La gente toma mate y vino, y produce unos chocolates artesanales riquísimos. Los conductores ceden el paso en cada esquina y hay una gran colonia de inmigrantes italianos y alemanes.
Si se le preguntara a alguien en qué país queda esta ciudad, seguramente nadie, pero nadie respondería Brasil.
Y es que no se parece prácticamente en nada, salvo, por supuesto, en que se habla portugués. Aquí no hay playas de aguas cálidas, ni se baila axé, ni se come feijoada con cerveza, clásicos brasileños.
Gramado está bien al Sur, en las sierras gaúchas, a 110 kilómetros de Porto Alegre. Y tiene mucho más que ver con Villa General Belgrano o incluso Villa La Angostura, que con las ciudades brasileñas.
Junto con su vecina Canela, a 6 km, ofrecen una propuesta que los habitués de las principales ciudades de Brasil encontrarán muy diferente.
A Gramado y Canela se viene a descansar, a desconectarse y despreocuparse de todo, a pasear por las sierras y comer fondue. Hay más de 15 restaurantes especializados. La región se llama de las Hortensias y se descubre el por qué apenas se pone un pie. Las calles, plazas, jardines y balcones están llenos de estas plantas, aunque habrá que esperar hasta el verano para verlas en flor. Y también están en todas las casas, y las mujeres se casan igual. En chiste, dicen que si una chica se queda soltera es porque no había una hortensia en el hogar, al revés que nuestra creencia popular.
Como en todo destino al que se llega por primera vez, un turista bien podría tomar recaudos a la hora de salir de noche.
Isaac, guía de la ciudad, se encarga con orgullo de aclarar: “Pueden salir a cualquier hora sin problemas, ésta es la ciudad más segura de Brasil”.
En Gramado no hay favelas ni desocupación. Los habitantes tienen un buen nivel de vida, quizá de los mejores del país. Las calles lucen impecables y todo parece funcionar a la perfección.
En estos días invernales, de temperaturas realmente bajas, el color lo ponen las hojas de los árboles, que reproducen la paleta de los ocres, amarillos y rojos. Dicen que hasta es frecuente ver nevar, en el único lugar de Brasil que sucede. Aunque, por supuesto, las nevadas no son suficientes para deportes de invierno.
En el top ten
Aunque para los argentinos resulta una ciudad poco conocida, para los brasileños Gramado es uno de los destinos más buscados. Siempre encabeza el listado del top ten nacional, especialmente cuando se elige lugar para la luna de miel. La mayoría de los hoteles ofrecen paquetes especiales, con regalos y atención preferencial para los recién casados.
También es conocida por el festival de cine, que se realiza en agosto y que aseguran que los hoteles logran plena ocupación.
Por año la visitan dos millones de turistas, el 99 por ciento proveniente de otras ciudades de Brasil.
Ahora, el desafío de la Secretaría de Turismo municipal es buscar una proyección internacional y al primer destino que apuntan para seducir visitantes es a la Argentina. La buena razón es que Buenos Aires y Gramado están separadas por 1155 kilómetros y que incluso podría tomarse como una escala en un viaje a Florianópolis en verano (a 400 km). Hace muy poco se inauguró una nueva ruta para las playas de Santa Catarina, en buen estado y con fácil acceso por lo que Gramado vendría a conectar Paso de los Libres-Uruguayana con el litoral brasileño.
Un par de días alcanza para visitar los principales atractivos de Gramado, más urbanos, y los de Canela, con grandes parques.
Lo mejor en Gramado es salir de caminata por el centro y disfrutar de la arquitectura centroeuropea y los negocios con productos de calidad. Las camperas de cuero, zapatos y carteras son la mejores opciones, y las chocolaterías tientan al paso.
Un lujo: la fábrica Cristais de Gramado, a 50 metros del portón de entrada a la ciudad, elabora a la vista objetos de decoración con la misma técnica que los famosos artesanos de Murano. Caros, pero vale la pena visitarla.
Además de la iglesia de São Pedro, construida con piedra, merece una visita la Rua Coberta, una calle techada, con bares y restaurantes que sacan las mesas afuera.
Un poco más alejado del centro, el Lago Negro es un gran parque para una salida de aire puro.
