-5% y una tasa del 1,8% a dos años.

Finsoport avisora un destino incierto para la inflación. Por un lado, las fuerzas recesivas tienden a apaciguarla y, por la contracción del crédito, quiebras de bancos y enorme incertidumbre el crecimiento económico mundial, se frenará significativamente. Por el otro, la expansión monetaria puede presionar al alza.

Riqueza
Hoy el gobierno de EE.UU. es el que distribuye la riqueza. Recibe crédito, porque a pesar de ser la cuna de la crisis financiera se considera buen pagador y, a su vez, se lo entrega a los bancos para que no caigan. En tanto, los inversores retiran el dinero y lo reemplazan por bonos de propio gobierno.

Para el titular de Maxinver, Eduardo Blasco, las decisiones tomadas por las autoridades van en la dirección de que lo mejor es que la torta -de crédito- no se achique; después se verá cómo se reparte o se compensa”.

Pero para Olivieri, “no hay generación de riqueza porque se apunta a una recesión importante, del 7%”. Hoy los Estados no crean valor, sino que evitan que no haya crédito. En este clima, las empresas no invierten, cae el producto bruto interno de los países y peligra la provisión de fondos genuinos para financiar los salvatajes.

El temor a que la economía mundial no pueda evitar una recesión castigó el martes a los títulos de empresas tecnológicas y de consumo y contrarrestó el efecto de un plan del gobierno estadounidense para rescatar a los bancos.

En tanto, el mercado espera datos no muy favorables de los balances del tercer trimestre de los bancos. Las malas noticias que provengan de los informes podrían generar aún más volatilidad en los indicadores, pero respuestas gubernamentales en la misma línea para no dejar caer el sistema.

El déficit de Estados Unidos
La posibilidad de financiar los salvatajes con fondos públicos tiene su origen en el nivel de reservas, el superávit fiscal de los países y en la posibilidad de emitir deuda.

El analista internacional Jorge Castro no duda de esa posibilidad en el caso estadounidense, alemán y en el Reino Unido, que cuenta con un alto nivel de reservas.

En el caso de EE.UU., Castro explicó que el crecimiento del 3,3% de la productividad del país del norte en el primer semestre del año, por encima de su economía, demuestra que se trata de un fenómeno estructural -no cíclico- que sustenta el pago futuro de los salvatajes.

En tanto, la estrella del financiamiento público, los bonos del Tesoro, se mantiene firme en la medida que los inversores los demandan ávidos en la búsqueda de un activo seguro en medio de la incertidumbre.

Como consecuencia, el déficit presupuestario de EE.UU. creció a la cifra récord de u$s455.000 millones en el año fiscal 2008, que cerró el 30 de septiembre, ya que la desaceleración de la economía absorbió los ingresos mientras treparon los gastos de guerras, caída de bancos y beneficios vinculados al desempleo.

En el viejo continente, la productividad es menor y tiende a declinar, según explicó Castro. Pero aclaró que Alemania es el principal país exportador de productos industriales al mercado asiático. Y Gran Bretaña cuenta con la city londinense, que es el segundo mercado financiero del mundo.

Sin embargo, las predicciones de una futura recesión en las economías desarrolladas están cada vez más fundamentadas en la caída de los indicadores de empleo y consumo:

* En EE.UU.: en lo que va del año, se destruyeron 760.000 puestos de trabajo.

Los empresarios (de servicios y manufacturas) pronostican recesión, los pedidos de fábrica cayeron 4% mensual en agosto y los consumidores bajaron sus gastos en productos electrónicos y aumentaron la preferencia por la liquidez.

* En la Eurozona: la tasa de desempleo aumentó de 7,3% a 7,5% entre julio y agosto, mientras que el consumo doméstico sigue en baja. En todos los casos, la inflación reduce su ritmo.

Para Blasco, los países que han tomado esta decisión tienen margen de crédito y no se cuestiona la solvencia. En todo caso, el Estado tendrá que ser el generador principal de crédito al haberse estatizado las principales entidades.

En la Argentina
Para la consultora Joaquín Ledesma & Asociados, los países emergentes insertos en el concierto mundial deberán enfrentar el deterioro de sus términos de intercambio, la reversión de los flujos de capitales de corto plazo y el mayor costo del endeudamiento que supone la corrección de las primas de riesgo.

La crisis mundial ya está ejerciendo presión sobre el sector externo del país. Los precios internacionales agrícolas cayeron 30% desde julio, mientras que el tipo de cambio bilateral con los principales socios se deterioró aproximadamente en esa cuantía.

Finsoport prevé que el Banco Central tendrá mucho trabajo porque perderá reservas y no podrá evitar que la moneda se deprecie.

Producto de las restricciones mundiales, la consultora concluye que el sector externo creará menos dinero y, por lo tanto, las tasas de interés subirán por una contracción de la oferta. Así, continuará el escenario actual por el cual los bancos se negarán a prestar fondos, aunque no enfrenten problemas de liquidez y solvencia.

Esta combinación de factores frenará el crecimiento, pero también la inflación, según la consultora.

Las dudas persisten entre los inversores y analistas respecto de la efectividad de las medidas y de las consecuencias del crac financiero en la economía real. Pero la coordinación entre los mandatarios de todo el mundo para resolver de manera conjunta la crisis global es un elemento positivo.