La disminución del desempleo es uno de los “caballitos de batalla” esgrimidos por el Gobierno a la hora de hablar de los logros de la gestión.
Sin embargo, este pilar del modelo se enfrenta a un desafío ya que en el primer semestre la creación de empleo se ha visto frenada y, en lo que resta del año, podría sufrir una caída.
Sucede que el retroceso de la inversión y el estancamiento de la actividad económica, junto a la mayor cantidad de suspensiones y despidos, enfriaron la incorporación de trabajadores al mercado laboral. Al menos, esto es lo que se desprende de un informe de la consultora Ecolatina.
“Existen varios indicios de que no se habría generado empleo durante los primeros seis meses de 2012”, señaló el estudio.
En tanto, el Índice de Demanda Laboral -elaborado por la Univesidad Torcuato Di Tella (UTDT)- se redujo 31% interanual en el Gran Buenos Aires (GBA) y 21% interanual en Rosario, entre enero y junio de 2012.
El dato de julio del GBA confirma que la tendencia negativa persiste en el inicio del tercer trimestre (35% interanual).
El INDEC admitió la desaceleración
De todos modos, habrá que esperar a los próximos días para conocer los datos oficiales sobre la situación del mercado de trabajo correspondiente al segundo trimestre.
Pero ya en en el primer trimestre de 2012, las cifras del INDEC mostraron una desaceleración de la creación de empleo: la cantidad de ocupados creció sólo 0,6% interanual, el menor incremento para los primeros tres meses del año desde 2002. Incluso, en términos desestacionalizados, se observó una caída del 0,5% respecto de fines de 2011.
Los despidos y suspenciones, en alza
Un dato a tener en cuenta es que, en los primeros seis meses del año, aumentó seis veces la cantidad de despidos con respecto al mismo período de 2011.
Asimismo, las suspensiones crecieron 47% interanual. Ambos registros son únicamente superados por los del primer semestre de 2009.
A modo de ejemplo cabe mencionar que, sólo en mayo, hubo 5.056 suspensiones y 4.826 despidos, según estimaciones de la consultora Tendencias Económicas.
“A diferencia de la crisis de 2008 y 2009, donde el empleo público compensó las caídas del sector privado, el deterioro de las cuentas fiscales de las provincias y de la Nación pone un límite a la capacidad del Estado como empleador”, alertó Ecolatina.
La situación es aún más delicada para las Pyme, principales generadoras de empleo en la Argentina. Sucede que el margen de maniobra de las firmas de menor tamaño es acotado, particularmente en contextos económicos adversos.
Y una característica de esta recesión es que, a diferencia de otros momentos donde había “winners y losers”, ahora el enfriamiento está alcanzando a todos. Incluso a aquellos sectores que suelen ser defendidos desde el discurso oficial y en cuyo nombre se adoptan las políticas económicas.
Así, si bien no sorprende que las inmobiliarias y las casas de cambio estén entre los sectores más perjudicados por el cepo al dólar, sí llamó la atención que durante la primera mitad del año se escuchó que varias firmas automotrices estaban suspendiendo gente. ¿El motivo? Una menor demanda externa (por represalias de terceros países) e interna. Lea más: Llega el plan “recesión para todos”, que el Gobierno no quiere “anunciar” y desafía relato K.
Perspectivas
“Las perspectivas de empleo en la segunda mitad del año son poco alentadoras”, indicó en este marco la consultora que dirige el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna.
Asimismo, Manpower habló de una tendencia declinante en la expectativa neta de empleo, aunque aclaró que todavía el indicador se ubicaría en terreno positivo.
Sin embargo, de la encuesta de IDEA de Junio 2012 se desprende que los empresarios que prevén disminuir su dotación de personal en los próximos doce meses superan a los que esperan aumentarla.
“En síntesis, las perspectivas de empleo lucen poco favorables para lo que resta de 2012. Como la ocupación no va a crecer, es probable que se observe un leve incremento del desempleo en nuestro país”, señaló el estudio de Ecolatina.
Asimismo, la consultora anticipó una “reducción de la cantidad de horas trabajadas y/o un deterioro de la calidad del empleo, lo que significa menores ingresos laborales”.
El impacto en el consumo
La combinación de menor número de horas trabajadas y aumentos nominales acordados en paritarias algunos puntos por debajo de 2011, le ponen un freno al gasto de los hogares, afirmó Ecolatina.
“Efectivamente, a diferencia del año pasado, no hay boom de consumo en la economía e incluso se observan caídas en algunos sectores, como por ejemplo en las ventas minoristas”, concluyó. (Lea más: Los argentinos, el dólar y el consumo: cómo impacta el cepo cambiario y por qué expertos hablan de “consumidores bipolares”).