Canela es la ciudad del ecoturismo y los deportes de aventura. Además de una vuelta por el centro, donde se destaca la iglesia de estilo gótico inglés, lo que realmente atrae son los amplios espacios verdes. En el Parque do Caracol, una gran cascada de 131 metros se lleva todas la miradas. Pero el mejor lugar para verla, casi en primer plano es en el Parque do Teleférico, que ofrece un medio de elevación con buenas vistas.
El Alpen Park ofrece un divertido paseo en trineo, algo así como una vuelta a toda velocidad en unos carritos parecidos a una montaña rusa, pero apto para toda la familia. También se puede hacer tirolesa, en uno de los mejores circuitos de la zona. Para el final, una rica taza de chocolate en la cafetería, con vista a las sierras.
Los que tienen más tiempo pueden llegar hasta el Parque Nacional dos Aparados da Serra para ver el Cañón Itaimbezinho, uno de los más grandes de Brasil, con una extensión de 5800 metros y con paredes rocosas que llegan a los 720 metros.
Agroturismo
Entre las propuestas turísticas de la región hay una ruta rural que conduce directo al pasado. El circuito de Agroturismo Raíces Coloniales fue ideado por varias familias de colonos italianos que viven muy cerca y que quieren mantener y compartir sus tradiciones.
Saliendo de la ciudad hacia el Noroeste, entre la mata de araucarias, se visitan antiguos pobladores, que comparten sus tareas y cuentan sus historias a los visitantes, plantaciones de yerba mate y molinos.
Basta acercarse unos metros a una de las casonas para escuchar el sonido de las gaitas que toca como bienvenida la familia Foss. Sus padres llegaron hace 100 años de Italia y todavía conservan las viejas costumbres, aunque con toques de la región: “No puedo vivir sin el mate”, comenta Zulmira, una de las mujeres de la familia, mientras calienta el agua del chimarrao, como le llaman a esta versión brasileña y amarga.
Convidan con frutas típicas, dulces naturales, café y pan casero recién sacado del horno de barro, y se despiden con las canzonetas típicas y un afectuoso arriverderci.
Otra de las escalas es en la casa centenaria de Elizabetha Ferrari, con porche, fotos antiguas y gallinero en el fondo. Elizabetha vive sola, pero se siente en familia contando sus historias a los visitantes.
En la Ervateira Marcon, Maia se encarga de contar paso a paso el proceso artesanal de elaboración de la yerba mate, muy similar a la de Misiones. Aunque la yerba es de un verde más claro y fosforescente que la argentina. Por supuesto, todo finaliza con un chimarrao bien caliente.
Datos útiles
Cómo llegar
TAM vuela a diario a Porto Alegre en viaje sin escalas (excepto los sábados), desde US$ 258, con tasas e impuestos. Desde allí son 110 km hasta Gramado.
Alojamiento
La oferta de alojamiento es amplia: solamente en Gramado hay 146 hoteles de diferentes categorías.
En el Hotel Recanto da Serra, muy cerca del centro, con piscina y spa, la habitación doble, con desayuno cuesta 65 dólares. www.recantodaserra.com.br
Gastronomía
La propuesta gastronómica de Gramado es de lo más variada y de un gran nivel, con platos típicos de la cocina italiana y centroeuropea.
La familia de Garzón se especializa en fondue. Secuencia de fondue de carne, queso y chocolate, 16 dólares por persona; de camarones, 35, para dos.
La taberna Nono mío ofrece pastas por 12 dólares y risotos por 15.
La Cantina Pastasciutta, frente a la Rodoviaria, sirve todo tipo de pastas con más de 20 salsas para elegir. Los platos para dos, entre 25 y 30 dólares.
Traslados
De Gramado a Canela hay servicios de ómnibus cada media hora desde la terminal. El pasaje cuesta US$ 0,80. También hay servicios hasta Nova Petrópolis, a 35 kilómetros.
Excursiones
City tour por Gramado y Canela, US$ 17. Viaje al cañón, de todo el día, 40 dólares. Circuito de Agroturismo Raíces Coloniales, US$ 30.
En Internet
www.portalgramado.com.br
www.gramado.rs.gov.br
www.canelaturismo.com.br
